En 2013, Felipe Ortegón, también periodista colombiano, compiló un reporte sobre la realidad del oficio periodístico en Colombia que demostró que los bajos salarios y las largas jornadas de trabajo (en muchos casos muy por encima de las horas permitidas por la ley) eran la norma. Consiguió los datos luego de hablar con 185 periodistas, radicados Bogotá, Barranquilla, Manizales, Pereira, Medellín, Cartagena, Santa Marta, Cali y Pasto. Hoy, 9 de febrero, día que se celebra el oficio, no han cambiado sus conclusiones. Ortegón se volvió a comunicar con los departamentos de recursos humanos de los grandes medios colombianos para confirmar que cinco años después el panorama es el mismo. Decidió compartir sus conclusiones para que los mismos periodistas conocieran la realidad detrás de su industria. Expresó que a menudo falta un autoanálisis e investigación en el campo, por lo cual quiso hacer la investigación y difundirla. Esto fue lo que encontró: En Colombia, los periodistas son menores de 41 años (un 82%) pero con grado profesional (un 77%), de los cuales un 10% tiene estudios de posgrado. Es en parte por lo que requieren los medios mismos; el 70% exige un diploma profesional, pero solo un 6% del tiempo piden posgrado. Tampoco fomentan que sus empleados hagan esos estudios ni los valoran en términos salariales por lo cual hay poca motivación entre los periodistas para hacerlo. Lo que si buscan los medios es experiencia laboral previa (un 54%) y que los periodistas dominen las nuevas tecnologías informáticas (un 45%), algo acorde con la creciente influencia del mundo digital. Sin embargo, el sector los sigue recibiendo con salarios muy bajos. El 34% de los periodistas tiene un salario mensual de entre $1.300.000 y $2.000.000; el 31% tiene un sueldo superior a $2.000.000 pero inferior a $4.500.000 y solo el 8% gana más de $5.000.000. Pero Ortegón matiza estos datos con un detalle mucho más preocupante: 27% de los consultados se encuentra en el rango entre $770.0000 y $1.200.000. Este porcentaje corresponde a los que trabajan en cadenas de radio y otros medios regionales o locales. En cuanto a tipos de medios, Ortegón encontró los siguientes datos. Quienes trabajan en televisión el 75% tiene una remuneración menor a los $2.500.000; seguidos por los que están en medios impresos (entre $1.600.000 y $2.300.000); y radio ($1.200.000 y $1.500.000). Los periodistas mejor remunerados son de revistas: un 50% cuenta con más de $4.500.000 mensuales. Pero de nuevo es el mundo digital el que está llegando a su auge. Los redactores y los reporteros de Internet cuentan con un 52% que supera $1.300.000 y llega hasta $2.500.000 en términos de sueldo. El 48% restante está repartido en los rangos superiores: más de $3.000.000 y $5.000.000. A pesar de que se están abriendo nuevos espacios en el campo, y no es necesario un posgrado, el periodismo colombiano sigue siendo una labor muy inestable. A pesar de que el 60% de los encuestados de Ortegón tenía un contrato a término indefinido, le expresaron “que anhelan encontrar mejores oportunidades laborales y confesaron que tienen poco compromiso con la empresa en la que trabajan”. El resto del campo se compone por un 25% que tiene contrato a término fijo, un 10% que trabaja por prestación de servicios y un 5% que no es directamente empleado del medio por lo cual arrendiendan espacios informativos y viven de vender pauta. Lo que los ata son las largas jornadas laborales, casi todas por encima del promedio colombiano de 8,5 horas diarias. El 57% de los periodistas trabaja entre 8 y 10 horas diarias, y el 43% restante lo hace entre 11 y 13 horas al día. Pero lo más sorprendente de las conclusiones de Ortegón es que esas condiciones se traducen en, la mayoría de los casos, una satisfacción general. El 47% de los encuestados dijeron estar en un rango de satisfacción medio-alto, el 34%, dijo que su nivel de satisfacción es alto, y solo un 19% se encuentra insatisfecho con los tiempos que dedica a trabajar.