Con la premisa de que el final del conflicto es el primer paso para conseguir la paz de Colombia, el Grupo Nutresa viene desarrollando iniciativas para anticiparse a la etapa del posconflicto.Según Carlos Ignacio Gallego, presidente de la multinacional, una de esas acciones se cumple en el seno de las empresas, por medio de programas para sensibilizar y formar a los empleados en temas de diversidad, inclusión, solución de conflictos y derechos humanos.Otra de las estrategias más importantes se enfoca en fortalecer los negocios, en los que participen las comunidades vulnerables, como por ejemplo las personas que se han reinsertado a la vida civil. Una de estas iniciativas, nacida hace más de 50 años, consiste en la creación de un encadenamiento que involucre a los pequeños proveedores de cacao. Este programa busca llevar desarrollo económico y social a estas comunidades.Gallego explica que este proyecto asume que los agricultores son empresarios del campo. Por lo tanto, la estrategia se dirige a ayudarlos a desarrollar capacidades en el frente técnico y en el área empresarial propiamente dicha. El primero, en cabeza de la Compañía Nacional de Chocolates, consiste en brindar asesoría comercial y productiva a los cacaoteros. El segundo, liderado por la Fundación Nutresa, busca brindar herramientas de empoderamiento y desarrollo de sus territorios, así como mejorar la capacidad organizacional de las asociaciones productoras de cacao.Este programa ha apoyado proyectos que suman un área de 21.983 hectáreas y beneficia a cerca de 10.000 familias en 22 departamentos y 85 municipios del país. Además, ha ofrecido capacitaciones y giras técnicas a 2.897 técnicos y agricultores. El año pasado, la inversión ascendió a 1.609 millones de pesos.Según el presidente del Grupo Nutresa, la organización se trazó la meta de tener, a 2020, mil proyectos de desarrollo.La compañía fue reconocida en 2015 con el premio Emprender Paz gracias a la producción de cacao orgánico con las comunidades arhuacas, en el departamento del Magdalena. Esta distinción tiene como fin identificar y reconocer aquellas experiencias empresariales que han aportado a la construcción de paz en Colombia. A través de este programa asociativo, que fue creado en 2014 se beneficia a más de 140 familias productoras de la región.La fundación también trabaja en otros frentes. En Montes de María y el norte del Chocó ha apoyado a los productores de ajonjolí, marañón y cacao. En Chocó, la institución ha realizado varios encuentros con el fin de establecer un diálogo directo con las comunidades y los productores para buscar salidas a la pobreza y mejorar la inclusión social y productiva.