Y por fin se cumplió uno de los debates más esperados de los últimos tiempos en el Congreso de la República: el del paramilitarismo en el departamento de Antioquia, convocado por el senador del Polo Democrático Alternativo, PDA, Gustavo Petro. De contraparte principal actuó el ministro del Interior, Carlos Holguín Sardi, quien descalificó la argumentación del congresista y desestimó sus propuestas hacia el futuro. Esto porque durante una larga exposición –más de dos horas y media-, Petro detalló los vínculos de varios sectores del Estado con los paramilitares, narró episodios de los años del horror en el departamento, reveló varios nombres de alianzas entre ilegales y miembros de la Fuerza Pública, mostró fotos comprometedoras y temerarios testimonios, todo para indicar, al final, que esta historia de sangre no puede volver a repetirse nunca jamás. Por lo que propuso un gran Acuerdo Nacional por la Verdad. Este básicamente pasa por otorgar beneficios generales para colaboradores con grupos paramilitares, que Colombia acepte que el proceso de paz con las AUC fracasó y un perdón de las víctimas hacia sus victimarios. De lo contrario, según su argumentación teórica, nos vamos a seguir matando. El inicio del debate Petro inició el debate con la presentación de un vídeo en el que varios congresistas en el reciente pasado desestimaron sus investigaciones, pero que hoy están detenidos por la llamada parapolítica. Entre estas grabaciones están los reclamos en su contra de Álvaro García y Álvaro Araújo, que le hicieron en este mismo recinto; y uno más del presidente Uribe que lo señala de “terrorista” vestido de civil. De inmediato, mostró unas fotos de la campaña de Álvaro Uribe a la Presidencia en la que el actual Jefe del Estado aparecía en actos públicos y mítines políticos con varios de los congresistas, hoy tras las rejas. Después inició su exposición. El congresista llegó armado de datos sobre investigaciones y denuncias que comprometen a altos mandos policiales, militares, dirigentes de equipos deportivos y, en algunos casos, al Presidente de la República. Según dice, el proceso de paz con las AUC fracasó y por tal razón propuso un Acuerdo Nacional por la Verdad en el que se puedan integrar todas las personalidades que ayudaron a crear los grupos paramilitares. “Menos cárcel a cambio de la verdad plena”, dijo. Ante un Congreso repleto de curiosos, asesores, periodistas y estudiantes, el senador pidió a la sociedad colombiana que aceptara el fracaso de este proceso con el gobierno del presidente Uribe y que, a partir de ahí, se crearan constituciones locales con el fin de regenerar verdaderamente las zonas donde hubo desmovilizaciones, “todo para frenar la cadena de retaliaciones que hace mafioso tras mafioso”. El anunciado debate sobre cómo nació la parapolítica en Antioquia fue subiendo de tono a medida que Petro hablaba sobre los colaboradores que, por ejemplo, impulsaron grupos como las Convivir -que en su momento estaban autorizadas por la Ley-. Primero hizo referencia al gobernador de Antioquia a finales de los 90, el hoy presidente Uribe, quien dio vía libre a Salvatore Mancuso, Ignacio Roldán (alias ‘Monoleche’, acusado de matar a Carlos Castaño), José 'Chepe' Barrera, 'Julián Bolívar' y al hijo de Enilse López, alias ‘La Gata’, para guiar estas organizaciones que más adelante se convirtieron en autodefensas. Luego afirmó que en la finca Las Guacharacas, antigua propiedad de la familia del Presidente, llegó la Convivir Cóndor dirigida por Juan Villegas Uribe quien tenía contacto permanente con alias ‘Lucas’, un reconocido jefe paramilitar de la zona. Según el senador, en esa finca los paramilitares ejecutaron asesinatos de varios campesinos. El congresista respaldó su temeraria acusación en testimonios recogidos por las autoridades. Aseguró que esta finca fue usada como base por los paramilitares. Otra acusación que trascendió en el debate fue contra el Alto Consejero, Fabio Valencia Cossio, de quien aseguró había solicitado la ayuda de Ramón Isaza (ex comandante de las autodefensas del Magdalena Medio) con ‘sus concejales’ para la convención conservadora de 1995. Ante el señalamiento, un comunicado que apareció en la página web de la Casa de Nariño aclara esta información. “De inmediato puse en conocimiento de esto a la Fiscalía General de la Nación para que averiguara sobre la veracidad de la carta y el origen de su difusión y acerca del contenido de la misma (...) igualmente, declararon las personas mencionadas en la carta presuntamente firmada por el señor Isaza, desvirtuando bajo juramento las afirmaciones contenidas en la misma”. Contra el hermano del Presidente Enseguida cuestionó y mostró una foto en la que aparece Santiago Uribe Vélez, hermano del Primer Mandatario, con Fabio Ochoa Vásquez, miembro del Cartel de Medellín. Según Petro, la foto es de 1985, un año después del asesinato del ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla y cuando ya los Ochoa eran buscados por sus actividades mafiosas. Entonces el congresista del PDA señaló igualmente que en la finca La Carolina, también de propiedad de la familia del Presidente, los paramilitares tuvieron su base para cometer sus acciones. Luego dijo que el paramilitarismo se expandió por todo el país. En este camino, según Petro, los paramilitares –tomados de la mano de la mafia- asesinaron, según el congresista, a centenares de decenas de miembros de la Unión Patriótica, UP, a dirigentes de izquierda y a reconocidas figuras de los partidos tradicionales como Luis Carlos Galán. Y que en su espiral de violencia, terminaron derribando el avión de Avianca y colocándole un carro bomba al DAS. Mientras los ministros del Interior, Carlos Holguín; de Defensa, Juan Manuel Santos; y de Transporte, Andrés Uriel Gallego lo escuchaban en el recinto del Capitolio, el senador de izquierda habló sobre un informe de inteligencia que tenía información sobre el computador de alias ‘Jacinto’, miembro del estado mayor de las AUC que guardaba datos sobre los paramilitares en el 98. En el aparato se detallaban los movimientos de un Nuevo Cartel de Medellín que al parecer se reunió “en años recientes” con una pasada cúpula de la Fiscalía, investigación que Luis Camilo Osorio, Fiscal General hasta 2004, dio por cerrada sin aparente razón. “Esta nueva organización la integraban Gustavo Adolfo Upegui, presidente del equipo de Fútbol Envigado F. C. (…); Ricardo Londoño, socio del Deportivo Independiente Medellín y Hugo Albeiro, de quien decían tenía mucho poder en la organización”, dijo Petro. Se cree que este movimiento patrocinó grupos de los ‘paras’ de Bello y penetró la administración de dicho municipio. El caso del general Durante la jornada, el congresista recordó los nombres de algunos oficiales del Ejército y la Policía como el general Rito Alejo del Río y el coronel Mauricio Alfonso Santoyo que resultaron involucrados con las autodefensas, pero reveló otros que hasta el momento se desconocían. Aseguró que el general Daniel Castiblanco, actual comandante de la Policía, estaba comprometido con el crecimiento de los grupos paramilitares del Magdalena Medio, así como el coronel Gabriel Ramón Díaz. Y que el coronel en retiro Alfonso Plazas Vega (investigado en el caso del Palacio de Justicia) dejaba que sus fuerzas de caballería estuvieran en las fincas de Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mejicano, en ese entonces uno de los hombres más sanguinarios del Cartel de Medellín. Por último hizo referencia a una “bolsa común” que al parecer tenía el Ejército, grupos narcotraficantes y las AUC, y que era pagada por el ex jefe paramilitar, Carlos Castaño Gil. “En todos estos casos la justicia ha sido manipulada, igual que en Norte de Santander”, señaló Petro antes de terminar su ponencia cuando se preguntó si los buses en los que se transportaron los habitantes de la Comuna 13 para hacerle un homenaje hace tres semanas al comandante del Ejército, general Mario Montoya, no serían los mismos de Hugo Albeiro, el del Nuevo Cartel de Medellín. Respuesta del Ministro Tras las acusaciones de Petro, el ministro del Interior, respondió los señalamientos de dirigente del PDA. Lo primero que hizo Holguín, fue tratar de desacreditar la investigación que hizo el legislador señalando que “se basó en expedientes que no han sido fallados por la justicia y que, además, no hace referencia a fechas específicas”. Y sobre la cantidad de documentos que presentó Petro durante su presentación, Holguín manifestó que se sentía débil. “Mi condición de inferioridad se da porque a Petro le comen cuento en todas partes. En la Fiscalía, la Procuraduría y hasta en los medios de comunicación”. Tras decir eso, se fue lanza en ristre contra las guerrillas y las señaló de ser las culpables de la violencia en el país. “Quienes enseñaron la teoría del ‘con tal de qué...’ de que habla el Senador eran aquellos que combinaban diferentes formas de lucha, movilizaban a jóvenes y profesores para envenenarlos en una lucha”. Según sus comentarios, en ese panorama se gestó la filosofía y política del actual presidente, Álvaro Uribe. “No fue desde 1995, como lo señala el Senador, sino desde mucho antes”. Para Holguín, la virtud del Presidente es la de tomar las banderas desde la institución para frenar la violencia. A renglón seguido, Holguín volvió a arremeter contra la guerrilla. Y en una clara alusión a Petro que fue militante del M-19, atacó a este movimiento armado ilegal. Así, sacó una foto en la que se veían miembros de las Farc y el M-19 en el Magdalena Medio, donde, según las versiones, se inició el paramilitarismo a comienzos de la década de los 80. “¿Qué hacía el M-19 reunido allí con las Farc, que era el grupo que se estaba disputando el territorio con los paramilitares?”, cuestionó Holguín. “Para aquella época, en 1982, el M-19 estaba en contra del narcotráfico. Apenas tres años más tarde, en 1985, estaba a su favor, cuando ocurrió la toma del Palacio de Justicia”. Después, ocurre el asesinato de Luis Carlos Galán. “¿Con qué cara vienen a hablar de verdad y justicia, cuando se indultó a William Carvajalino, señalado de ser coautor de secuestro extorsivo y hurto y que su condena sería de ocho años de prisión?”, cuestionó Holguín en su discurso. “Aún así, la oposición repudió la Ley de Justicia y Paz y exige que con los desmovilizados paramilitares se llegue hasta las últimas consecuencias”, dijo el Ministro, respecto a la propuesta que hizo Petro. Al final, desestimó la propuesta del senador de convocar a un gran Acuerdo Nacional por la Verdad. Por su parte, el general Castiblanco dijo en una improvisada rueda de prensa que mientras fue comandante de distrito en Puerto Boyacá, cuando tenía el grado de mayor de la Policía en 1991, jamás se reunió con Pablo Escobar ni con Gacha, como lo dice Petro. “Gacha murió el 15 de diciembre en 1989, así que no me pude haber reunido con él en el 91 como dice el senador, y Escobar ingresó en la Catedral en el 91 y se fugó después, o sea que tampoco pude haberme visto con él en ese entonces”, respondió el oficial. Dura reacción del Gobierno En la noche de este martes, el consejero presidencial José Obdulio Gaviria reaccionó indignado ante lo afirmado por Petro. “Su condición de senador no le da derecho a irrespetar así a la país, a la democracia y a los colombianos”, sentenció en diálogo con Semana.com. El consejero del Jefe del Estado dijo que todos los ciudadanos deberían recordar que en la finca ‘Las Guacharacas’ fue otro grupo terrorista (las Farc) las que cometieron terribles asesinatos en contra de la familia del Presidente, entre ellos su padre, Alberto Uribe. “La finca fue quemada, destruida y convertida en un campo de sangre por esos terroristas. Nadie entiende por qué ahora Petro viene con esa historia. El único asesinato judicializado fue el del señor Uribe ”. Y sobre la finca ‘La Carolina’, Gaviria dijo que esta era de propiedad de ilustres y honestos ciudadanos antioqueños. Por lo que, dijo, con su afirmación Petro ha manchado el honor de unas personas ejemplares. Sobre el debate en general, Gaviria dijo que “nunca antes había visto un debate tan deshilvanado, calumnioso y en la que se irrespetó a la justicia, a la gente, a los colombianos, y hasta el propio presidente Uribe de una manera abusiva”. Para el asesor del Presidente Uribe, lo dicho por Gustavo Petro es una “verdadera vulgaridad”, sus afirmaciones “son calumniosas” e “irrespetuosas”. Sobre la foto del hermano del presidente con uno de los Ochoa, Gaviria señaló que era “infortunada”. Pero, sentenció, por ningún motivo tenía que hacerle daño al Jefe del Estado pues al fin y al cabo su hermano jamás ha hecho política.