- Buenos días, Sandra, estoy aquí parada en la puerta del negocio de Cristian. Tengo más de una hora tumbando la puerta y acá no hay un portero. ¿Y si las mujeres tienen una emergencia? - ¿Con quién hablo? - Con la prima de una chica que trabaja aquí. Ella necesita sacar su ropa para lavarla porque no tiene ni siquiera los cucos limpios y el portero le dijo que era imposible que la sacara. - De acá no puede sacar ropa, mamita. - ¿Ella pagó la deuda que tiene con Cristian? - No. - Ella me está diciendo que canceló su deuda de pasaje, eran 150.000 pesos. - Dígame quién es usted. Este es un fragmento de las conversaciones con las que la Policía descubrió una red de trata de blancas que funcionaba en el barrio Santa Fe, en pleno centro de Bogotá. La persona que le reclama a ‘Sandra’ lo que pasa es de nacionalidad venezolana y “su prima”, también. El audio corresponde a lo que hoy, a través de la Operación Penumbra, la Policía denominaría Operación libertad: el rescate de 43 mujeres venezolanas que habían sido engañadas desde Cúcuta con falsas promesas laborales, para posteriormente trasladarlas a la capital y obligarlas a ejercer la prostitución. Puede leer: Falso fraile decía ayudar a “hermanos venezolanos” pero los explotaba sexualmente  Todo ocurrió entre la noche del miércoles y el jueves en la mañana, en el marco del plan de choque ‘El que la hace la paga, más cerca del ciudadano’, donde la Policía Metropolitana de Bogotá, en coordinación con la Fiscalía General y la Alcaldía, dio un golpe a la criminalidad en una operación de grandes proporciones. ‘Penumbra’, que se llevó a cabo en la localidad de Mártires y se tradujo en 100 allanamientos para combatir estructuras de microtráfico, trata de personas y corrupción, permitió la captura de 144 personas entre hombres y mujeres que conformaban 18 peligrosas estructuras delincuenciales. Lo que encontraron en materia de trata de personas fue espeluznante. Según la Policía de Bogotá, cuando allanaron los locales que funcionaban bajo la fachada de bares abiertos al público en el centro de la ciudad, las autoridades encontraron que en una casa tenían encerradas a 43 mujeres venezolanas. “Mantenían con candados las puertas y ventanas, como si se tratarán de celdas, para evitar que las mujeres extranjeras huyeran del lugar”, dice el informe. La red, conformada por 15 personas que fueron capturadas, funcionaba de la siguiente forma: en Cúcuta, Norte de Santander (frontera con Venezuela), un hombre conocido como ‘Jeison’ reclutaba a las mujeres extranjeras haciéndoles falsas ofertas de trabajo; luego, las víctimas entraban en contacto  con ‘Cristian’, quien, desde Bogotá, coordinaba el transporte de estas hasta la capital, una función que, a su vez, estaba a cargo de otros dos miembros de la red: ‘John’ y ‘Wilmar’. De igual forma, las redes sociales también jugaban un papel importante para atraer a las mujeres venezolanas, pues los delincuentes creaban perfiles falsos con atractivas propuestas laborales que, en medio de la crisis del vecino país, se convertían en la carnada perfecta para atraer a las víctimas. Una vez llegaban a Bogotá, las mujeres ya entraban debiendo el pasaje, que según audios que pudo recoger la Policía, se los cobraban a 150.000 pesos. Esa era su cadena más grande, más que los cerrojos que tenían las puertas y ventanas del establecimiento en que trabajan. Si no pagaban la deuda, como dice ‘Sandra’ en el audio compartido por la Policía, no podían salir del establecimiento. Puede leer: Los desenfrenos de la cuidadora de los hijos de las prostitutas  ‘Sandra’ era la colombiana que las llevaba hasta el barrio Santa Fe, en la localidad de Los Mártires, donde iniciaba su pesadilla, pues constantemente eran amenazadas y torturadas por los otros miembros de la red: ‘El Negro’, ‘Juliana’, ‘El Calvo’, ‘Germán’, ‘La Camarera’ y ‘Elkin’. En este audio, por ejemplo, dos miembros de la banda pactan la traída de más mujeres al establecimiento desde Cúcuta y establecen tarifas para la comisión que cada uno recibiría por cumplir su parte:

Las comisiones variaban entre los 50 y los 100 mil pesos, según “la calidad de las mujeres”. Otro de los impresionantes hallazgos fue que si una de las mujeres resultaba embarazada, de inmediato era llevada donde alias ‘El Médico’, quien les practicaba abortos en condiciones insalubres. En una de las interceptaciones telefónicas que las autoridades hicieron, se evidencia cómo este “médico” les recetaba antibióticos así supiera que ellas tomaban alcohol a diario. Y si bien en este audio, según expertos consultados por SEMANA, no hay indicios de que le estuviesen practicando un aborto a la mujer en cuestión -por el contrario, lo que le estaban recetando eran medicamentos para inhibir contracciones uterinas y evitar un parto prematuro- sí es claro que el procedimiento era practicado de manera precaria. Le recomendamos: La encrucijada de las venezolanas que llegan a prostituirse a Cúcuta  En la acción de la Policía, fueron intervenidos cuatro establecimientos de proxenetismo, uno de estos en Cúcuta y los otros tres en el barrio Santa Fe. Los capturados fueron presentados ante las autoridades judiciales, por los delitos de inducción a la prostitución, constreñimiento a la prostitución y aborto sin consentimiento. Escuche aquí la conversación completa entre ‘Sandra‘ y la venezolana que intentaba ayudar a escapar a una joven que estaba atrapada en uno de los establecimientos: