La compañía Teatro Danza Pies del Sol nació hace 16 años como un grito del pueblo del sur del país. Para Gerardo Rosero, su fundador y quien heredó el amor por la danza de sus padres, es una forma de resistencia de las comunidades indígenas de todo el departamento de Nariño que por años han tenido que soportar hambre, desplazamiento, guerra y narcotráfico. “En medio de tanta barbarie también hay un espacio para esa materia llamada cuerpo”, dice él.Esta danza llena de mística personifica a figuras ancestrales como el Chamán, el Jaguar, el hombre árbol y el Taitico (Santo) danzarín. Representa el sincretismo entre la herencia de la religión católica y la cosmovisión de comunidades indígenas que se asientan en municipios como Ancuya, Belén, Chachagüí, Guachucal, Ipiales, Mallama, Magüí, Santacruz y Yacuanquer. Sus bailes hacen parte de las fiestas patronales donde se bebe chicha y chancuco. Ellos hacen homenaje a los santos católicos como la virgen pero también a la pacha mama.