Una encuesta realizada en Italia sobre el impacto psicológico en los niños de las cuarentenas por el coronavirus cuantifica lo que muchos padres han observado estas semanas: los niños están más irritables, tienen problemas para dormir y, sobre todo los más pequeños, están llorando más e incluso retrocediendo en su desarrollo. Esos síntomas fueron más pronunciados en familias donde los padres estaban particularmente estresados y en familias con familiares ancianos o con alto riesgo de enfermarse gravemente de covid-19, de acuerdo con la encuesta nacional realizada por el Hospital Pediátrico Giannina Gaslini en Génova en conjunto con la Universidad de Génova.
El Ministerio de Salud de Italia publicó el martes los resultados de la encuesta anónima hecha a 6.800 personas que respondieron voluntariamente a un cuestionario en línea del 24 de marzo al 3 de abril. La fecha de inicio fue dos semanas después de que inició el confinamiento de 10 semanas en Italia, el primer país de Occidente adonde se sabe que llegó el virus. Entre aquellos con niños menores de 6 años, el 65 % informó que sus hijos sufrieron problemas de comportamiento y regresión. Los problemas más comunes fueron aumento de la irritabilidad, problemas de sueño y ansiedad por separación. Algunos investigadores también informaron que sus hijos lloraron desconsolados.
De los encuestados con niños de entre 6 y 18 años, el 71 % informó que sus hijos también mostraban problemas de ansiedad y dificultad para respirar. Los adolescentes tenían problemas particulares para conciliar el sueño y despertarse. “La gravedad del comportamiento disfuncional en los niños se correlacionó de manera estadísticamente significativa con el grado de malestar experimentado por sus padres”, dijeron los investigadores. Tal malestar incluyó mayor ansiedad, problemas para dormir y uso de productos farmacéuticos, y fue más agudo en familias con niños y miembros de edad avanzada, dijeron los expertos.
La viceministra de Salud, Sandra Zampa, dijo que los resultados muestran que la cuarentena afectó de manera particular a los niños. Ahora que Italia está reanudando sus actividades, se les debe ayudar a recuperar una sensación de estabilidad y normalidad, agregó. “El no permitirles ir a la escuela o ver a sus maestros y amigos, o correr o jugar en el parque con sus amigos sin duda los afecta”, dijo Zampa. Ahora se debe ayudar a los niños a aprovechar la experiencia y emerger más fuertes, “sabiendo que pueden pelear y ganar incluso una batalla difícil como la que peleamos contra el coronavirus”, agregó.