Los crímenes cometidos por Niels Högel, de 42 años, "desafían la razón y todos los límites conocidos", aseguró el presidente del tribunal, Sebastian Buhrmann, al pronunciar su condena a perpetuidad, con un período de seguridad que hará muy difícil cualquier perspectiva de puesta en libertad incluso más allá de los 15 años. El tribunal de Oldenburgo, en el noroeste de Alemania, declaró a Niels Högel, de 42 años, culpable de asesinar a esos pacientes mediante inyección en los hospitales donde trabajó entre 2000 y 2005. Lea la nota completa aquí