El Partido Conservador no conoce la oposición desde 1998, aunque en estos 20 años solo ha tenido un presidente en la Casa de Nariño (Andrés Pastrana): En los dos gobiernos de Álvaro Uribe, y en los dos de Juan Manuel Santos, los godos hicieron parte de la maquinaria parlamentaria que les dio amplia gobernabilidad, y a cambio siempre tuvieron sillas en el gabinete y cuotas burocráticas. Para este 2018, el Partido Conservador no presentó candidato presidencial, pero los casi dos millones que obtuvieron los parlamentarios del partido el pasado 11 de mayo, los puso en una condición que manejan a la perfección, cotizar su apoyo y arrimarse al árbol que más sombra los cobije. Dos candidatos, Germán Vargas Lleras e Iván Duque, eran los que se disputaban el “cariño verdadero” (los votos) de los godos. El exvicepresidente de Santos y el candidato de Uribe. Los conservadores que habían sido socios de ambos se dividieron entre dos aguas. Y durante más de un mes de discusiones internas, este miércoles terminó el pulso. Lo ganó Vargas Lleras.
Todo se dirimió en la surnas. Los senadores y representantes del partido se reunieron para tomar la decisión definitiva. Dos propuesta se pusieron en dfiscusión. La primera pedía firmar un acuerdo programático con Germán Vargas Lleras, la segunda postergar el debate una semana para que la junta de parlamentarios se reuniera con Vargas, pero también con Iván Duque. Esa última proposición fue derrotada. A continuación se acordó entonces someter a votación con qué candidato el Partido Conservador debería firmar un acuerdo programático. Duque o Vargas Lleras. Se instaló una urna y hasta las 3:00 de la tarde los congresistas tuvieron oportunidad de depositar su voto. El escrutinio arrojó el siguiente resultado: 32 votos por Vargas, 23 por Duque.
La votación demostró que en el Partido Conservador la división se mantiene. Por eso, y para evitar que las diferencias entre los de Duque y los de Vargas fracturen la colectividad, el Directorio Nacional se reunirá la próxima semana para declarar la libertad de voto. Eso significa que los parlamentarios derrotados en la urna azul, y que quieran ir con el candidato uribista, podrán hacerlo. No tendrán sanciones ni se les aplicará disciplina para perros. Efraín Cepeda, actual presidente del Senado, y uno de los que promueve el apoyo a Vargas Lleras, se declaró victorioso tras esta elección y aseguró que es un mandato político iniciar un acuerdo programático con Vargas Lleras. Sin embargo, los que votaron por Duque no acatarán la decisión porque no es vinculante, toda vez que la bancada parlamentaria no es la máxima instancia de decisión.