La ruptura de los diálogos de paz entre el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) fue una de las razones que motivó al partido político Fuerza Alternativa Revolucionara del Común (Farc) a desistir de marchar este domingo en rechazo al atentado ocurrido el pasado jueves en contra de la Escuela de Cadetes de la Policía General Santander, en Bogotá.  Luego de un amplio debate, la dirección nacional y los representantes departamentales de este movimiento político optaron por no salir a las calles. La decisión se tomó la noche del sábado en el marco de la convención nacional de ese partido que se viene adelantando en el municipio de Melgar (Tolima). Puede ver:  La versión del vendedor de la camioneta blindada que estalló con 80 kilos de pentolita "Exigimos una #PazCompleta, no nos prestamos a una marcha que reivindique el odio, instrumentalice el dolor y posicione el miedo, por eso #YoNoMarchoConElUribismo", señaló Luis Alberto Albán Urbano, representante a la Cámara de las Farc a través de su cuenta de Twitter, dejando entrever la posición de ese grupo político frente a la marcha. 

A su turno, Sandra Ramírez, integrante del Consejo Político Nacional de las Farc, afirmó que la ruptura de los diálogos con el ELN era un retroceso en la búsqueda de la paz para los colombianos. La líder de este movimiento considera que "los tiempos de guerra" pueden volver tras esta decisión. 

Ante el posible recrudecimiento de la violencia, las Farc le hicieron un llamado al presidente Iván Duque a mantener los diálogos de paz con el grupo guerrillero. Por medio de una carta firmada y leída por Rodrigo Londoño Echeverry, presidente de ese partido, instaron al gobierno a replantear su posición. Puede leer: A la cárcel presunto coautor del atentado con carro bomba "Lo que la inmensa mayoría de colombianos vemos venir con la cancelación del diálogo, es precisamente la multiplicación masiva de esos horrores durante años. Lamentablemente, dolorosamente, pero también inevitablemente, es lo que sucederá. Evitémosle eso a Colombia, a sus hijos, a sus madres y padres. No precipite usted la guerra total. Se lo decimos nosotros, que logramos sacar a buena parte de nuestros compatriotas del infierno. Presidente, siempre será mejor la paz que la guerra. Cuente con nosotros para la primera", indicaba el documento.  Londoño aseveró que la guerra, en definitiva, es un desastre para un país y un pueblo. "Más aún cuando enfrenta fuerzas internas, hijos de la misma tierra, hermanos unidos por siglos de historia", apuntó Londoño, quien consideró que "si seguimos por la senda que hoy traza, estaremos destinados a Estado fallido".  Le puede interesar: No al terrorismo: ¿una marcha que podrá unir al país? El líder del partido de las Farc recordó que varias veces intentaron vincular al ELN al proceso de paz que se adelantó en Cuba, pero finalmente eso nunca se dio.   "Dios sabe que hicimos cuanto estuvo a nuestro alcance por conseguir que el ELN se vinculara al proceso de paz que desarrollábamos en La Habana. Llegamos a acuñar la fórmula de un solo proceso, dos mesas de diálogo. El ELN planteaba que al pasar ellos a la fase pública de las conversaciones, trabajarían conjuntamente con nosotros. Con infortunio para Colombia las cosas no se dieron así. Mientras nosotros avanzamos hasta la firma del Acuerdo Final, ellos terminaron estancados en su mesa de diálogos", expresó.  Londoño dijo que el ELN debe dar muestras de su voluntad de paz. "El secuestro y el terror no tienen cabida hoy. Tampoco el terror de Estado. Ni los crímenes de líderes y reincorporados", manifestó.  Puede leer: Cuba se niega a pedido del presidente Duque, dice que se ceñirá a lo acordado El presidente del partido de las Farc rememoró el momento en el que el proceso de negociación que esa exguerrilla sostuvo inicialmente con el gobierno también se fue al traste.  "En febrero de 2002 hacíamos esfuerzos por sostener la mesa de diálogo del Caguán. Hasta que, sin consulta, una unidad nuestra desvió un avión en el Caquetá y secuestró al senador Gechem. Nadie en nuestro secretariado hubiera dispuesto algo así. Pero sucedió, dando lugar al fin del despeje y a una guerra de 15 años que costó la vida a incontables compatriotas. La salida dialogada se produjo finalmente, pero al precio de metros cúbicos de sangre, de dolor sin límites. Ninguno ganó, todos perdimos. En la confrontación pasan cosas, hay que entenderlo", puntualizó.