Una nueva amenazas tiene a los jóvenes de hoy no son producto del mundo real: el reto de la ballena azul, el “macabro” juego que ha sido vinculado al suicido de centenares de adolescentes alrededor del mundo. Aún no hay certeza de que haya una conexión entre el reto y los suicidios pero por ejemplo Yulia Konstantinova, una estudiante de colegio de 15 años, publicó en su cuenta de Instagram la foto de una ballena azul, seguida de la palabra "END", FIN, poco antes de terminar con su vida. ¿Coincidencia?Para que los padres puedan identificar si sus hijos hacen parte de estos grupos y así prevenir que terminen abocados al suicidio SEMANA.COM habló con Gloria Marcela Basto Beltrán, médica especialista en psiquiatría con una maestría en trastornos del sueño y psiquiatría del niño y adolescente de la Universidad Pablo de Olavide. Ella explica cómo funcionan estos retos en las mentes adolescentes, y cómo prevenir que los niños terminen atrapados en los mismos. SEMANA.COM: ¿Cómo se le puede describir a los padres de familia juegos como el de la ballena azul?C.M.B: Este es un juego que aplica por internet, en el que los niños son contactados principalmente a través de páginas de Facebook y de Whatsapp, y son retados a cumplir 50 objetivos. Como requisito para poder participar en este llamativo juego, porque de alguna manera les venden a los niños la idea de que es una cosa muy interesante, deben compartir datos personales y familiares. Al entrar en el juego, el niño queda atrapado porque este será amenazado con que van a lastimar a sus familiares. SEMANA.COM: ¿Usted sí cree, como muchos afirman, que estos suicidios que se han presentado en Rusia e incluso en países como Colombia, sí están relacionados con el juego de la ballena azul?C.M.B: Puede ser a razón de este juego específicamente, o pueden ser causados por otros juegos similares porque, por ejemplo páginas como: “Me gusta la sangre”, “Psicodelia”, “La Biblia satánica”, también incitan a cumplir retos en los que el niño se debe cortar a si mismo, etc.Me llama la atención que he visto dos casos de adolescentes en el ultimo mes con la idea de cortarse, o de lastimar a los padres y de agredirlos físicamente, como retos impuestos a través de grupos. Ambos fueron detectados por los padres y fueron excluidos del grupo, pero los dos tenían mucho miedo y manifestaban que se querían morir, que no querían salir de la casa… Y no se han hecho las cortadas convencionales que llegan habitualmente al consultorio, sino cortes fuertes con sangrados importantes.Le puede interesar: Cómo prevenir las consecuencias de la Ballena AzulSEMANA.COM: ¿Cómo definiría usted el perfil del niño o adolescente que pueda caer en un juego como el de la ballena azul y termine quitándose su propia vida?C.M.B: Yo creo que los programadores de estos juegos detectan a personas que están solas y que se conectan en la noche. Personas que incluyen en sus perfiles cosas retadoras. El adolescente que cae es uno al que le gustan los retos, a otros simplemente no les interesa. Niños que ya han tenido antecedentes de cortarse y lo publican; niños que publican estados de ánimo depresivos como: “me siento solo”, “estoy triste”, “estoy vuelto nada”… Hoy los niños publican todo en sus redes sociales y esos perfiles son muy susceptibles porque los dueños de estos juegos saben como entrar: ofreciéndoles un propósito de vida, una aventura. SEMANA.COM: ¿Usted a que cree que se deba la atracción de los niños y adolescentes por este tipo de propuestas? ¿Qué es lo que tienen estos juegos que atrae tanto a la juventud?C.M.B: Estos juegos tienen varios elementos. El primero es el de poder pertenecer a algo. De por sí en la época de la adolescencia todos queremos pertenecer y ser parte de algo, de nuestro grupo, tener algo en común con otras personas, y hoy por hoy hay muchos jóvenes, incluso de familias muy prestantes que tienen todo, pero que no pertenecen a nada. Están solitos.Entonces cuando no hay nadie, cuando no hay un adulto presente, el niño no siente que pertenece, y entonces es mucho más fácil ser penetrados por ese tipo de delincuentes, porque son delincuentes, que lo que proponen a los jóvenes es, “ser parte de”. “Si cumples ese reto eres un valiente y eres parte de nosotros”. SEMANA.COM: Entonces el acompañamiento es clave.C.M.B: Sí. Otro de los elementos es que, por ejemplo hay niños que se sienten solos incluso con los padres y familiares cerca, y los padres no tienen la dimensión del riesgo que tienen las redes sociales. No se trata de prohibirlas al máximo pero si se necesita un acompañamiento. Y definitivamente en las noches no hay ninguna razón por la que un niño o un adolescente tenga que estar usando las redes porque ahí es que son bombardeados con este tipo de retos. Hay papás que incluso ya se sienten incómodos al entrar a la habitación del hijo y lo dejan solo con el aparato sin saber con quién y sobre qué está interactuando su hijo. También otro de los factores que mas incide sobre la atracción de los jóvenes a este tipos de juegos son las disoluciones familiares, el hecho de que tenemos muchos hogares rotos y honestamente, la ausencia de Dios. No estoy hablando de una religión, quisiera aclarar. Pero en la medida en la que no hay una serie de valores, una fe y un norte claro, entonces los niños son halados a cualquier cosa y no tienen el criterio para saber si es malo o hace daño.Le puede interesar: Cinco señales de alerta para prevenir el suicidio infantilSEMANA.COM: ¿Un padre cómo podría identificar si su hijo está involucrado en un juego de esta naturaleza, en estas actividades?C.M.B: Bueno, pues hay varias señales que pueden poner a los padres alerta como algunos cambios en la forma de vestirse, de actuar o conductas extrañas. Por ejemplo: hubo un paciente que se comió algo así como 32 huevos; toca ponerle mucho cuidado a ese tipo de conductas porque parece un reto. No son necesariamente conductas suicidas pero si son muy atípicas. También cuando un niño se comienza a aislar, uno de los factores puede ser depresión y si su única relación es con el computador, con el celular o con la Tablet, ahí es que toca entrar a mirar que está pasando con él.También hay conductas en donde hay un cambio de “religión” o una tendencia a buscar en el área de lo satánico. En este momento hay varias modas en los adolescentes en los que se usan calaveras etc,. No estoy diciendo que todos los que hacen uso de estas prendas están metidos en estos juegos, pero sí hay una influencia grande a través de las sectas satánicas, que son grupos que promueven los niños y jóvenes que lo que en las otras religiones están negándoles es la posibilidad de vivir el placer y proponen una vida mucho más plena. SEMANA.COM: ¿Cómo puede un padre prevenir que sus hijos hagan parte de estos juegos y que avancen en los mismos?C.M.B: Bueno lo primero es tener una red amorosa, buscar la forma de restablecer la comunicación en casa porque esto se presenta en familias en donde la comunicación esta rota. En esos casos se debe buscar ayuda: existen profesionales que tratamos el tema desde la psiquiatría y la psicología, y no sólo cuando el niño ya llega con conductas suicidas sino que atendemos también al papá o a la mamá que está inquieto.Definitivamente toca estar alerta y conocer a sus hijos. Es conocerlos porque yo como papá no puedo detectar una conducta extraña si ni siquiera conozco a mis hijos: no sabré que es extraño y que no. Entonces es estar cerca y conversar con ellos. Conversar no es equivalente a preguntarles si hizo las tareas y se portó bien en el colegio; no. Es preguntarle cómo le fue, quiénes son sus compañeros y como son. Pídanle a sus hijos que les cuenten sobre las redes, que se las expliquen amistosamente, sin juzgar. Es conversar sin juzgar y luego ya es entrar a proteger, a ponerle un cerco a la situación y a poner los limites para que el adolescente este protegido. SEMANA.COM: ¿Pero entonces no le aconsejaría a los padres prohibir el uso de las redes sociales?C.M.B: Depende. Yo creo que las redes sociales en niños menores de 13 años no tienen sentido. Después de los trece años tiene algún sentido pero con acompañamiento. Y los amigos que deben tener en las redes sociales son los compañeritos de su curso. Eso tiene que estar limitado. En la infancia no tiene sentido que un niño este ahí con acceso a información realmente sensible. Ya mas grandes, en la adolescencia, es muy complicado limitar. ¿A los 14, 15 años como limitas a un adolescente para que entre a la red? Es muy complicado pero, por eso es que toca estar atentos, preguntar, demostrar interés por las actividades de su hijo.