Colombia es un país que vive en medio de constantes matices. Las principales ciudades capitales se encuentran hiperconectadas en lo que se refiere a Internet, banda ancha y fibra óptica, mientras que aún tenemos veredas y lugares apartados en los que no hay señal ni siquiera de telefonía celular.
Tan solo el 60 % de los hogares colombianos tienen acceso a Internet, y de acuerdo con información del Ministerio de las TIC, el 40 % de la población colombiana no está conectada. De los 38 miembros que tiene la OCDE, Colombia ocupó el último lugar en el más reciente ranking presentado por esta organización.
Sin perjuicio de los bajos niveles de cobertura del país, el Gobierno nacional ha decidido iniciar la subasta de 5G. Esta es una buena noticia para todos los colombianos, teniendo en cuenta que esta nueva tecnología traerá prosperidad y bienestar tanto en lo social como en lo económico a todos los ciudadanos colombianos, más allá de si se encuentran conectados o no.
Para los que desconocen el tema, el 5G es la quinta generación de telefonía celular inalámbrica, que ofrece una mayor velocidad de carga y de descarga, y genera verdaderas autopistas en materia de conectividad. Para que se hagan una idea, la tecnología 5G ofrece una tasa de latencia (demora entre el envío y la recepción de la información) bastante baja, llegando incluso a que esta sea de un milisegundo, es decir, 1/1000 de segundo. Esto permitirá conectarnos prácticamente en tiempo real a través de cualquier dispositivo.
Adicionalmente, el 5G soporta hasta un millón de dispositivos conectados por kilómetro cuadrado de manera fiable y segura. Entre los atributos que tiene esta tecnología está el realizar intervenciones quirúrgicas teleasistidas (un cirujano puede dirigir un equipo médico a distancia y mediante el uso de una Tablet y un lápiz táctil indicar como adelantar el procedimiento, de hecho ya se hizo la primera cirugía de este tipo), creación de nuevas flotas de vehículos autónomos (que no requieren conductor) y mayor eficiencia en las labores agrícolas, llevando el Agtech a un nuevo nivel, por citar solo unos ejemplos.
Si bien el 5G traerá a Colombia múltiples beneficios, también hay aspectos en materia de soberanía y seguridad nacional que deben sopesarse. Si llegara a ganar la subasta un oferente chino, o que utilice tecnología procedente de este país, podríamos tener serios baches en materia de seguridad y soberanía nacional.
Hemos podido observar como en otros países plataformas como TikTok han sido completamente prohibidas, justo por considerarse aliadas del gobierno chino en materia de espionaje y recolección de datos. Bélgica, Canadá, Afganistán, Dinamarca, India, Nueva Zelanda, Noruega, Pakistán, Taiwan, Francia, Suecia y Estados Unidos, son algunos países en los que existe actualmente un veto total o parcial para esta aplicación.
En el área de 5G, actualmente la Unión Europea tiene un conjunto de directrices llamado “5G Toolbox”, la cual en su más reciente actualización prácticamente veta a oferentes chinos como Huawei y ZTE. Sobre el particular, Thierry Breton, Comisario de la Unión Europea a cargo del mercado interior, ha manifestado hace pocas semanas lo siguiente:
“La Comisión subraya en su Comunicación su gran preocupación por los riesgos que plantean determinados proveedores de equipos de comunicaciones de redes móviles para la seguridad de la Unión. La Comisión considera que las decisiones adoptadas por los Estados miembros para restringir o excluir a Huawei y ZTE de las redes 5G están justificadas y cumplen con 5G Toolbox. De conformidad con tales decisiones, y sobre la base de una amplia gama de información disponible, la Comisión considera que Huawei y ZTE representan, de hecho, riesgos sustancialmente mayores que otros proveedores de 5G”.
Considero como fundamental y trascendental, que el Congreso de la República realice un seguimiento estricto a la subasta de 5G y a sus oferentes. Las precauciones que están tomando los europeos no son banales, por el contrario, muestran con preocupación la posible injerencia de gobiernos extranjeros, no solo en materia de propiedad intelectual, espionaje, marcas y patentes, así como la salvaguarda de procedimientos y secretos industriales, sino también la posible intrusión de otros Estados, en este caso el chino, en el cambio de narrativas que podrían ser definitivas para sus países.
Espero también que el Gobierno nacional vigile con lupa las implicaciones que tendría la utilización de tecnologías provenientes de países como China, que luego de un completo análisis, son vetadas en Estados Unidos y Europa. Ojalá en el MinTIC tengan claridad sobre lo perjudicial que puede ser para el país llegar usar tecnologías de este país en lo referente a 5G.
Este es un asunto de gran calado en materia de seguridad nacional, razón por la cual los ciudadanos del común también debemos hacer una veeduría a este proceso que culmina el próximo 20 de diciembre. Ojo con la subasta.