No más trinos, ni entrevistas. La defensa del sistema de salud necesita es acción. Y no va a ser del gremio o de las empresas, pues están muertos (por no decir cag…s) del susto. No han entendido que acá el debate no es de argumentos, pues lo que Petro y Corcho quieren es acabar con el sistema. Quieren que el Estado sea quien provea ese servicio y que los privados no existan. Y así terminemos como Venezuela, el país más rico del mundo en petróleo y sin gasolina.
No quiero quedarme en la calidad del sistema o en las cifras de cobertura o pago de bolsillo, el mejor del continente, de paso hay que decirlo, pues eso no les importa a Corcho y menos a Petro. Las mentiras que le han dicho a la opinión pública sobre el tema son de tal magnitud que pensar que por ahí es la cosa es equivocarse. Para el presidente y la ministra el tema es ideológico. Punto final.
Así que dejemos de lado la discusión, pues es mejor entrar a la acción, ya que, como hemos visto en los medios, el Gobierno, así sea con plagio de presentaciones y toda clase de falsedades, tomó la iniciativa. Y no es que el sistema esté perfecto, necesita muchas mejoras. Pero si lo acaban, que es lo que quiere Petro, no habrá mejora posible.
Lo primero es la acción política. Hablando hace unos días con el senador David Luna, de Cambio Radical, salió una idea que hay que ejecutar ya. Crear una bancada en el Senado y en la Cámara en defensa de la salud. Bancada que no debe tener color político. Verdes, liberales, del Centro Democrático o del Pacto Histórico son bienvenidos. Esta bancada no está para polarizar, sino para construir sobre la base de lo construido. Y aprovechar para hacer los cambios al sistema para mejorarlo sin desconocer lo que hasta hoy se ha logrado.
Una bancada de esta naturaleza puede abrir un camino clave para el desarrollo de Colombia en medio de estas tormentas ideológicas en las que se debate este mundo polarizado, la creación de políticas de Estado, de consenso sobre los temas fundamentales del hoy y del futuro. Sacar los temas críticos del ego personal del presidente de turno para debatirlos y buscar consensos en el Congreso sería un ejemplo para el mundo.
Sé que es mucho pedir. Pero el tema de la salud sí reúne a gran parte del Congreso, de la rama judicial y del sector privado. Hemos sido atendidos por el actual sistema, hemos visto su calidad y también conocemos de sus deficiencias. Si hay un tema que congrega es este. Por eso, una bancada para defender la salud es posible.
Una segunda acción es mediática. Pero masiva. En redes, en medios tradicionales, en comerciales, en vallas. Que compare nuestro sistema con los del resto del continente. Que muestre cómo estábamos cuando lo manejaba el Estado y cómo estamos hoy. Que muestre con claridad las mentiras del presidente y sus subalternos. Que eleve el costo de esta propuesta del Gobierno de tal manera que los que senadores y congresistas que hoy están chantajeados por el Gobierno, en especial algunos liberales por el caso de Mario Castaño y otros conservadores por el caso de la SAE, ni siquiera se atrevan a votar por esta iniciativa. Mucho menos los que no tienen ese rabo de paja que el Gobierno Petro les tiene pisado.
Tercero, es la movilización. Pacientes de todos los estratos hoy tratados tienen pánico de lo que va a pasar. A ellos hay que contarles la verdad de lo que van a perder. A ellos es a quienes se debe movilizar. Una campaña de correo directo, de mensajes directos sobre lo que va a pasar con su salud, es urgente. Ellos van a ser las víctimas de esta visión ideológica de la salud. Y pedirles, cuando sea la hora, salir masivamente a la calle. Pero no salir y volver a la casa. Entender que esto se defiende como lo hizo la primera línea, pero sin violencia. Hay que aprender de ellos y organizarnos como ellos, pero de manera pacífica.
Cuarto, volver esto ya un tema de campaña en las regionales. A los miembros del Congreso que voten positivamente esta reforma, pasarles la cuenta de cobro regional. La gente no juega con su salud y que esto sea uno de los temas en la elección de un alcalde o de un gobernador se vuelve vital. Para nadie es un secreto que Petro ve como fundamentales las elecciones de octubre. Pues bien, subámosle nuevamente el costo a esta política.
Quinto, presentar reformas al sistema y publicitarlas. Que la alternativa de mejora sea el debate. Que la gente sepa que se puede y se va a mejorar, y no la incertidumbre de una salud en manos de un Estado ineficiente y corrupto. Volver obligatorio el sistema de atención primaria que tienen Sura y Colsanitas para todas las EPS. Ahí se manejan y se resuelven el 85 por ciento de los casos con calidad y velocidad. Son un ejemplo. Tener indicadores de satisfacción del cliente que premien o castiguen a estas empresas prestadoras por la calidad del servicio. Cerrar muchas de las que hoy son inviables y son foco de corrupción, tarea que se hace cada vez más indispensable. En fin, hay expertos que pueden lograr unas propuestas que mejoren de manera sustancial lo que hoy hay.
La defensa del sistema de salud, con las reformas, no lo olvidemos, es un tema ganador. Pero hay que dejar la carreta y ponerse la 10. Yo, como un usuario del sistema, estoy listo. Desde irme a acampar en el Ministerio de Salud hasta donde este tema trascendental de nuestra sociedad lo necesite. Sin susto.