Ejemplos hay de sobra: Blockbuster se rio de los creadores de Netflix cuando estos fueron a ofrecerles el negocio; Kodak nunca pensó que los rollos fotográficos iban a dejar de ser necesarios; Nokia dominó por 14 años el negocio de la telefonía móvil, hasta que se durmió en los laureles. Podríamos seguir mencionando otros casos similares o pronosticar quienes están en riesgo actualmente. Dos cosas en común que tuvieron todas estas grandes empresas mencionadas fueron: su falta de visión del negocio versus la forma de trabajar; y su imposibilidad de ajustarse a los cambios rápidamente. En el primer caso, la visión viene de la mano de sus líderes y tomadores de decisión, quienes finalmente optan por un camino u otro. Por otro lado la cultura y el ecosistema también dificultan el cambio. Y en el segundo caso, el desconocimiento de cómo realizar estos ajustes de manera rápida y efectiva en organizaciones “con poca cintura” les pasó la cuenta.

Por eso, el concepto “Agilidad Empresarial” es clave para Accenture, pensando que esta cualidad le ayuda a las compañías a ajustarse para respoder con efectividad y eficiencia a los cambios generados por el mercado o el entorno e incluso adelantarse a ellos. En esa línea, decidimos entrevistar a 453 personas de 274 compañías de todo el mundo para conocer el nivel de madurez que sus organizaciones tienen en cuanto a agilidad. Y los resultados no dejan de preocupar: la encuesta arrojó que el 79% de las compañías a nivel mundial afirma que tienen una fluidez de agilidad de negocio baja.  No deja de ser cierto que la agilidad puede depender del tamaño de la empresa, siendo las organizaciones más pequeñas más ágiles y adaptables al cambio, que las de mayor tamaño, por su naturaleza más flexible. Sin embargo, esto se estabiliza en empresas con alrededor de 200 empleados. El estudio también mostró las 3 principales industrias en Agilidad Empresarial. Consultoría alcanzó la calificación de 5,3 de un máximo de 10. En tanto, Retail, Entretenimiento y Hotelería alcanzó un 4,6, mientras que Tecnología de la Información llegó a 4,4. Además, en el reporte el 69% de los consultados dijo que comenzó el “viaje” de la agilidad hace menos de tres años. 

Por otro lado, entre los principales desafíos identificados por los consultados al momento de impulsar la agilidad en sus empresas se encuentran el liderazgo; la gestión del cambio; la cultura; una mentalidad ágil; la alineación; la dependencia tecnológica y la estructura de silos, entre otras.  Entre los principales beneficios de la agilidad identificados por los consultados se encuentran la satisfacción del cliente; la satisfacción del empleado; el éxito de mercado; la colaboración y comunicación; y mejores maneras de trabajar, entre otras.

En Accenture estamos interesados en la era post digital, donde las nuevas tecnologías son una realidad entre las empresas. En ese contexto, las compañías no solo deben preocuparse por sobrevivir, sino que deben buscar nuevos elementos diferenciadores. Es ahí donde la Agilidad en adelantarse a “la ola” se vuelve un factor clave para mantenerse competitivos y vigentes.