Unos días antes de las elecciones en Colombia, Petro irá a China para continuar con el largo desfile de mandatarios y altos funcionarios de países de los cinco continentes que viajan a Pekín.
Se puede estar o no de acuerdo con las relaciones colombo-chinas o con el gobierno de Petro. Pero, es inadmisible que algunos congresistas norteamericanos censuren su viaje por considerar que es un paso más para incrementar la ‘influencia comunista’ en Colombia. Olvidando que cotidianamente altos funcionarios norteamericanos lo hacen, incluyendo el reciente viaje de la Secretaría de Comercio de los Estados Unidos.
¿Será que consideran que tienen el derecho de pronunciarse cotidianamente sobre la política interna e internacional de Colombia, como si estuviéramos en la desafortunada época en la que tener relaciones con China era un “acto inamistoso” con Washington? ¿O será que el presidente de Colombia les ha dado espacio al criticar a gobiernos de otros estados, olvidando que las relaciones internacionales no se pueden personalizar?
También a propósito del proyectado viaje se generó la versión de que Xi Jinping, se negaba a tratar con Petro el asunto de una eventual modificación del trazado del metro de Bogotá. Lo que no deja de ser un absurdo dadas las características actuales de China, que busca por todos los medios de conseguir recursos y contratos en todas partes del mundo.
En 2024 se inaugurará en Chancay, 80 kilómetros al norte de Lima, un gigantesco puerto construido por una empresa china en asocio con una peruana, que cooptará la mitad del comercio bilateral entre China y Suramérica. El puerto podrá recibir los buques tipo ‘Pospanamax’, que transportan más de 24000 contenedores y que pueden movilizarse directamente hasta Shanghái, acortando en diez días las rutas tradicionales desde la costa occidental de México y de los Estados Unidos. De tal manera que mientras que haya plata de por medio, los chinos no van a andar con muchas consideraciones políticas.
Sin embargo, el presidente Xi le puede contar a Petro como se autoproclamó como presidente vitalicio y cómo asumió paulatinamente el control de todos los órganos del estado, alegando la corrupción generalizada y la parcialidad del poder judicial.
También puede resultar interesante que el mandatario chino le explique cómo está manejando las acusaciones de que su país es el primer exportador de fentanilo, 50 veces más fuerte que la heroína y 100 más que la morfina. No solamente porque se empieza a encontrar en Colombia no propiamente para efectos terapéuticos, sino porque nuestro país sigue siendo el primer productor de cocaína del mundo, mientras que los grupos armados, así como indígenas en algunas partes del país, se siguen disputando a muerte las rutas de la droga.
Igualmente, los efectos del control de los medios de comunicación para que transmitan sus discursos y las acciones para lograr que todos ellos elogien al gobierno.
*Julio Londoño Paredes, decano de la facultad de estudios internacionales, políticos y urbanos de la universidad del Rosario.