Estos cuatro años de negociaciones han sido muy buenos para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Los hechos son contundentes:- Sus jefes están vivos. De marzo 2008 a noviembre de 2011 murieron cinco miembros de un Secretariado de siete. Cada vez eran menos seguras las montañas y selvas de Colombia. Incluso alias “Pablo Catatumbo” casi cae en una operación militar días antes de incorporarse al equipo negociador.- Su tropa guerrillera duerme tranquila. Ya no le teme a los bombardeos nocturnos, suspendidos desde julio 2015. Ahora se dedica a recibir visitas de sus jefes, que son escoltados por la Cruz Roja, y a repasar su instrucción doctrinaria.- Los medios los tratan de tú a tú. Sus opiniones son replicadas sin filtro y valoradas como si fueran ciudadanos con todos los derechos constitucionales y no sub júdice. - Alias Timochenko propone y se espera que el ex presidente Uribe responda. Timochenko -“tan querido”- replica otra vez con un gesto que es descrito como conciliatorio. El intransigente es el senador de la República y no el alzado en armas y comandante de la organización con más secuestros de civiles en la historia reciente. - Desde hace meses, dejaron de ser rotulados públicamente como terroristas y narcotraficantes. Y los que recurren a esa retórica son calificados de guerreristas.- Si bien en mayo de 2014 las FARC se comprometieron a ayudar combatir el narcotráfico, desde entonces incrementaron su actividad. Los cultivos andan disparados; incluso antes de la decisión del gobierno de suspender las aspersiones aéreas. El mensaje en las regiones cocaleras es contundente: sembrar, sembrar y sembrar.- En el bajo mundo, donde las FARC se mueven como peces en el agua, hay un frenesí de actividad. La razón: la guerrilla está haciendo la entrega o el “handover” de sus negocios ilícitos a las bacrim y al ELN, según ha denunciado el respetado sitio web InSight Crime. El aplazamiento de la firma (prometida para el 23 de marzo) les cayó de perlas: les da más tiempo para concretar las condiciones entre las organizaciones criminales hacia adelante. - Las FARC ya no son las parias internacionales de hace unos años. Gobiernos extranjeros hacen fila para escucharlos. Hasta lograron la ansiada foto con el secretario de Estado John Kerry. Me dicen que era tanta la emoción de Timochenko y sus amigos de conocer al jefe diplomático del imperialismo yanqui que sólo faltó que se tomaran un "selfie". - Anuncian que entregarán a la Cruz Roja a los menores de 15 años en sus filas antes de la firma del acuerdo y retumban los aplausos en las graderías nacionales e internacionales. ¿No había prometido Iván Márquez el fin del reclutamiento de niños y jóvenes en 2014? Esa lavada de imagen no es fortuita: las FARC, o más bien sus asesores legales, saben que la mayor vulnerabilidad de la guerrilla ante la Corte Penal Internacional es la presencia de tantos menores en su organización. Es de los crímenes de lesa humanidad menos tolerados. - Y ahora para rematar son constituyentes. Al aceptar que los acuerdos de La Habana formen parte del bloque constitucional, las FARC terminarán como co-autores de la Constitución, los Miguel Antonio Caro del siglo XXI. Y el Congreso está a punto de aprobar esa propuesta "sin cambiar una coma". He aquí tal vez el mayor logro de la guerrilla: los que apoyan el proceso hoy aceptan la posición de las FARC acerca de que toda legislación requiere primero el visto bueno de la Mesa (ellos).Lo inverosímil es que las FARC han obtenido tanto sin haber aún firmado un acuerdo de desmovilización y desarme. Su único gesto real y medible fue un cese al fuego unilateral de cuatro o cinco meses (ha sido de facto bilateral desde agosto 2015).Todo lo anterior ayuda explicar la arrogancia del Secretariado en La Habana. Se sienten vencedores. Su único problema: mucho de lo ganado desaparecerá si vuelven a la guerra. Quizás eso los motivaría a llegar a un acuerdo. ¿O será un consuelo de tontos?En Twitter Fonzi65