La sociedad mundial va en declive. Lo que sucede es verdaderamente alarmante y da la impresión de que cada vez será peor. Tras la dolorosa pandemia que vivimos, que cobró la vida de millones, que no nos permitió salir por varios meses, nos obligó a ponerle freno a la vida a la que estábamos acostumbrados y nos causó un sufrimiento indescriptible como sociedad, hubiéramos pensado que esta nos dejaría una valiosa enseñanza para ser más tolerantes, mejores personas y ayudarnos los unos a los otros, pero esto no podría estar más lejos de la realidad. Para muchos, la pandemia no dejó ningún tipo de aprendizaje y cuatro años más tarde solo escuchamos de guerras y de cómo muchos se vuelven cada vez más agresivos y barbáricos. Guerras como la de Ucrania y Rusia, la de Israel contra Hamás y Hezbollah, y las fuertes tensiones entre Israel e Irán hacen que el panorama mundial sea cada vez más preocupante y desgarrador.
A la problemática de la guerra hay que añadir los atroces discursos llenos de rabia y mentiras de algunos dirigentes políticos y medios de comunicación que se han encargado de tergiversar la verdad y de proyectar a los culpables como víctimas, creando una falsa narrativa que ha ocasionado odio y discriminación hacia ciertas personas de algunos países, grupos étnicos y religiosos, poniendo a estas personas en un riesgo inminente. Los más impactados han sido los judíos, pues gracias a estas alocuciones, el antisemitismo indudablemente ha ido creciendo desde que inició la guerra de Israel contra Hamás en 2023, fomentando no solamente al odio hacia el pueblo judío, sino también incitando a la violencia, ocasionando que desadaptados llenos de odio como Obadiah Lashley le reventara la cabeza con un bate de béisbol a un joven de 25 años no sin antes gritarle “sucio judío” el pasado febrero en Staten Island, Nueva York. Unas semanas antes, también en Nueva York, Kevin Dunlop le arrancó la kipá (gorra ritual que usan los hombres judíos) insultándolo y diciéndole: “Judío falso”. La policía luego confirmó que tenía un cuchillo.
Las cifras no mienten. En Los Ángeles, la policía confirmó el aumento a 165 ataques de odio a judíos en 2023 comparado con 86 en 2022. En Nueva York sucedió lo mismo, subió a 325 desde 261 en 2022. La Liga Antidifamación (organización principal mundial que combate el antisemitismo) aseguró que en Estados Unidos ocurrieron 7.523 incidentes en 2023 comparado con 3.697 en 2022. Como sociedad no podemos permitir que ciertos medios de comunicación y figuras públicas nos impongan y nos quieran hacer creer en narrativas que no son verdad. Varios medios de comunicación a nivel mundial se han dedicado a presentar las noticias de manera mentirosa cambiando las palabras de los titulares para defender a Hamás, diciendo, por ejemplo: ”Gantz pospone conferencia después de liberación de secuestrados”. Claramente no fueron liberados, fueron rescatados.
Ha sido tan grave la tergiversación y el antisemitismo de algunos medios y de los que trabajan en ellos, que hace unas semanas Briahna Joy Gray fue despedida del programa The Hill tras una entrevista con Yarden Gonen, quien tiene a su hermana secuestrada en Gaza. Cuando Gonen le dijo a Gray que esperaba que creyeran las historias de las mujeres que fueron abusadas sexualmente el 7 de octubre, esta hizo un gesto despectivo y cortó la entrevista. ¿Qué tipo de personas están manejando los medios? Unos que niegan violaciones a mujeres y están convencidos de defender a los agresores y es lo que quieren transmitirle a su público.
Debemos exigir que se cuente solo la verdad y estar del lado correcto de la historia.