Vea, comandante, no se confunda. Usted no es nada distinto a un vulgar criminal, idéntico al hijo de la Gata. En realidad, peor que ese aborrecible delincuente. El Gatico está condenado por un asesinato, pero usted es responsable de miles de crímenes de toda índole. Nunca, oiga bien, nunca podrá lavarse las manos de los ríos de sangre inocente que derraman. 

Por mucho aliado de renombre que intente minimizar su barbarie, jamás borrarán su prontuario ante el pueblo. El colombiano de a pie los repudia, conoce su alma podrida, comandante. Otra cosa es que acepte arrodillarse ante ustedes con la falsa esperanza de que dejen de sembrar el terror a cambio de gabelas para los altos mandos.

Hace unos días su tropa se enfrentó con las Farc-EP en Arauca, donde se disputan las rutas del narcotráfico y el contrabando, y murió una decena de guerrilleros. Esos muertos también recaen sobre sus espaldas.

Usted viviendo rico en Caracas, en La Habana, dedicado durante lustros a vomitar consignas desde la comodidad de ambos santuarios, mientras envía a adolescentes y adultos a matar y morir sin una causa justa. Solo por la plata.

Ni hablar de los 300 homicidios que les adjudican a ustedes y a su banda rival en su guerra particular. Nada diferencia al ELN de las Farc-EP de Iván Mordisco. Nada en absoluto.

Dice usted en una entrevista, en tono quejoso y con un cinismo hiriente, que bajo este Gobierno (que cuando era oposición popularizó el hashtag #NosEstánMatando) “los asesinatos de líderes sociales no han parado”. Obvio que siguieron. Ustedes, las dos Farc y los Gaitanistas son los principales asesinos, según la Fiscalía.  

Le propongo un juego. El de la verdad. El que usted jamás practica. Empiece por detallar sus amoríos con la dictadura de Nicolás Maduro. Cuente el armamento que les proporcionan; los delitos que cometen por encargo chavista. De pronto teme molestar a la cleptocracia de Miraflores, no vayan a cortarle su privilegiada vida venezolana, y prefiere callar.

Así que cambio de tercio. Hablemos de Arauca.

Si existe una región que padezca su mano corrupta y asesina es el bello departamento llanero. En ninguna otra zona lograron penetrar hasta los tuétanos la clase dirigente y la sociedad civil como allá.

Confiese las vacunas a los contratos de Alcaldías y Gobernación. Sea valiente y explique los nexos con los exgobernadores Facundo Castillo y Ricardo Alvarado, presuntas fichas de ustedes. Diga, por ejemplo, cuánto dinero recibió su banda de ellos y qué le daban ustedes a cambio.

Destapen también sus presuntas relaciones con el contratista Jhonny Alexánder Bello Ortega, sobrino de uno de sus adorados comandantes, el sanguinario alias Garganta.

Y responda un par de preguntas de cara a los comicios de octubre. En Arauca afirman que Renson Martínez Prada será el candidato de Facundo a la gobernación. Cuando fue alcalde de Arauquita, otorgó contratos a Jhonny Alexánder. ¿Le suena? ¿Qué tienen que ver con él?

Por último: ¿cuántos concejales, diputados y alcaldes esperan sacar?

En cuanto a Saravena, su verdadero fortín araucano, ¿cierto o falso que Enelar está bajo control eleno? ¿Y Eccas? ¿Y la ESE del Sarare? ¿Cuántas ONG y sindicatos les colaboran? Tengo una lista, pero si la publico me acusan de ponerles una lápida encima, así sea un secreto a voces en Arauca.

El problema principal de ese chimbo proceso de paz que reanudan el martes, al margen de las mentiras, es la falta de arrepentimiento que muestran.

En ninguna de sus recientes entrevistas menciona la masacre de los cadetes y tiene la desvergüenza de afirmar: “El ELN realiza retenciones o privaciones de libertad por razones políticas, tributarias o jurídicas, tal como lo realiza el Estado colombiano o cualquier Estado del mundo”.

Además de la grotesca apología del terrorismo, le vale huevo el sufrimiento de tantas familias a las que arruinaron la vida con los secuestros. Igual de ofensiva resulta su advertencia de que la paz no supone dejar las armas.

No tiene usted el menor propósito de la enmienda. Desprecia la vida y la libertad del prójimo y, al igual que su predecesor Gabino, sufre de una megalomanía y psicopatía congénitas, incurables.

Pero la culpa de todo no es solo suya. Este país, por pura cobardía, no elimina el inexistente delito de “rebelión” y los reviste a ustedes de una falaz legitimidad política. Como si fuesen distintos al resto de bandas.

Si nunca tuvieron razón para persistir en la criminalidad, menos ahora con un gobierno que apoyaron sin disimulo. Usted mismo señaló: “Con la protesta masiva se buscaba terminar con la hegemonía uribista… Esa lucha termina abriéndole y haciendo posible el triunfo de Petro y Francia Márquez”.

Y agrega: “Hay que llevar la política a las calles”. Y este martes 14 Petro lo hará y agudizará su populismo barato.Entonces, comandante, ¿no ganaron sus candidatos? ¿Qué sentido tiene seguir asesinando?

Insisto en mi pronóstico: ustedes pasarán cuatro años negociando para aprovechar el foco mediático. No pueden ser menos que las Farc.Se cree un criminal de sangre azul. Es patético.