Con tan solo 11 años de edad, Alexa, al igual que muchos tiene la posibilidad de aproximarse a la gran cantidad de redes de información que confluyen en la web. Como varios de ustedes, yo también me he preguntado ¿cómo hacer para controlar la experiencia digital de mi hija y para que pueda encontrar las enormes oportunidades que brinda internet? Luego de darle tantas vueltas llegué a la conclusión de que me estaba haciendo la pregunta equivocada. La cuestión no está en vigilar todo el contenido y la serie de juegos que Alexa busca, consulta y explora en la web porque se trataría de una labor interminable y desgastante para las dos, sino más bien en ¿cómo hacer para que mi hija pueda manejarse responsablemente en el entorno digital? Para mí, la clave es la formación.La inmersión al mundo del internet comienza, cada vez más, en etapas tempranas y América Latina no es la excepción a esta tendencia. Si bien en nuestros países aún queda mucho por hacer para cerrar las brechas digitales, estamos transitando un camino inclinado a la interconexión y a la digitalización. Son, cada vez más, los espacios que se promueven en la web y en la que los más pequeños participan: desde investigaciones para realizar las tareas asignadas por sus profesores hasta la búsqueda de juegos para disfrutar de su tiempo libre. De allí la importancia de pensar en cómo usarla consciente y responsablemente, para crear, divertirnos y aprender en ella. De fondo, la irrupción de lo digital y el terreno que ha ganado en la cotidianidad de todos implica que esos códigos de conducta y comportamiento que se enseñan para formar personas educadas que interactúan en los espacios físicos y públicos, se trasladen también hacia esta esfera. Así, ya no bastará con formar buenos ciudadanos, sino que es necesario formar ciudadanos digitales responsables. Padres, profesores, gobiernos y también empresas privadas, estamos llamados a realizar esta tarea para que los niños y adolescentes puedan aprovechar, al máximo, su experiencia en la web. Y aprovechar al máximo quiere decir desarrollarse en un entorno del que puedan aprender, interactuar responsablemente siendo conscientes del contenido que publican, impulsar su pensamiento crítico y respetar a los miles de millones de usuarios que, como ellos, también buscan obtener el máximo provecho de su experiencia digital en un entorno que promueve la seguridad. En pocas palabras, se debe propender por enseñar buenas prácticas de navegación y de uso de internet. Sé que es importante realizar nuestro máximo esfuerzo para que niños y adolescentes puedan tomar decisiones correctas en la web. No solo basta con lanzar al ruedo programas e iniciativas que, si bien son útiles, se quedan en papel si no van acompañadas de la generación de espacios de conversación y reflexión que brinden las herramientas necesarias para todos los involucrados en el proceso educativo: familias, profesores y los menores. Todos hacemos parte de este propósito. Como parte de esta reflexión, vale la pena mencionar que desde Google hemos trabajado por promover estos espacios de conversación que mencioné. A través del programa Sé genial en Internet, lanzado recientemente en América Latina, brindamos recursos y materiales para que niños y adolescentes, sus padres y profesores puedan aprender, de diferentes formas, cómo formar ciudadanos digitales responsables promoviendo 5 principios básicos: cuidado, al compartir contenido en línea; criterio, para decidir qué tipo de información es relevante; privacidad, para identificar qué podemos publicar; respeto, por los demás usuarios de la web y confianza, para contarle a los adultos aquellas situaciones en las que se distinga alguna posible amenaza. Pero aún nos queda trabajo por hacer. Como madre, como ejecutiva de una compañía, como latinoamericana, pero sobre todo, como aliada en este propósito, invito a miembros de la comunidad educativa, pares de la industria, gobiernos y a todo aquel que se quiera sumar a promover espacios de participación y co-creación sobre cultura digital para unir nuestros esfuerzos y brindar soluciones creativas que nos permitan formar, conjuntamente, ciudadanos digitales responsables.