Desde sus inicios, las universidades han protegido diferentes colecciones y, en general, su patrimonio cultural para desarrollar su misión de enseñanza, investigación y extensión. La creación de los museos universitarios, cuyo referente es sin duda Ashmolean de la Universidad de Oxford, genera un punto de inflexión importante en 1683 en la medida en que esa riqueza histórica y patrimonial, muchas veces enclaustrada, empieza a difundirse entre todos los actores de la sociedad y convierte al museo universitario en el centro de debate de los grandes desafíos de la sociedad y a su vez, en el escenario ideal para la innovación pedagógica del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Hoy en día es realmente extraordinario observar experiencias internacionales como The Fogg Art Museum de la Universidad de Harvard, Yale Art Gallery de la Universidad de Yale, Wolfsonian de la Universidad Internacional de Florida, y un referente latinoamericano como el MUAC de la Universidad Nacional Autónoma de México. Para el caso de nuestro país tenemos más de 50 museos universitarios que realizan un gran esfuerzo por fortalecer la protección, conservación y catalogación para la docencia e investigación.

Sin embargo, los museos universitarios en Colombia presentan desafíos para los cuales propongo las siguientes recomendaciones:

1. Crear museos en todo el territorio nacional. Un país tan diverso como el nuestro, con tanta riqueza cultural en las regiones, desafortunadamente tiene concentrados sus museos en Bogotá y Medellín.

2. Explorar mecanismos de financiación para lograr la inversión y el impacto deseado, no solo bajo los recursos de la comunidad universitaria, especialmente de sus egresados, sino con la participación de todos los actores de la sociedad, quienes finalmente se benefician de este esfuerzo universitario.

3. Consolidar el trabajo colaborativo en red como es el caso del University Museums Group UK, un grupo que representa los intereses de los museos universitarios, las galerías y las colecciones en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. De esta manera, buscar aprovechar espacios como el Comité Internacional de Museos (UMAC-ICOM), y colecciones universitarias.

4. Incorporar el uso de las tecnologías de la información en la experiencia para los usuarios de los museos universitarios, de tal manera que se pueda maximizar el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Finalmente, el desafío más importante es precisamente pedagógico. Es fundamental demostrar cómo la experiencia en el museo universitario es pertinente para todos los colombianos en tanto apuesta por el desarrollo de competencias y comprensión de la realidad para sus proyectos de vida. Lo anterior solo es posible mediante una innovación pedagógica.

Me ha sorprendido gratamente, en el marco de la Noche de los Museos realizada en Bogotá el pasado 18 de mayo, el interés de los jóvenes universitarios por participar en la renovación de los museos. Desde la Universidad del Rosario, pudimos participar con nuestro museo MURO (Museo de la Universidad del Rosario), el cual preserva un patrimonio cultural de 368 años. En este espacio, los jóvenes han impreso un aire fresco con su nueva forma de ver la vida, su óptica, su lenguaje, su fuerza para cambiar paradigmas y muy especialmente su nueva manera de aproximar la riqueza cultural de las universidades a los diferentes actores de la sociedad.