Ahora resulta que lo grave no es que el político más poderoso de Colombia hubiera mandado a emisarios a una cárcel para voltear a un testigo, sino que las grabaciones que lo comprueban se hubieran hecho con un reloj. ¿Que de dónde lo sacó?, ¿que si tenía permiso de tenerlo? y ¿que si las autoridades penitenciarias estaban informadas de la existencia de una investigación judicial reservada?Desde el día en que la Corte Suprema llamó a indagatoria al expresidente Álvaro Uribe por soborno y fraude procesal, se puso en marcha una operación político-jurídico-mediática para mover el reflector lejos de lo sustancial y cerca de lo que le conviene al indiciado.Le sugerimos: Tres cartas, una historiaQue si el MI6 británico, o la Policía Montada del Canadá, o las Damas Grises ayudaron a recaudar las pruebas. La especulación pretende soslayar un hecho incontrovertible: varios personajes cercanos o con contactos con el bajo mundo le hicieron ofrecimientos a Juan Guillermo Monsalve para que cambiara su versión a favor de Uribe.Uno de esos personajes, Carlos Eduardo López Callejas, conocido con el alias de Caliche, es un antiguo compañero de andanzas de Monsalve que ha tenido contacto con el congresista Álvaro Hernán Prada, también investigado por estas conductas.Caliche en su Facebook exhibe sus gustos. En una de las fotos aparece una pistola de ribetes dorados.
Otras lo muestran posando con un Porsche, un Hummer y una cuatrimoto.
Caliche –hombre de vocabulario limitado y grosero– le dijo a Monsalve que el congresista Prada y otros amigos lo habían buscado para que le pidiera grabarse un video retractándose: “Pues ahí me llegaron estos viejos y me dijeron lo mismo. Que se comprometen. Que están todos cagados. Ese señor Prada está cagado de miedo y ese hijueputa me dijo que me ayudaba, pero que ya, ya… que me cumplían pero que todo por, por… Hagamen (sic) un escrito”.
Caliche le dijo al testigo que a cambio de su retractación lo pasarían a la JEP para que saliera libre, pero que había que grabar antes del viernes porque ese día se vencía el plazo para presentar un recurso, y que recibió la instrucción directamente del expresidente Uribe, a quien llama “el viejo” y “el caparrudo”: “Yo no puedo ponerme a inventar a estas alturas con una cosa tan supremamente delicada como es esa. Como le estoy diciendo, yo con esto no me voy a poner a jugar. Directamente con el caparrudo ese fue que me lo pusieron en altavoz y hablé, patrón. ¿Si no pa qué me pongo yo a abrir la hijuepucha jeta?, ¿para qué me pongo a decirle?”.
Durante semanas busqué a Caliche y lo encontré hace unos días. Me dio la impresión de que no es muy inteligente. Me parece incapaz de urdir un plan sofisticado. Sin embargo, me dio una nueva y sorprendente versión: según él, todo fue una mentira, se lo inventó él mismo y engañó tanto al testigo diciéndole que Prada lo había mandado a buscar como al pobre Prada –“que es un muchacho sano”– asegurándole que Monsalve quería retractarse. No me explicó, en cambio, cómo conocía la fecha precisa de vencimiento del término para presentar el recurso contra la decisión de la corte. Me aseguró que todo lo hizo por cuenta propia y porque es “muy uribista”. Cuando le hice una pregunta que no le gustó, me respondió: “Es que usted no tiene familia, triplehijueputa”.Le sugerimos: “Ni siquiera lo van a tocar”El otro emisario para intentar cambiar la versión del testigo es el abogado Diego Javier Cadena. El doctor Cadena es conocido por patinar cartas de narcotraficantes presos para librar a políticos de toda sospecha; por ejemplo, tramitó una misiva de Víctor Patiño Fómeque favoreciendo a Dilian Francisca Toro y Jimmy Chamorro. Otra de esas útiles cartas, traídas de las cárceles por Cadena, supuestamente la escribió alias Gordo Lindo para absolver de toda culpa a Santiago Uribe Vélez. Registros oficiales muestran, además, que Cadena actuó como abogado en un proceso en el cual, según la Fiscalía, los afectados eran “testaferros Grupo Familia Rodríguez Orejuela”.
También ha sido abogado de narcotraficantes como Diego Montoya, alias Don Diego, y Diego Pérez, alias Diego Rastrojo, pero no solo de ‘Diegos’ vive el hombre, también tiene un poder firmado por Álvaro Uribe para visitar cárceles en Colombia y Estados Unidos pescando testimonios de reclusos que lo favorezcan o le sean útiles.Y para que no queden dudas del poder del señor, Pardo agrega: “Haga de cuenta Dios es Uribe. Es Dios”¿Cuándo y cómo empezó la relación entre Uribe y este abogado? Se lo pregunté a los dos y ambos contestaron con evasivas: “Que una audiencia de Andrés Felipe”, “que Abelardo vino al hotel en Miami a regalarme un sombrero”, “que llegó a tocar a mi casa”.Le recomendamos: El diablo se viste de PradaA juzgar por la cuenta de Instagram de Cadena, la relación tiene ya su tiempo. Una de las fotos que públicó está fechada el 10 de mayo del año pasado. La titula “Compartiendo un ajicaco (sic) con el Presidente Uribe”.La mesa está servida para tres personas, pero solo se ven ellos dos. El tercer interlocutor, que no se ve, al parecer pidió una Coca-Cola. Lo singular es que ahí, entre la crema de leche y el aguacate del comensal oculto, aparece un papel con el membrete de la Fiscalía General.
¿Con quién y de qué asunto estarían hablando? La segunda foto fue tomada seis meses más tarde, el 2 de noviembre de 2017. La cuenta social del abogado señala en el pie de foto que está “apoyando la democracia de nuestra querida patria”. Allí está el expresidente Álvaro Uribe comiendo carne asada. A su lado, el exvicepresidente y ahora embajador designado ante la Casa Blanca, Francisco Santos Calderón, deja enfriar su plato y cerrando el grupo está Cadena.
Una tercera foto fue publicada el 18 de junio de 2018, un día después de la elección de Iván Duque. Allí el abogado le estrecha la mano al exmandatario y titula la foto: “Felicitaciones Presidente por salvar nuestra patria”.
Quizás porque en ese momento –y gracias a la primera de estas columnas– ya empezaba a conocerse el grano de arena que Cadena estaba poniendo para “salvar la patria”, la cuenta de Instagram fue cerrada ese mismo día.Como sea, Cadena se apareció en La Picota a ver al testigo Monsalve en vísperas de que se agotara el término para que Uribe presentara el recurso. La presión del tiempo se percibe en sus palabras que quedaron grabadas: “Lo que yo digo es que redactamos el hijueputa acuerdo, hermano. Si no, yo vengo mañana. Mañana a primera hora presento el recurso. Eso es importante, más importante que todas las declaraciones que hizo (sic) falta”.
En esa conversación estuvo presente otro de los personajes que querían persuadir al testigo Monsalve de que cambiara su versión para favorecer a Uribe. Se trata de Enrique Pardo Hasche, miembro de una distinguida familia bogotana y condenado a 29 años de cárcel por el secuestro de Eduardo Puyana, suegro del expresidente Andrés Pastrana. En un video grabado en la celda de Monsalve, el condenado secuestrador Pardo Hasche le explica al testigo las razones para voltearse y más bien declarar contra el senador Iván Cepeda: “La izquierda va pa abajo pero feo, mano. La izquierda… El pobre Cepeda va a quedar en la olla… porque ni Petro ni nadie. Van es de para atrás. Entonces lo que yo le quería decir es que usted lo que debe hacer es pasarse para el lado de este señor. Que él lo va a tener a usted en cuenta después, cuando sea presidente, pa lo que sea”.
Y para que no queden dudas del poder del señor, Pardo agrega: “Haga de cuenta Dios es Uribe. Es Dios”.
Estos son tres de los emisarios usados para presionar a Monsalve. Según la versión uribista se trata de un complot contra el presidente eterno, lo raro es que todos los posibles complotados están tratando de convencer al testigo de que declare a favor de Uribe.La corte tiene otras grabaciones que muestran cómo el plan ha sido concertado y –les guste o no– esa es la verdadera noticia.En contexto:"El que la hace, la paga"Cadena de mandoEl diablo se viste de Prada"Ni siquiera lo van a tocar"Tres cartas, una historia