A Vicky Dávila la están persiguiendo por los escándalos que ha descubierto en la Policía Nacional, pero, sobre todo, por las evidencias que tiene –y que va a empezar a publicar– del descomunal enriquecimiento de unos altos oficiales, entre los que está el señor general Rodolfo Palomino, director de la Policía Nacional de Colombia. Los seguimientos ilegales y las amenazas veladas contra Vicky y el equipo periodístico de La F.m. muestran que están tocando un nervio sensible de un grupo muy poderoso. Todo empezó por una carta del coronel Reynaldo Gómez en donde afirma que desde la dirección de la Policía lo venían hostigando porque hace años, cuando era teniente, se negó a aceptar los requerimientos sexuales del general Palomino. Aquí es necesario decir que las supuestas preferencias sexuales del general pertenecen a su intimidad y deben ser respetadas. Lo reprochable sería que hubiera usado su cargo para presionar a un subalterno a otorgarle favores sexuales, como lo asegura la denuncia. Eso debe ser investigado. Sin embargo, una grabación publicada por el equipo periodístico de La F.m. probó que tres subalternos del general Palomino trataron de persuadir al denunciante para que retirara sus afirmaciones y así evitar la investigación. Entre esos subalternos –que estaban haciéndole el favor al jefe– hay dos coroneles cuyo ascenso a general se daba por seguro hasta el escándalo. Son ellos el coronel Flavio Mesa, comandante de la Policía Cundinamarca, y el coronel Ciro Carvajal, secretario general de la Policía. Los implicados salieron de sus cargos aunque permanecen en la institución. Al único beneficiario de la operación, el propio general Palomino, nada le ha pasado. El escándalo de supuesto acoso sexual en la Policía sacó a flote algo aún más grave: la existencia de una banda de prostitución masculina dentro de la institución, llamada la 'comunidad del anillo’. Varios jóvenes alféreces denunciaron al coronel Jerson Jaír Castellanos como uno de los cabecillas de esa red delincuencial. El coronel Castellanos, ahora retirado de la institución y llamado a interrogatorio en la Fiscalía por estos hechos, fue jefe de seguridad del Congreso y gobernador encargado de Casanare. Lo que se va a conocer a partir de mañana en La F.m. es que el general Rodolfo Palomino ha hecho millonarias operaciones de finca raíz y que en esos negocios aparecen vinculados, de una manera u otra, algunos implicados en estos escándalos. La F.m. revelará, entre otras cosas, que el director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino, cuyo salario con prestaciones es de 15.238.297 pesos, tiene numerosas y valiosas propiedades. Dos de esas propiedades son unos terrenos, de 1.000 metros cuadrados cada uno, ubicados en un conjunto cerrado llamado El Pedregal de San Ángel. El conjunto está estratégicamente situado al lado de la Escuela Nacional de Policía en Fusagasugá. Lo curioso es que, de acuerdo con los documentos, el general Palomino compró los lotes por menos de 40 millones de pesos. Y algo más llamativo, se los compró al señalado líder de la 'comunidad del anillo’, el coronel Jerson Jaír Castellanos (Ver matrícula inmobiliaria). En el momento en que se efectuó el negocio, julio del 2009, ya eran públicos los señalamientos contra el coronel Castellanos. Ahí no paran las sorpresas. El general Palomino es dueño de un lote de más de 3.000 metros cuadrados en otro exclusivo conjunto residencial llamado Los Caballeros de la Noche, en Sopó, en las inmediaciones de Bogotá. Ese lote lo compró hace dos meses, en septiembre de este año. Según los papeles, pagó por él 200 millones de pesos (Ver documento). Sin embargo, ocho meses antes, otro comprador adquirió un terreno en Los Caballeros de la Noche pagando casi el doble del valor por metro cuadrado. Ese menos afortunado comprador es el coronel Flavio Mesa (Ver documento). Quizás en la exclusiva urbanización les dan mejor precio a los generales que a los coroneles. Vicky Dávila y su equipo les contarán a partir de mañana estos y otros hallazgos que muestran que algo muy serio está ocurriendo en la cúpula de la Policía Nacional.