Carolina Corcho, que todavía no era ministra, escribió en 2018, refiriéndose a Saludcoop: “Adquirió clínicas, canchas de golf y unidades residenciales con recursos que debían destinarse a la prestación del servicio a los afiliados”. En diciembre de 2022, un derecho de petición enviado a la ministra de Salud, Carolina Corcho, solicitó copia de los documentos que comprueben que Saludcoop adquirió canchas de golf. La petición fue contestada el 2 de enero de 2023 por Francisco Javier Gómez Vargas, apoderado general de Saludcoop en liquidación: “Una vez consultada la información financiera y contable de Saludcoop EPS OC, hoy en liquidación, en el sistema de información contable SEVEN, en el período mayo de 2002 a diciembre de 2022, no se evidencia que la entidad haya adquirido un bien correspondiente a canchas o campos de golf”. No es, pues, cierto que Saludcoop hubiera adquirido canchas de golf, como afirmó la hoy ministra en una publicación de la fundación alemana Heinrich Böll. Corcho no cita una fuente específica para esa información, hoy comprobadamente falsa gracias a la respuesta del funcionario competente. ¿La reforma a la salud que plantea la ministra Corcho se basa en la misma metodología de apañar cualquier dato y darlo por cierto? Con la carta del apoderado general queda desmontada de manera oficial una de las principales mentiras que se propalaron durante más de diez años sobre Saludcoop y su expresidente Carlos Palacino. Este promovió, como proyecto inmobiliario privado de él y otros inversionistas, la construcción de un campo de golf y hotel en Restrepo, Meta, llamado Villa Valeria. En 2011, el columnista Daniel Coronell afirmó que ese complejo costó 10 millones de dólares y preguntó: “¿De dónde sacaron fondos los dirigentes de un grupo cooperativo para hacer tamañas inversiones? El doctor Palacino me dijo que ese era un negocio suyo y de unos amigos, y que no involucraba a la cooperativa Saludcoop. Como sea...”. Coronell no demostró que se utilizaron fondos de la EPS en Villa Valeria, pero el cuento chino tomó vuelo y fue repetido incesantemente. En 2011, un artículo de la revista SEMANA sobre Saludcoop indicó que la entidad “tuvo tanto dinero hasta para adecuar un campo de golf.” En 2012, la representante a la Cámara Gloria Stella Díaz Ortiz señaló: “Cogieron los recursos de la salud para comprar condominios en Villa Valeria”. Los que compraron suites hoteleras fueron particulares que invirtieron en ese proyecto, financiado por el Banco de Bogotá. En 2012, el representante Hugo Orlando Velásquez pidió indagar “Que pasó con Villa Valeria y si parte del fracaso de Saludcoop se explica en la construcción de Villa Valeria”. La senadora Daira Galvis Méndez, en 2015, mencionó al “señor Palacino, el señor de Saludcoop, ese señor que tergiversó tan bien la salud en beneficio propio, en Villa Valeria”.

La bola que echó a rodar un periodista se la creyeron Carolina Corcho y varios parlamentarios que cuentan con UTL (Unidad de Trabajo Legislativo) para comprobar lo que afirman en los debates, pero que en este caso se limitaron a repetir lo que habían leído en la prensa. Aparte de congresistas deslenguados, ese infundio también fue acogido por La Silla Vacía, que a la fecha sigue perpetuando la calumnia en su página. No se necesitaba ser investigador estrella para enviar hace diez años un sencillo derecho de petición de cuatro renglones al ministro de Salud y constatar que no se gastaron dineros de la salud en un campo de golf. Desde 2011, múltiples voces han contribuido a este engaño masivo cometido contra la opinión pública. Parece que se trataba de enlodar a una EPS en particular con acusaciones de mucho impacto, sin hacer el mínimo esfuerzo por verificarlas. Otro ministro de Salud, Alejandro Gaviria, también repitió el infundio y cuando le pidieron que rectificara ese cargo contra Saludcoop contestó: “Me he limitado a discutir hechos que han sido ampliamente cubiertos por los medios en diferentes investigaciones periodísticas, sin que en ningún caso se hayan discutido hechos con connotación judicial, fiscal o disciplinaria”. Le faltó precisar que se trataba de ficticias investigaciones periodísticas. Se preguntará el lector si no es acaso Palacino un delincuente, el malo de la película de Saludcoop. Poco a poco se sabrá que las otras acusaciones y condenas en su contra son tan enclenques como este cuento chimbo de las canchas de golf. Los mismos que defraudaron a la opinión pública con Villa Valeria inventaron el resto del novelón. Por ahora vamos chuleando. Es falso de toda falsedad lo que escribió la ministra Corcho. No hubo desviación de dineros de la salud hacia el golf. Por algo decía Winston Churchill que la mentira recorre medio mundo antes de que la verdad se pueda poner los pantalones.