En medio de noticias mundiales cargadas de incertidumbre, hay buenas nuevas que despiertan el orgullo de la colombianidad. Circolombia, que representa una nueva forma del arte de la acrobacia y el equilibrio, sin animales famélicos enjaulados ni payasos con nariz postiza, se luce con catorce jóvenes y toda su música tropical, luces, columpios y cuerdas, en la escena internacional.“ Acelere” es la pieza maestra de Circolombia que hoy se ha ganado el título de ser el mejor show entre tres mil espectáculos que están siendo presentados ante un público exigente en el festival cultural más antiguo de Europa: la 70 edición del Festival Fringe de Edimburgo. Bravo por sus directores Felicity Simpson y François Bertron, directores de la escuela que viene formando y Circolombia que viene contratando a artistas jóvenes. Originarios de Guapi, Aguablanca, Ciudad Bolívar y otras áreas urbanas, La Escuela Nacional de Circo de Cali y Bogotá, ha sido el espacio de formación de chicos en alto riesgo que han encontrado su nueva ruta de vida en el circo. El éxito de “Acelere” en Edimburgo de debe sobretodo al entrenamiento personal disciplinado y al desempeño del colectivo artístico de estos jóvenes entusiasmados por salir de su ambiente urbano emproblemado por el desplazamiento, la pobreza familiar, la violencia y el conflicto. Por vivir en esas condiciones socio-ambientales, han sido jóvenes en alto riesgo y ahora son profesionales del circo. La Escuela Nacional de Circo y las posibilidades de trabajo internacional están dadas en escenarios en muchas ciudades del mundo. El oficio de la acrobacia y el equilibrio constituyen frentes de vanguardia artística para el cambio en ambientes de vida en el posconflicto. Ya es una opción de vida para muchos jóvenes urbanos, soñadores de libertad y de paz en barrios donde acechan las pandillas, el narcotráfico, la prostitución infantil y un futuro incierto. Bajo la gran carpa, el ágil espectáculo con cuerdas, ruedas, trapecios y balancín, se combina con el sonido de olas y canto al mar, evocando el bosque y el océano Pacífico, con su calidez tropical. El colectivo de Circolombia muestra su destreza corporal al son de salsa, rap, luces, triples saltos al aire y volteretas, en equilibrio perfecto, con la gracia femenina de dos cantantes y mujeres acróbatas suspendidas en el espacio. Hoy la prensa escocesa ha seleccionado “Acelere” como el mejor del Festival! Que orgullo nacional. Iniciativas artísticas privadas, comprometidas socio-ambientalmente, son una opción para provocar cambios fundamentales en la vida de jóvenes provenientes de ambientes urbanos en alto riesgo. Circolombia en Cali y Bogotá y El Colegio del Cuerpo en Cartagena, están evidenciando los beneficios de otras formas de educar, de tomar conciencia del potencial de expresión corporal para generar desempeños personales y colectivos, sanos y gratificantes y poder presentarlos en escenarios internacionales. Estas escuelas de circo y de danza, sin diploma, son oportunidades para construir paz con el entorno familiar, consigo mismos y valorar el medio cultural del cual proviene el grupo. En medio de tanta denuncia nacional sobre corrupción y politiquería, atentados en ciudades europeas con violencia religiosa, estos espacios artísticos “made in Colombia” que se destacan en el extranjero, son un oasis mental con emociones gratas y conmovedoras. Circolombia nos representa dignamente y merece el reconocimiento por su disciplina, valor socio-ambiental y artístico. Es la plataforma que permite a estos jóvenes caleños saltar de la carpa de Circolombia para ser contratados por empresas internacionales como el Circo del Sol y otras compañías. La formación capacita también para aprender a viajar, entrenar en inglés, adaptarse a distintos tipos de escenario y trabajar en ambientes culturales y climáticos diversos del hemisferio norte y del sur. Otro grupo de jóvenes egresados de la Escuela Nacional de Circo, con sede en la Estación de la Sabana en Bogotá, fue contratado por Circolombia para el espectáculo “Urban”. Este grupo ya realizó giras a Australia, Francia, Alemania, Bélgica, China, Escocia, Nueva York e Israel. Otras giras del grupo ya están previstos para el 2018 y 2019. El colectivo de “Urban” es otra muestra positiva de cómo en Colombia se puede trabajar en equipo, y como se puede cambiar de ambiente de vida, gracias a la decisión de formarse en las artes del circo contemporáneo, ejerciendo un oficio que llena el espíritu de emoción. Circolombia en Bogotá y Cali y el Colegio del Cuerpo en Cartagena en materia de danza contemporánea, son compañías que están haciendo país, cambiando ambientes urbanos con la formación de jóvenes que buscan libertad de expresión corporal y salir al mundo con su talento. Con base en estas experiencias, los Ministerios de Educación, de Justicia, de Cultura y del Posconflicto deberían inspirarse para formular nuevas políticas de Estado en materia de formación y desempeño de excombatientes y jóvenes desocupados en alto riesgo. El país necesita más espacios de formación en el arte del circo, de la danza, de la música y del canto, sobretodo en regiones y barrios que sufren la violencia, las pandillas juveniles, el micro tráfico y la corrupción. Esta perspectiva educativa artística ofrece nuevos ambientes de vida donde los esfuerzos personales contribuyen al éxito del colectivo, construyendo amistades, expresiones de afecto y de reconciliación con la vida y con la naturaleza. Desde la perspectiva ambiental, la transición del circo tradicional hacia el circo contemporáneo, contribuye a generar oportunidades para jóvenes que buscan un espacio de realización, sin payasos y sin animales. Circolombia ha facilitado esa transición, como una válvula de escape, en la cual se puede evolucionar de situaciones de mucha tensión hacia ambientes de convivencia pacífica, creatividad, trabajo colectivo y autoestima. La historia de Jose Henry Caicedo, de la primera promoción de la Escuela Nacional de Circo en Cali, dirigida por Héctor Fabio Cobo, (en paz descanse), es muy significativa. José se graduó de la Escuela en Cali en el 2005 y salió escogido en la audición de Circolombia para el espectáculo de “Urban” para hacer el monociclo en una cuerda. El, originario de Guapi, cuenta su historia desde cuando se escapó de su casa a los doce años, dormía en las calles de Cali luego en un hogar de paso del ICBF y en la fundación del Padre Javier de Nicolo. Allí tuvo su primer taller de circo y encontró su camino. Hoy, ya ha trabajado en Berlín, Londres, Adelaide, Nueva York, Tokio, ha tenido contrato en China y sigue una conversación en francés. Tiene el premio del jurado 2008 del Cirque Du Soleil y el reconocimiento internacional. Su sueño es llegar al Cirque Du Demain en París y ser contratado en el circo de Montecarlo. Entre tanto, José Henry ya tiene hogar y su propia casa en Cali. Como el, hay otras historias de vida que contar que muestran los logros de cambio socio-ambiental, gracias a la formación y trabajo en el circo. Entre giras europeas, José Henry escampa el invierno en el sur de Francia, en la casa de Felicity Simpson y François Bertron, como en su propia casa, y se prepara para dirigir su propia compañía de circo-concierto. Felicitaciones Circolombia!