La tecnología nos ha dado herramientas para facilitarnos la vida, y entre eso se encuentra el comercio electrónico. Una modalidad que nos da más variedad y alternativas, nos permite acceder a diferentes comercios que pueden estar en otros países, o incluso, dispersos en nuestra ciudad donde la movilidad es tan compleja. 

Sin embargo, uno de los grandes interrogantes que tiene la mayoría de personas en Colombia es si comprar por este medio es seguro. Por esto, uno de los grandes obstáculos que ha tenido el comercio electrónico en Colombia, ha sido la desconfianza de los consumidores frente a la seguridad de estas transacciones. Y no solo me refiero a la seguridad técnica, sino a la seguridad jurídica.  La ley colombiana ha tratado de brindar todas las condiciones legales que le permitan a los consumidores colombianos realizar sus compras mediante comercio electrónico de manera fácil y segura. Desde el año 2011 existe la ley de protección al consumidor, que contiene un capítulo de comercio electrónico y los obliga a entregar unos mínimos suficientes de información, para que el consumidor pueda tomar sus decisiones de compra de manera completa y racional.

Esto es además interesante, porque cuando compramos en comercio electrónico tenemos la posibilidad de pensar más sobre nuestra compra, reflexionar, comparar, ver los comentarios de otros consumidores, etc. Por otro lado, esta ley también establece dos derechos importantes para el consumidor electrónico: el derecho de retracto y la reversión de pago. Además de la ley de protección del consumidor, también existe la ley de datos personales que protege el flujo de información personal. Es decir, que el comercio exterior al recibir la información personal de sus consumidores y clientes, deben protegerla conforme a los principios legales dentro de los cuales no puede ser usada de manera ilimitada sin ser autorizado previamente por los consumidores.

Finalmente, es importante tener en cuenta que todas las transacciones económicas y comerciales que se realizan en comercio electrónico tienen el reconocimiento legal y jurídico, dado que tienen eficacia probatoria y plena validez jurídica. Es así, como el comercio electrónico se convierte en una gran alternativa para nuestras compras de fin de año de manera segura desde el punto de vista legal. Ahora bien, al igual que nos sucede en el mundo offline, tenemos que saber a qué comercio podemos entrar, y validar la seguridad técnica de esos comercio electrónicos (encriptación, confidencialidad y seguridad de la información) porque como dicen “nunca le abras la puerta a un desconocido”.