Mientras que todos los departamentos de una organización se están digitalizando, las empresas consideran que la gestión de la experiencia digital es una estrategia clave para optimizar su transformación y también para crear un modelo de negocio sólido. Este nuevo modelo comercial transformado digitalmente, cuyo epicentro es la gestión de la experiencia, puede anticipar cambios de infraestructura, culturales y de comportamiento para beneficiar a las empresas y sus usuarios; al tiempo que deberán lograr un equilibrio entre las funcionalidades comerciales existentes y el entorno recientemente transformado.    La necesidad de gestionar la infraestructura  El alcance de la transformación digital se extiende más allá del ámbito tecnológico en todos los rincones de una organización. Las transformaciones completas solo se pueden lograr con una infraestructura capaz de manejar tecnologías más nuevas y en evolución, ya que la experiencia de cada usuario final es importante para llevar un negocio sostenible, y la administración de la infraestructura desempeña un papel vital para lograrlo.

Con tecnologías como Artificial Intelligence for IT Operations (AIOps) y las infraestructuras de múltiples nubes ganando protagonismo, los equipos ahora buscan implementar políticas de gestión de TI centradas en el cliente para garantizar que los procesos comerciales estén al día. Sin embargo, las iniciativas de transformación digital deben considerar la diversidad digital, la agilidad de la red y varios componentes de infraestructura para alinear exitosamente la TI con cada unidad de negocio.  Gestión de la diversidad digital  La transformación digital reinventa los procesos, causando variaciones en las operaciones existentes, lo que aumenta la diversidad digital o el espectro de activos y tecnologías implementados en una empresa; para lo cual se necesita una estrategia adecuada de administración de diversos componentes de infraestructura para evitar problemas importantes. Con diversos activos digitales, descubrir y monitorear varios componentes que afectarán directa o indirectamente a un negocio, ahora es una prioridad.  Agilidad de red, la columna vertebral de la transformación digital Las redes forman la base de la transformación digital, de las operaciones de TI y de muchos de los servicios en los que confían las empresas. A medida que los equipos de TI se centran cada vez más en una mayor disponibilidad y rendimiento, las infraestructuras de hardware y software pueden requerir una revisión para incorporar tecnologías más nuevas como redes inalámbricas de 5G, computación de punta e IA para mejorar la eficiencia operativa. 

Para mantenerse al día con este cambio, los equipos de red deberían considerar la adopción de tendencias emergentes, como las redes de área amplia definidas por software (SD-WAN). Esta tecnología reduce la dependencia de la infraestructura, aumentando así la agilidad de la red permitiendo la implementación de actualizaciones a través de un portal centralizado, incluso para diferentes geografías, en lugar de tener que trabajar en múltiples silos. Interacción entre componentes de infraestructura Los componentes de infraestructura interactúan a través de redes, servicios y aplicaciones. Estudiar y analizar la ruta y el mapa de la red es crucial, ya que proporciona una instantánea de toda la infraestructura, lo que a su vez ayuda a gestionar sin problemas las operaciones y los sistemas de TI.  Con almacenamiento hiper convergente, redes virtualizadas y entornos de TI híbridos, las empresas ahora pueden integrar nuevos componentes con hardware y software más antiguos para lograr interacciones de componentes más fluidas.  Gestión de experiencia digital Según una encuesta de McKinsey and Company (2018), solo el 16% de las organizaciones reportaron un mejor rendimiento después de su transformación digital, pero aumentar las posibilidades de una transformación digital exitosa es posible mediante una planificación adecuada y la priorización de la experiencia del usuario en cada paso, comenzando con la infraestructura. 

Todos estos nuevos procesos comerciales digitales tienen que planificarse y racionalizarse adecuadamente, y esto solo se puede lograr a través del monitoreo y análisis paso a paso. Por lo tanto, la transformación digital no debería detenerse con la digitalización, y para mantener la realidad y obtener beneficios a largo plazo, las empresas deben considerar monitorear no solo a nivel de infraestructura, sino también las diferentes capas que involucran sitios web, redes, aplicaciones, infraestructura, nube híbrida, nube privada y experiencia del usuario; preferiblemente desde una sola consola.