La reciente elección de un nuevo magistrado para la Corte Constitucional ha generado un debate significativo sobre las posibles repercusiones en el ámbito político y jurídico del país.

La elección del magistrado: una contienda política

Una de las opciones deseables hubiera sido un consenso de las diferentes fuerzas políticas del Senado en torno a uno de los integrantes de la terna presentada por el Consejo de Estado. No fue así, el asunto quedó sumido en la dinámica del esquema gobierno-oposición. Entonces, la lectura simplista en la opinión pública fue qué estaba en juego si el nuevo magistrado sería más cercano al gobierno de Gustavo Petro o a sectores opositores.

Sin embargo, los magistrados no se pueden ver como simpatizantes u opositores del gobierno de turno, el asunto es mucho más complejo. De otra parte, a lo largo de los años, incluso los magistrados nominados por el presidente han demostrado su independencia.

Composición actual de la Corte

En este momento, la Corte Constitucional parecería estar compuesta por cinco magistrados más próximos al establecimiento con sus respectivos matices y cuatro con posiciones progresistas más sensibles al cambio, unos más acentuados que otros. Esta diversidad de perspectivas dentro de la Corte es crucial y puede influir en cómo se abordan temas fundamentales para el país.

Impacto del nuevo magistrado

A pesar de las especulaciones sobre si el nuevo magistrado podría inclinar la balanza a favor del gobierno de Petro, en mi opinión, esta elección no altera significativamente las mayorías en la Corte. El magistrado saliente podría calificarse como un progresista moderado, y su reemplazo, aunque conservador, también podría llegar a estar en esa posición. Por lo tanto, no veo un cambio drástico en términos de alineación política.

Temas clave para la Corte

Entre los temas más sensibles que la Corte deberá abordar están las medidas extraordinarias y los estados de excepción, especialmente en contextos electorales. Está el ruido de una asamblea constituyente fuera de los cauces constitucionales.

También serán relevantes las reformas en áreas como la salud, las pensiones, justicia y reforma política. La Corte ha sido independiente, ha habido ocasiones en las que ha bloqueado iniciativas del gobierno, como la declaratoria de emergencia en La Guajira, el Ministerio de la igualdad, aunque difirió sus efectos y el Código Electoral. En otras ha encontrado ajustadas a la Carta la Ley del Plan y la paz total, con ajustes.

Futuro de la Corte

El próximo año traerá cambios significativos en la composición de la Corte, con la salida de otros tres magistrados, uno de ellos nominado por terna presidencial. Esto podría representar una oportunidad más para que el gobierno de Petro influya en futuras elecciones, aunque insisto en que los magistrados suelen mantener su independencia a lo largo de sus periodos de ocho años.

En conclusión, la elección del nuevo magistrado se surtió dentro del procedimiento constitucional de terna judicial y elección política, el respaldo electoral del gobierno no significa la pérdida de independencia del magistrado electo ni el control sobre la Corte. La independencia judicial sigue siendo un pilar fundamental en nuestra democracia, y la diversidad de matices conceptuales dentro de la Corte continuará siendo un factor clave en el control de las reformas constitucionales y legales, así como en los estados de excepción.

Otra cosa sería si el gobierno hubiera acudido a malas prácticas políticas para obtener las mayorías en el Senado…

Cita de la semana: “Políticos: … Reúnen en sí mismos los defectos de los hombres prácticos y los de los intelectuales sin tener ninguna de sus cualidades”. Diarios, Robert Musil (1976).