Y es que la actual administración, aunque desde el comienzo ha disimulado su poco apoyo a la construcción del metro, en abril de 2016 presentó el render, o  maqueta animada, de lo que sería el metro versión Peñalosa. (Vea el video)Desafortunadamente, esto no es ninguna garantía de que por fin, el metro sea una realidad. Vale la pena recordar que tanto Samuel Moreno, como Gustavo Petro también nos dejaron sus propios renders del metro pero ni un centímetro construido. ¿Improvisación o confesión?En las entrevistas dadas por el alcalde y por el gerente de la empresa metro de la actual administración, queda en el aire una extraña sensación: o este gobierno está improvisando o está confesando que tampoco lo construirá. Nos dijeron que no se podía hacer subterráneo por los costos, pues la construcción de los 27 kilómetros, definidos por los estudios que nos presentaron en octubre de 2014, podrían valer 15 billones de pesos. No obstante, el metro elevado de Peñalosa, que supuestamente era más barato, y para el cual no hay estudios, vale lo mismo y solo tiene 15 kilómetros. Nos dijeron que la construcción subterránea del tramo norte, entre la 72 y la 127 era complicada por el tipo de suelos y que era muy cara. Incluso, nos explicaron que por eso debía usarse una tecnología diferente a las tuneladoras del tramo sur. Sin embargo, es justamente en el tramo sur donde pretenden construir el metro elevado. Para completar, proponen cambiar el trazado, sin estudios, para llevarlo sobre la avenida caracas. Nos dijeron que quieren hacer un metro alto, esbelto y “de poco impacto, casi invisible”, como el de Vancouver, en Canadá, una ciudad que sólo tiene 600.000 habitantes, ¿Es esa una experiencia comparable con Bogotá? Claro que no. Pero además, el Skytrain, como se llama, ni es esbelto ni casi invisible. Si el metro de Bogotá espera mover 800.000 personas al días, con toda seguridad necesitará estaciones grandes, cómodas, que no repitan los errores de las estaciones y los portales de transmilenio. Silencio del gobierno nacionalPero la responsabilidad no solo es de la pasada y la actual administración. En mayo del año pasado, durante un consejo de ministros, el director de planeación nacional, Simón Gaviria, presentó ante el presidente de la República cuál sería el compromiso de la nación con el metro de Bogotá. (Ver video)A pesar de anunciar la financiación para un metro más corto, Gaviria se comprometió que a cambio, Bogotá contaría con una red ferroviaria de 136 km. ¿En qué quedó todo eso? ¿Por qué hoy cuando Peñalosa y su equipo deciden cambiar el diseño y el trazado, sin estudios, el gobierno nacional no dice absolutamente nada? Sorprende también que los mismos estudios para la construcción de un metro subterráneo presentados por la anterior administración, que fueron validados, respaldados y aplaudidos, incluso por el actual secretario de movilidad (Ver minuto 20:35 a 22:22 en este video); hoy carezcan de rigurosidad, calidad y se asuman con desdén. Si tan mal estuvieron ¿por qué no se dio el debate en ese momento? Si debió haberse contemplado el metro elevado ¿por qué no lo discutieron en su momento? Enorme daño le hacen a la ciudad si nos meten en un debate entre el metro de Petro y el metro de Peñalosa. La construcción del metro es una necesidad que no da espera. Por lo tanto, el actual gobierno debe entender que mejorar la calidad del servicio de transmilenio, es fundamental; construir más troncales, es clave para mejorar la cobertura. Pero otra cosa es que pretendan condenar a Bogotá a moverse únicamente en transmilenio. * Politólogo con maestrías en gestión urbana e historia. Estudiante de doctorado en historia de la Universidad de los Andes. @ferrojasparra