La semana pasada los medios registraron la noticia de que la Fiscalía le abrió una indagatoria al general retirado de la Policía Humberto Guatibonza, por su presunta participación en una red de interceptaciones ilegales que les estaría prestando sus servicios no solo a políticos y empresarios, sino a la mafia.Lo que no se mencionó para comodidad del nuevo gobierno es que el cuestionado general fue unas de las figuras estelares del equipo nombrado por Duque para hacer el empalme en el Ministerio de Defensa. Y según mis fuentes, hasta la semana pasada, cuando se conoció el escándalo de las interceptaciones ilegales, este general era el candidato más firme que tenía Uribe para ocupar la dirección de la Policía Nacional.Resulta lamentable, por decir lo menos, que un general tan cuestionado, en la mira de la Fiscalía por ser presuntamente el cerebro de una red de interceptaciones ilegales, sea el mismo que semanas antes entraba y salía de las reuniones de empalme del Ministerio de Defensa en representación del gobierno Duque. Pero sorprende aún más la cautela con que la Fiscalía ha decidido asumir su caso pese a las evidencias que ya tiene en su contra. Aunque el general ha negado cualquier participación y ha dicho que no es cierto que él sea dueño de la empresa A&G allanada por la Fiscalía en días pasados, hay varios audios en poder del ente acusador que asegurarían lo contrario. También resulta insólito que la empresa de seguridad que sí es de propiedad de Guatibonza, HG Consultorías y que aparecería mencionada en el expediente, no haya sido allanada.Puede leer: Pobre DuqueLa mala noticia es que Guatibonza no es el único exoficial que el uribismo quiere reencauchar dentro de los cambios que tiene pensado hacer en la cúpula de las Fuerzas Militares y de la Policía.  El primer reencauchado ya fue motivo de una columna pasada: el general retirado del Ejército Leonardo Barrero quien salió de la institución luego de que SEMANA revelara un audio en el que Barrero, entonces comandante de las Fuerzas Militares, le recomendaba al coronel González del Río, hoy condenado por falsos positivos, que montara una mafia en contra de los fiscales que estaban investigando esos crímenes. Hace poco, en una de las reuniones de empalme en que estaban visitando unas instalaciones para los soldados lisiados por las minas, alguien le planteó a Barrero la posibilidad de abrir estas instalaciones al público debido a que estaban vacías desde el fin de la guerra con las Farc. El general movió negativamente la cabeza y le dijo: “Prepáranse porque la guerra vuelve”.Le sugerimos: ¿Un pacto de silencio?El segundo exoficial que estuvo en ese empalme fue el general retirado del Ejército Jorge Humberto Jerez, quien pidió la baja junto con siete oficiales más en noviembre de 2017, en protesta por el nombramiento como comandante general de las Fuerzas Armadas del general Alberto José Mejía. Se salió dando un portazo en contra de muchas de las decisiones adoptadas por el presidente Santos en materia del acuerdo de paz y hoy está militando en las canteras del uribismo, al lado del presidente eterno.La mala noticia es que Guatibonza no es el único exoficial que el uribismo quiere reencauchar dentro de los cambios que tiene pensado hacer en la cúpula de las Fuerzas Militares y de la Policía.Jerez estuvo en varias reuniones de empalme en compañía del excoronel Jaime Ariza quien era el jefe de la regional de inteligencia militar 5, en 2006, cuando se produjo una oleada de atentados días antes de la posesión del presidente Uribe. Semanas más tarde, al Ejército le tocó aceptar que esos fueron unos atentados falsos producto de un burdo montaje (ver artículo en semana.com). A pesar de que el propio comandante del Ejército, el general Mario Montoya, salió a pedirle disculpas al país por el montaje, hasta hoy, el único responsable en la cadena de mando por estos hechos que cobraron la vida de un civil es un sargento. Un año después, la Fiscalía le abrió una investigación a Ariza por su presunto involucramiento en la falsa desmovilización del frente de las Farc, Cacica La Gaitana (ver registro noticioso), hecho que motivó su salida del Ejército. Hoy el uribismo lo vuelve a reencauchar.Le recomendamos: “¡Prepárense porque vuelve la guerra!”El nuevo gobierno tiene todo el derecho de cambiar la cúpula de las Fuerzas Militares y de la Policía. Tampoco es un secreto que Duque le entregó el Ministerio de Defensa a Álvaro Uribe ni que el expresidente quiera devolvernos a las épocas en que la inteligencia y las Fuerzas Militares estaban a su servicio. Ojalá Duque tenga el temple para hacer esos cambios pensando en el país y no se deje llevar por esa sed de venganza que parece arrastrar como alma en pena el expresidente Uribe.