La agenda socialista para lograr la continuidad de la izquierda al timón de los destinos de nuestro país está perfectamente clara; es así como la campaña política para las elecciones del 2026 está en marcha y desde la cabeza del poder ejecutivo se pavimenta la vía que puede generar un verdadero ‘estallido social’, el cual podría desembocar en una nefasta guerra civil, interpretando la frase “Llegó el momento de la expresión popular” contenida en uno de sus recientes mensajes por ‘X’
El jefe de Gobierno cada día incrementa la polarización de la sociedad con sus comentarios, hace política en forma pública buscando su sucesión ideológica para el 2026, pero también se ha enfrentado contra los demás poderes generando una gigantesca brecha con los organismos de control, llegando incluso a vislumbrarse una sensación de ruptura institucional que debilita al Estado, motiva el desconocimiento de la ley y el resquebrajamiento del Estado Social de Derecho.
Desde las toldas de la izquierda se han producido ataques a las libertades, como es el caso del proyecto de ley de un integrante del Pacto Histórico, donde se creaba el delito de ´obstrucción a la paz’, para afectar la libertad de expresión y perseguir opositores, mientras que compañeros de bancada ideológica fueron cobijados por la impunidad a sus crímenes de lesa humanidad. El ataque a las instalaciones de SEMANA por comunidades indígenas traídas a la capital para participar en marchas convocadas por el Gobierno atentan contra la libertad de prensa. Estos son pasos previos a la instauración de un sistema totalitario, típico de las tendencias comunistas.
Siguiendo el pensamiento marxista, el socialismo plantea que debe existir el monopolio de Estado para atender adecuadamente las necesidades de la sociedad; sin embargo, los monopolios han sido analizados por más de un siglo y se ha demostrado que su práctica es funesta. A pesar de ello, el Gobierno sigue empeñado en implantar reformas al sistema de salud tratando de que esta sea monopolio del Estado, acabando con la libre competencia y la libertad de elección, así como con la calidad del actual servicio, lo cual es rechazado por la mayoría de la población.
Parece que las Fuerzas Militares también se encuentran afectadas por la agenda del Gobierno, pues se observa que han sido muy debilitadas al mutilar en forma incoherente a los altos mandos, al disminuir sus presupuestos, como lo propuso el actual ministro desde su llegada al cargo, debilitamiento que se ha podido palpar al incrementarse el número de retiros voluntarios, al no tener en operación todos sus equipos, como tristemente se pudo apreciar en la época de incendios, ni a contar con el presupuesto suficiente para operar y mantener adecuadamente sus medios.
Instituciones integrantes del Grupo Social y Empresarial del sector defensa, 4.º grupo empresarial por su importancia en el país, se encuentran en interinidad, pues con el retiro de sus gerentes o directores no se han nombrado en propiedad sus reemplazos, en varios casos después de varios meses, lo cual sin lugar a duda entorpece el desarrollo de una sinergia interinstitucional entre entidades que son de gran valor estratégico para Colombia. ¿Que se estará planteado con ellas dentro de la estrategia gubernamental?
Muchos no reconocen que día a día las drogas ilícitas están incrementando su presencia dentro de nuestra sociedad. De una parte se aumentan las hectáreas cultivadas con coca y de otra se disminuye la erradicación; el Gobierno ha dejado sin valor disposiciones legales como las que criminalizaban el porte y consumo de dosis personales de estupefacientes. Es de suponer que estas decisiones están relacionadas directamente con el libre desarrollo de la personalidad, tema muy defendido por la ideología progresista, pero que afecta las bases fundamentales de la comunidad.
Realmente impactan los temas de la agenda socialista que tanto afectan la gobernabilidad y desestimulan la adecuada gobernanza. El cambio es necesario y la democracia es el más bello instrumento de que disponemos para poder gozar de libertad.
Tenemos una gran responsabilidad con la familia y para el futuro de Colombia. Hagamos un esfuerzo para que se respeten los principios y valores, como base fundamental del progreso y prosperidad.