En reciente entrevista a Petro y su fórmula del Pacto Histórico sobre el escándalo de La Picota, se observan una vez más el cinismo y la manipulación de la información de la izquierda colombiana, buscando ganar un posicionamiento frente a quienes se encuentran desinformados de la realidad que ha vivido el país durante los últimos 60 años.
Tratando de ser el adalid de la justicia, Petro menciona que no puede haber beneficios jurídicos para quienes han delinquido sin que haya verdad y reparación a las víctimas, pero se le ha olvidado mencionar su propio caso, pues que se conozca no ha habido verdadero castigo ni reparación por sus actuaciones fuera de la ley. Tampoco dice nada en relación con los cabecillas de las Farc que gozan de la impunidad de Santos y con los cuales ha compartido banca en el Congreso durante los últimos cuatro años. ¿Se le ha ido la memoria o ya comenzó a aplicar el perdón social que se ha inventado?
En el aire han quedado numerosas dudas acerca del interés de Petro por buscar el famoso ‘perdón social’, mejor calificado como ‘impunidad social’, lo cual solo sirve para generar más libertinaje e inmunidad frente a los delitos de lesa humanidad, frente a la corrupción, frente a los delincuentes de cuello blanco. ¿O es que las visitas de sus alfiles a los grandes peces que se encuentran en las cárceles buscan apoyo económico para la campaña, o respaldo en votos en las regiones donde estos son los caciques políticos?
Candidato Petro, su ignorancia frente al sector de la Defensa y particularmente de la fuerza pública le hace decir barbaridades; le recomiendo ilustrarse acerca de la magnífica labor que adelanta la Caja de Vivienda Militar y Policial (Caja Honor) en beneficio del personal de soldados y policías, así como de las viudas, los huérfanos, los padres del personal que ha sido asesinado por organizaciones criminales de todos los pelambres, así como de los heridos por los mismos delincuentes.
Por si no tiene conocimiento, le cuento que los militares se hacen acreedores a una asignación de retiro después de laborar 25 años calendario, lo cual equivale a 75 años de trabajo, porque a diferencia de otras actividades productivas, estos laboran las 24 horas del día, los 365 días del año y desde que ingresan como oficiales, suboficiales o soldados e infantes de Marina profesionales hacen su aporte mensual a la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares y los integrantes de la Policía Nacional a la respectiva Caja de Sueldos y los subsidios no los subvenciona ni uno ni otro; no manipule la información.
Los integrantes de la Comisión Segunda del Senado deben estar preparando denuncias contra el candidato Petro al calificarlos como corruptos al afirmar: “La mayoría de la Comisión Segunda es de la politiquería corrupta”, y añade: “No es el sacrificio, no es el mérito, no es la eficacia dentro de la carrera militar o policial lo que hace ascender”. Usted, candidato Petro, está ofendiendo al personal militar y policial, y me está ofendiendo al hacer estas afirmaciones sin fundamento, porque mis ascensos durante los 45 años de honrosa carrera en la Armada Nacional nunca estuvieron influenciados por ninguna razón política, sino por mis propios méritos, o demuéstreme lo contrario.
No es fácil entender que los candidatos Petro y Márquez sigan hablando de verdad y corrupción, cuando Petro recibió dinero por debajo de la mesa, cuando hizo el contrato por los camiones viejos de basura que nunca funcionaron, y Márquez engaña al Estado para recibir los subsidios de Ingreso Solidario quitándole la posibilidad de recibir estas ayudas a personas que realmente los necesitan. ¿Es esto lo que quieren los colombianos para un próximo gobierno?
Petro, con su discurso populista, manipula la verdad y construye violencia, mientras que Márquez con su racismo genera lucha de clases; no nos olvidemos que en Colombia todos somos colombianos, no importa la ascendencia, color de piel o condiciones personales. No sepultemos el estado de derecho.