Este 2023 va llegando a su fin. Un año que ha dejado puntos críticos y múltiples reflexiones en torno a la primera infancia en los gobiernos salientes, pero también un año que cierra dando la antesala a los retos en este tema. ¿Se perdió el año?

Si hacemos un balance de lo que dejó este 2023, podríamos ser rigurosos y decir que la primera infancia en Colombia, la que está entre cero a cinco años, queda en cuidados intensivos. El país y el mundo han pasado por momentos complicados que han interferido enormemente las acciones que se requerían, pero eso no exime la responsabilidad de actuar en el inmediato ante las necesidades de la primera infancia. ¿Por qué se dejó a la niñez tan abandonada o desprotegida?

La niñez, como el hambre, no da espera. Por eso comienzo este texto preguntándome si perdimos el año en el país en temas de primera infancia. Y para ser sinceros, yo creo que sí, lamentablemente.

Desde hace un par de meses, en diferentes columnas, he profundizado en algunos retrocesos en temas de salud, como la atención materno infantil, el bajo peso al nacer, la seguridad alimentaria, el aumento de muertes por desnutrición, entre otros. Sigue siendo hoy una necesidad imperante actuar cuanto antes. No podemos permitir que nos tomen ventaja.

Pero así estemos en cuidados intensivos, siempre hay una esperanza a la cual nos apegamos. No todo es malo, hay muchas acciones reales que se rescatan y dan pistas por dónde puede ser el camino a tomar en 2024. Y algunas otras nuevas que me gustaría sucedieran para el beneficio de los niños y niñas del país.

La sociedad civil. Las personas, como usted y yo, somos clave en la construcción de un mejor país para todos. Estamos llamados a exigir a los gobiernos seguridad, desarrollo, oportunidades y políticas públicas para la primera infancia. Es nuestra responsabilidad amplificar su voz y priorizar sus necesidades. Sumarnos en veedurías, seguimiento a los gobiernos y/o unirnos a causas sociales de fundaciones que trabajan por la primera infancia, podrían ser formas de cooperación para construir un mejor presente.

La academia. Su investigación y estudio riguroso son fundamentales para llegar a otros espacios en los cuales los gobiernos no tienen el alcance. Profesores y estudiantes pueden aportar mucho para identificar necesidades, comprender comunidades y proponer nuevos caminos para atender a la población vulnerable de niños y niñas.

Y, por último, las organizaciones sociales. Ellas están en el día a día de las comunidades, en el territorio, en los hogares y diferentes espacios donde una familia, mamá, niños y niñas necesitan apoyo y acompañamiento.

Así como la Fundación Éxito, que trabaja por la primera infancia en temas de desnutrición crónica, hay cientos de organizaciones, entidades territoriales, comunidades, sociedad civil, universidades y empresa privada, que están trabajando por la primera infancia. Y eso me deja una gran reflexión que les quiero extender.

En Colombia, lastimosamente, se volvió paisaje hablar del tema de primera infancia. Mueren los niños por desnutrición aguda, y no pasa nada. Es la población más vulnerable, y deberían tener la mayor atención y cuidado, y no sucede. El acceso a la alimentación, una nutritiva, y que puedan comer las tres veces al día, no se da.

El problema es muy grave y todavía no logramos dimensionar su alcance. Incluso pasa desapercibido en el país cuando a la ciudadanía le preguntan sobre los principales problemas que tiene Colombia, el de la primera infancia no está en ese top de necesidades.

Me pregunto, y les extiendo a ustedes, lectores, algunas inquietudes: ¿qué nos hace falta hacer para que sea más visible la primera infancia? Acaso, ¿es un tema de comunicación, de relacionamiento público para que sea parte de la agenda del país, de voluntad política? Esto es grave y no hay muchas respuestas a la mano para tomar.

Incluso, en las conversaciones más íntimas con amigos, familiares o compañeros, hablamos de temas como seguridad, desempleo, inflación, precios altos, etc., pero nunca, o casi nunca, de los problemas de la primera infancia, de nuestros niños y niñas que son el presente de Colombia. Esto me pone triste y me preocupa cada día más.

Todos somos parte de este problema y podemos dar soluciones. ¿Se animan a darnos ideas para seguir trabajando por la primera infancia? ¿Nos ayudan a pensar cómo podemos mejorar la atención materno infantil y la seguridad alimentaria de las mamás, niños y niñas? La tarea es de todos y el compromiso debe ser lograr el país que queremos para la niñez en este 2024 que ya llega.

Si me quieren escribir ideas, lo pueden hacer al correo cfexito@grupo-exito.com. Las leeré y compartiré con las personas e instituciones idóneas para ello.