Una vez más, el Gobierno colombiano ha solicitado al de España la devolución del tesoro quimbaya, una colección de 122 de las mejores y más preciadas piezas de oro precolombinas que fueron regaladas a España por el entonces presidente de Colombia Carlos Holguín, y que se encuentran actualmente en el Museo de América en Madrid.
Es una vieja historia. Holguín, siendo el representante de nuestro país ante España durante el proceso de arbitraje sobre el caso de la frontera colombo-venezolana, cuando se expidió el Laudo en 1891, le sugirió al Gobierno colombiano que como los españoles habían trabajado sin cobrar un centavo, como una muestra de agradecimiento, conjuntamente con Venezuela le hicieran un obsequio a la regente María Cristina, que ocupaba el trono.
Caracas se indignó y afirmó que la propuesta de Colombia era una desfachatez, ya que pretendía que Venezuela, además de haber perdido el Laudo, ahora les hiciera un obsequio a los españoles.
Para alivio de males, en Venezuela habían sacado la absurda especie de que el Laudo había sido a favor de Colombia, porque don Carlos había sido amante de la regente, lo que quedaba corroborado con el hecho de haberle obsequiado el tesoro más preciado de la arqueología colombiana.
En efecto, Holguín ocupo la Presidencia de Colombia entre 1888 y 1892. En esa condición siguió con su idea del regalo a la regente y, sin consultar con nadie, le obsequió el tesoro quimbaya que había sido hallado por unos guaqueros en 1890 entre los municipios de Quimbaya y Filandia.
No hay gobierno colombiano en los últimos 50 años que no haya solicitado a España la devolución del tesoro. Siempre sin resultado. De pronto Petro, que es tan amigo del gobierno actual de España, lo logra.
Se ha presentado ahora, en el parlamento español, una aguda controversia entre el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, de la izquierda, y la senadora conservadora María José Ortega, que se acusaron mutuamente de no defender los intereses de España, a raíz de la reclamación del Gobierno colombiano. La senadora lo acusó de que su política de revisar los museos coloniales españoles con miras a devolver algunas piezas a sus lugares de origen era alimentar la leyenda negra que existe en América sobre el coloniaje español. Le exigió que dejara de “reescribir la historia y desacreditar la titularidad española”.
Holguín, cuando estuvo de presidente apoyado por Núñez, seguramente consideró que era el rey de Colombia. Se intoxicó con su estadía en España y pensó que todo lo podía hacer, como sucede ahora con algunos mandatarios que se creen monarcas y que han seguido muy de cerca los regímenes de Cuba y Venezuela de duración indefinida.
Además, han estudiado muy bien el lema del escudo de Chile: “A la razón o a la fuerza”…