Desde hace décadas, incluso dentro de la complejidad de la lucha contra el narcotráfico propia de los años 80, hasta nuestros días, las propuestas de legalizar las drogas en concreto han sido reiteradas y repetitivas, sin embargo el avance practico en esta materia se ha enmarcado dentro de la total ineficacia, con lo cual es claro que  con relación a este debate de la legalización del uso recreativo de la marihuana el tren de la historia nos dejo hace más de 45 años. Resulta preponderante mirar al sur del continente, específicamente al caso de la Republica Oriental del Uruguay que como política estatal permitió el uso recreativo de la marihuana, bajo una estricta normatividad regulatoria y  declarando así el monopolio de los mercados de la Cannabis en cabeza del mismo Estado, así mismo la experiencia de Portugal que en menos de un lustro ha traído como corolario de la apuesta a la legalización, las tasas más bajas de delincuencia, pero además de consumo de sustancias ilícitas dentro de sus jóvenes,  lenguaje que incluso en nuestro contexto no ha sido ajeno en la medida en que durante la alcaldía de Gustavo Petro, el burgomaestre se la jugó por la propuesta de crear centros de consumo controlado de estupefacientes, todas estas son propuestas de alcance, y luego del fallo reciente de nuestra Corte constitucional, se vuelve a poner de moda hablar de como manejar el tema de consumo de las sustancias psicoactivas en sitios públicos como parques de las ciudades. La polarización en Colombia nos termino llevando a una realidad triste pero incuestionable. Por un lado los prohibicionistas apoyando todas las medidas de carácter represivo y por el otro los que apoyan la legalización, o por lo menos la apertura a discusiones razonables frente a la realidad de la lucha contra la producción de la cadena del Narcotráfico. En medio de ese panorama asoma la defensa de las Libertades Individuales que es mucho mas acorde con la vida del ser humano, es ahí donde la Corte Constitucional advierte sobre la necesidad de salvaguardar la libre autodeterminación. Después de 50 años de fracasos en la guerra contra la droga solo hay un país en Europa que piensa que el consumo es un delito, los demás países lo convirtieron en un asunto de salud y no de carácter criminal. Con Carlos Gaviria Díaz y su Sentencia de despenalización del consumo de dosis mínima personal comenzó a ponernos en tono en la necesidad de revisar una política represiva y buscar formas mas democráticas y lógicas para enfrentar esa difícil problemática. Producida esa decisión el mundo se acabo en Colombia, el Presidente, los gremios la religión Católica, los americanos a través del Departamento de Estado manifestaron el fin de mundo (7 de mayo de 1994) hoy se habla de la "marihuana Marlboro" o pronto se conocerá producida por cualquier marca de cigarrillos del mundo, la realidad inocultable es que la mayoría de lis Estados de USA han legalizado su consumo. El problema de hoy para los que vivimos en este bello rincón del mundo son 250 mil hectáreas sembradas para producir cocaína, la pregunta es qué política publica existe por fuera de nuestra Patria para enfrentar este dramático panorama ? El único que se conoce es el de pedir que llueva Glifosato.  Que difícil será para la Corte Constitucional ratificar como esperamos y apoyamos, se prohíba el uso de esa macabra sustancia de fumigación que a buena hora los Jueces de USA han prohibido y castigado. La definición de una Política seria de Estado pudiera ser el gran tema para enfrentar el crecimiento desbordado en el consumo de sustancias que causan el flagelo especialmente en los sectores jóvenes de nuestra población. Los códigos de Policía resultan idóneos en los aspectos de convivencia elemental, el manejo de nuestras mascotas en los parques le otorga a ese instrumento, justificación y razón de ser, pero atender el problema mencionado del aumento del consumo obliga a pensar en mas presencia del Estado Colombiano en la áreas que ya mencionamos. Finalmente Colombia no puede seguir siendo el señalado a solucionar un problema de la humanidad consumidora, este no es un problema de químicos para matar las plantas materia prima de la fabricación de cocaína el problema es del mundo que consume y demanda mas producto y por supuesto de los narcotraficantes, la represión es la amiga del aumento en el valor de la droga. Algún día pregunté en una Comisión de Naciones Unidas, cuantos capos del narcotráfico mundial fuera de los colombianos y mexicanos habían sido juzgados en USA, les cuento lo mismo que se me contestó: ¡¡Ninguno !! PD: La Cancillería de Colombia esta obligada a expedir un Documento para lograr el control de nuestros queridos amigos buenos de Venezuela y evitar que los malos nos sigan atracando en las calles de Colombia.