Segundo Salvador Rojas González, minifundista caficultor de la vereda Diamante Alto, del municipio de La Celia (Risaralda), escribió una carta dirigida al presidente Petro y al gerente de la Federación, Germán Bahamón. Su texto enmarca la mayor crisis cafetera de la historia y plasma el sentimiento de miles de productores. La trascribo con mínima edición y la refuerzo con otros comentarios.
“La Celia, Risaralda, 2 de agosto del año 2023
Señor presidente de la República de Colombia
Señor gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros
Cordial Saludo.
En nombre del gremio cafetero reciban un fraternal saludo, estas breves palabras que muy respetuosamente les dirigimos se deben a un recordatorio de cuáles son las principales fibras que corren por nuestra patria, Colombia.
(…) con el sudor, esfuerzo y sacrificio del gremio productor de café; se construyeron las principales bases para fundar un mejor país, colegios, puestos de salud, hospitales, inspecciones y comandos de policía, empresas bancarias, empresas de energía, carreteras, puentes y acueductos que aún son muestra del desarrollo y la pujanza con la cual el gremio cafetero forjó un mejor país.
Hoy (…) se encuentra sometido a la extrema pobreza y esclavitud; obra de las potencias que lanzan las lluvias de pestes sobre los cultivos, para luego incrementar el costo de los insumos y venenos (…) posteriormente llega la rebaja en los precios para nuestro café (…) pero los insumos sí seguirán conservando el precio actual.
Maniobra que injustamente nos desfavorece, pero sí favorece a las grandes industrias y multinacionales que le sacan el jugo al tratado de libre comercio.
Señor presidente de la República, señor gerente general de la Federación de Cafeteros (…) el gremio de productores de café de este país les exigimos que se unan y nos brinden una solución a esta problemática que nos agobia, (…) los elegimos para que velen por nuestro bienestar y desarrollo en cada uno de nuestros hogares cafeteros.
Estas políticas mercantiles están devastando nuestro gremio y nos están obligando a vivir de la mendicidad y la limosna, además de forzar a nuestros hijos a crecer sin oportunidades; nos rehusamos a creer que el 27 de junio de 1927 Ospina Pérez … y sus 31 compañeros hubiesen fracasado creando la Federación de Cafeteros para que a los 96 años nuestro gremio tenga que cargar con esta situación tan adversa y abrumadora.
… Les manifestamos a ustedes (…) que la solución no radica en comprarles millones de sacos de basura a las grandes multinacionales para mezclarlas con nuestro café (…).
Si verdaderamente lo comprenden y asumen la responsabilidad del caso, estarán de acuerdo con que la solución (…) es que se pueda entregar con la mejor calidad para sostener los mejores y así proteger nuestra economía (…).
De antemano les agradecemos la atención prestada.
Segundo Salvador Rojas González
CC. 6.214.594 de Caicedonia”.
Esta es la situación de minifundistas, medianos y empresarios cultivadores. Tanto de los 495.185 con menos de tres hectáreas, como de los 55.000 restantes, los que elaboran entre tres y cuatro sacos de cada diez producidos. Todos perjudicados.
Sobra razón a Rojas. El costo de insumos, mano de obra y demás importes lleva a que, por la baja en el precio internacional y en la tasa de cambio, los cafeteros reciban 130.000 pesos por arroba y cueste producirla 150.000 pesos en promedio. Pérdida del 15 por ciento o más. Camino a la ruina.
Las importaciones de café a mayo de 2023 sumaban casi 700.000 sacos, como dice Segundo, para “mezcla” de “esas basuras” con nuestro café. La paradoja es tal que, en 2022, el grano de café fue la principal exportación de Risaralda, pero también la segunda importación regional que más creció.
Peor aún: la Dian, por derecho de petición de mayo de 2023, de Duberney Galvis, dirigente cafetero y profesor universitario, informa de un registro de la subpartida 0901.11.10.00, proveniente de Brasil, por valor FOB de 147.840 dólares de 52.800 kilos de “Café sin tostar, sin descafeinar, PARA LA SIEMBRA”. ¿Significa que también se importan SEMILLAS de otras variedades, acabando con la denominación del product of Colombia? Bahamón y el ICA tienen la palabra.
A tantos males se suma, de concretarse, la decisión de fijarle un precio base solo al café que requiera 88 kilos de pergamino o menos para trillar un saco de 70 de verde. En Risaralda, en los últimos ocho años, apenas el 4,58 por ciento de lo transado lo cumpliría. ¡Otro golpe letal!
Estos hechos, sin excepción (la baja del precio interno, las graves fallas institucionales y las importaciones), justifican la movilización de los caficultores del jueves 17 de agosto a Armenia. Mientras muchos no captan ni un salario mínimo mensual, Bahamón recibe –pagados por ellos– 4 millones de pesos diarios. Inicuo.