Los mercados emergentes, ellos son la frontera, la línea brillante y electrizante donde la humanidad avanza. Fuera de China, más de 4.100 millones de personas residen en estos mercados, constituyendo el conglomerado comercial unificado más grande del mundo.
Quienes somos originarios de estos mercados emergentes, experimentamos un destino que parece forjado por la ira de los titanes y los dioses olímpicos. Desde nuestros inicios, enfrentamos dos grandes enemigos: las crisis de monedas y la inflación.
El primero, las crisis monetarias, son la guadaña que corta cualquier posibilidad de creación de riqueza. En las décadas de 1980 y 1990, en 1998, y nuevamente desde 2014, las depreciaciones monetarias actúan como una evaporación brutal de cualquier intento de acumulación de riqueza. Imagina tener un millón en ahorros en cualquier moneda, y dos años después, el valor de esos ahorros se desploma a la mitad, o peor aún, como ha sucedido recientemente en Turquía y Argentina, a un mísero 2 % de su valor original.
Estas crisis monetarias son crisis de confianza. Cuando en el Olimpo económico, la liquidez se seca, es decir, cuando las tasas de interés reales en Estados Unidos se vuelven positivas, los ciudadanos sujetos a políticas fiscales imprudentes, a la inestabilidad política y a la falta de independencia del banco central, se convierten en las víctimas de la furia de este primer titán.
El segundo titán, la inflación, es más escurridizo. Puede parecer inexistente por períodos prolongados, solo para emerger de las sombras y erosionar nuestro poder adquisitivo durante décadas. La causa radica en la misma raíz: la pérdida de confianza en el gobierno y, con ello, en el valor del dinero. Al final, el dinero fiduciario no es más que una promesa, una cuestión de confianza.
Pero no todos los titanes son malignos. Al igual que Prometeo, quien robó el fuego de los dioses del Olimpo para beneficio de la humanidad, las plantas de Tesla y otras empresas en mercados emergentes están creando un intercambio masivo de tecnología. El fuego del Olimpo de la innovación puede estar ardiendo en lugares como Vietnam, México, Polonia, India y Arabia Saudita.
Entonces, nos encontramos frente a tres titanes. Dos de ellos, las crisis de moneda y la inflación, amenazan con exterminar toda posibilidad de creación de riqueza. Pero el tercero, la tecnología, es la llave hacia un futuro prometedor.