El presidente Duque ha dicho que en su gobierno no va a haber mermelada y que las asignaciones presupuestales a las regiones se harán de manera transparente; sin exigirles nada a cambio ni a los alcaldes, ni a los gobernadores ni a los políticos. En medio de tantas incertidumbres que ha generado su estreno en el gobierno, esa promesa, la de depurar la política, ha calado bien incluso entre los que no votamos por él. Por eso, me sorprendió un audio que llegó a mis manos en el que un exconcejal de La Cumbre, un pueblo del Valle del Cauca, cuenta cómo es que la nueva directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Susana Correa, reparte la mermelada con miras a ganar alcaldías en ese departamento en las elecciones de 2019. Puede leer: Naranja no, mango biche La voz que se escucha en el audio es de Ricardo Alejandro Muñoz, precandidato a la Alcaldía de La Cumbre. En su Facebook, él dice pertenecer al Centro Democrático, pero he podido constatar que dentro de ese partido hay quienes sostienen que eso no es cierto. En una de esas publicaciones de su Facebook aparece en una foto con Susana Correa, anunciando que gracias al “Departamento de la Prosperidad Social a cargo de la Dra Susana Correa se vienen grandes inversiones para nuestro municipio” (ver su Facebook). Susana Correa proviene de una familia del notablato del Valle del Cauca, dueña del Ingenio Mayaguez. Entró a la política por su afinidad ideológica con el expresidente Álvaro Uribe, fue senadora por el Centro Democrático en la legislatura pasada, y aunque no descolló especialmente en el Congreso, sí es conocida por su cercanía con el expresidente Álvaro Uribe. Su nombramiento fue considerado como un guiño que Iván Duque le hizo a su presidente eterno. En el audio, el precandidato a la Alcaldía de La Cumbre cuenta emocionado el resultado de su visita a Susana Correa en el DPS. Dice que regresa muy contento porque “la doctora” le prometió –para solo este año– dinero con destino al mejoramiento de viviendas de La Cumbre y 2.000 millones de pesos para una vía; cuenta que “la doctora” también le propuso que buscara jóvenes que estudiaran en el Sena para afiliarlos y otorgarles un subsidio de 400.000 pesos cada dos meses y que, además, le prometió acompañarlo a donde el ministro de Vivienda y a donde el director del Invías. Hasta aquí no hay mermelada. Le sugerimos: Juez y parte Sin embargo, más adelante, el precandidato a la Alcaldía confiesa que “la doctora le puso de pa’rriba las cosas” porque le condicionó las ayudas. “Dijo que le metía platica a La Cumbre, pero que necesitaba la Alcaldía”, revela en el audio el precandidato.
) Lo que está haciendo la directora del DPS con este precandidato a la Alcaldía de La Cumbre no es otra cosa que utilizar los recursos del Estado con miras a ganar las próximas elecciones de 2019. Eso es precisamente lo que tanto le criticaron a Santos y lo que ellos, los uribistas, bautizaron como “la mermelada”. Una de dos: o la directora del DPS está actuando a espaldas del presidente Duque o su promesa de que no habría mermelada en su gobierno es mera retórica. ¿A cuántos candidatos a alcaldes la doctora Susana les ha repartido mermelada? ¿En nombre de quién la está repartiendo? ¿Del Centro Democrático? ¿Del gobierno de Iván Duque? ¿De ella misma? ¿Esa es la manera como tienen pensado ganar las elecciones de 2019? La mermelada fue un término que acuño hábilmente la oposición uribista durante los ocho años de Santos, que le dio muchos réditos porque convirtieron la corrupción y el clientelismo en un pecado exclusivamente santista. La mermelada es un acto ilegal, dijo en varias ocasiones el expresidente Uribe, el mismo que repartió notarías para hacer pasar el articulito que le permitió quedarse cuatro años más en el poder. Le recomendamos: Siguen en la oposición Ahora, que son gobierno, ¿cómo se le va a llamar a lo que está haciendo la directora del DPS? ¿Política social? ¿Emprendimiento? Yo le creo al presidente Duque cuando dice que no va a permitir la mermelada en su gobierno. Por eso, es importante que desde ya ponga en cintura a quienes deciden ir en contra de sus lineamientos. Si no lo hace, quedara claro que en su gobierno cada quien tira para su lado y que lo de acabar con la mermelada fue puro cuento.