Se necesita que alguien le informe al presidente Duque que desde el 7 de agosto de 2018 tanto él como su colectividad dejaron de ser esa oposición mendaz que manipuló con tanto éxito los temores y sentimientos de los colombianos. Ahora son gobierno y tienen que asumir sus responsabilidades y formular las políticas. De eso se trata el poder.  Por eso no deja de resultar insólito que solo ellos, los que ganaron las elecciones, no se hayan dado cuenta de que esta es la hora de gobernar –no de vociferar–. Siguen con el mismo libreto que tuvieron los últimos ocho años cuando ejercieron una oposición implacable; una que nunca les exigió  proponer nada porque su objetivo era destruir y minar en lo posible a ese gobierno “derrochón” de Santos, al que se le culpó de ser responsable hasta de las plagas de Egipto. Para ser justos, hay que reconocer que los uribistas fueron muy exitosos en la oposición.   Puede leer: Sin pudorSin embargo, una vez en el poder ya no pueden seguir comportándose como lo que fueron durante los ocho años del gobierno Santos. Que alguien les diga, por favor, que llegaron al poder y que el tiempo de las estrategias destructoras y de manipulación de los sentimientos les sobrepasó; para bien o para mal, ahora les toca construir en vez de destruir y asumir sus responsabilidades porque sucede que tienen las riendas del poder.  ¿Qué les van a decir a los familiares de los geólogos asesinados por disidentes de las Farc esta semana? ¿Que la culpa es de Santos, de su gobierno derrochón y enmermelado? Y a los familiares de los líderes sociales que han sido asesinados desde que Duque llego al poder ¿Qué les van a decir?¿Que la culpa es solo del gobierno de Santos que falló en la implementación de los acuerdos y no de este que se rasga las vestiduras porque Santos le dejó raspada la olla para todos los proyectos sociales, pero que anuncia la creación de nuevos ministerios y nuevas consejerías y un aumento en el presupuesto de defensa? Las vueltas que da la vida: los que criticaban a Santos por derrochón son ahora los derrochadores y los que hicieron la oposición más feroz se quejan de que los señalen de enmermelados. Reaccionan airadamente cuando sienten los embates de la oposición, como si ellos no la hubieran hecho de manera implacable.Le recomendamos: Las dos columnas de NHMEl Centro Democrático sigue funcionando en el Congreso como si fuera todavía el partido de la oposición, cuando en realidad hoy es el dueño de la mermelada. Como lo hicieron durante todo el proceso de aprobación de los acuerdos durante el gobierno Santos, los miembros del Centro Democrático se salieron del recinto el día en que la comisión primera del Senado revivió las curules para las víctimas. Siguen con el mismo vocabulario hiriente y ponzoñoso, como si no tuvieran mayor responsabilidad: la senadora María Fernanda Cabal salió a decir hace poco que la cúpula militar era “inservible”, sin darse cuenta de que el actual jefe de las Fuerzas Armadas es el propio presidente Iván Duque. ¿Será inservible también el presidente Duque? El ministro de Defensa, Guillermo Botero, salió a decir que la protesta social estaba financiada por las mafias y las bandas con el objeto de deslegitimar la ola de protestas que se les avecinan por cuenta de la incertidumbre que ya reina en las regiones en torno al grado de voluntad que podría tener este gobierno a la hora de implementar los acuerdos. Siguen con el mismo vocabulario hiriente y ponzoñoso, como si no tuvieran mayor responsabilidad: la senadora María Fernanda Cabal salió a decir hace poco que la cúpula militar era “inservible”, sin darse cuenta de que el actual jefe de las fuerzas armadas es el presidente Duque. ¿Será inservible también el presidente?El gobierno de Duque tiene que empezar a gobernar y buscarse un relato que lo identifique y que le imponga un norte para que pueda moldear sus políticas. Ese relato lo necesita urgentemente el país. El tiempo corre y los problemas del país no dan espera. Una cosa es haber sido exitoso en la oposición y otra muy distinta es el arte de gobernar.