En Colombia donde hay reinados para todos los gustos, existe uno que se llama la Maja Colombia. Empezó en 1970 en Corozal, Sucre, como un concurso para escoger la joven más bella y distinguida entre las hijas de los socios de algunos clubes sociales. La primera maja colombiana fue la gentil representante del Club Campestre de Sincelejo. Se llamaba Piedad Zuccardi. Hoy, 43 años después, enfrenta una orden de captura por presuntos vínculos con paramilitares.¿Qué fue lo que llevó a la encantadora joven a convertirse en lo que es hoy? Mucho parece ser el resultado de un mal matrimonio.Piedad se casó con Juan José García Romero, perteneciente a un clan político con miembros involucrados en defraudaciones al Estado y en masacres. El propio Juan José fue condenado por robarse una gruesa suma en auxilios parlamentarios. Su delito técnicamente se llama peculado por apropiación cometido de manera sucesiva. Cuando él no pudo volver al Senado, su esposa Piedad fue elegida con sus votos. Hoy hablaremos de un negocio inédito que gestionó Piedad Zuccardi, después de haber sido elegida como senadora, en violación de lo establecido por la Constitución.La norma dice que no pueden ser legisladores quienes hayan intervenido en gestión de negocios ante entidades públicas o en la celebración de contratos con ellas en interés propio o en el de terceros.Piedad Zuccardi de García fue elegida senadora el 9 de marzo de 1998. Una resolución de la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique) prueba que dos meses después, el 14 de mayo de 1998, fue emitida una licencia ambiental a favor un proyecto minero “de propiedad de la señora Piedad Zuccardi de García”. El proyecto para la explotación de materiales de construcción se llama Ando con Dios y está situado en el corregimiento Arroyo Grande de Cartagena. El 10 de febrero de 2004, cuando Piedad Zuccardi ya llevaba seis años actuando como senadora, nuevamente gestionó ante entidad pública un negocio en el que ella tenía intereses.Los archivos de Cardique demuestran que Piedad Zuccardi gestionó la cesión de su licencia a favor de la sociedad Promotora El Campín S. A. La petición de la senadora fue concedida y publicada en el boletín oficial de Cardique.Hasta ahí, es claro que Piedad Zuccardi hizo méritos para perder su investidura, pero lo que sigue es mejor, o peor según se vea.Varios de los beneficiarios de la cesión de la licencia resultaron ser familiares suyos, incluyendo su hijo y su suegra.Detrás del nombre de la Promotora El Campín hay una compleja red de sociedades en donde se repiten los apellidos García, Romero y Zuccardi. Actuando como accionistas directos o como socios de las empresas accionistas de Promotora El Campín aparecen entre otros: Mady Ester Romero de García, suegra de la senadora; Betty Romero de García, hermana de la anterior y madre del exalcalde de Cartagena Gabriel García Romero; Juan José García Zuccardi, hijo de la senadora y su más posible sucesor; y Eduardo Gabriel Hernández Peña, primo de su esposo.Investigando un poco más allá en la historia de algunas de las sociedades accionistas de la Promotora El Campín hay actas que muestran que en ellas ha actuado Juan José García Romero.SEMANA reveló hace unos días que la Promotora El Campín, ligada al clan García Romero, ha contratado con gobernaciones y municipios por miles de millones de pesos. Según la investigación periodística, la compañía controla además el Consorcio Regional Bolívar que tiene jugosos contratos para el control de inundaciones y también ha obtenido títulos mineros. Uno de los cuales es este que sacó a flote el que puede ser el primer negociado de Piedad Zuccardi como senadora.Los esposos García-Zuccardi fueron invitados por el guardián de la moralidad pública, el procurador Alejandro Ordóñez, a la elegante fiesta que ofreció para celebrar el matrimonio de su hija.