Creo que en la historia política de Colombia no habíamos tenido una ministra más cuestionada que la actual ministra de Minas y Energía, Irene Vélez Torres. Normalmente, a los funcionarios públicos se les cuestiona por temas de abuso de poder o temas de corrupción; sin embargo, nunca, como le está ocurriendo a la distinguida ministra, por temas de competencia y conocimiento de la cartera que preside.

En cada declaración que da, ya sea en un medio de comunicación o en algún foro al que asiste, no solo demuestra su incompetencia, sino que la justifica con documentos que, según ella, fueron avalados por sus más cercanos colaboradores y asesores, en los que muchos de ellos denuncian que sus nombres fueron utilizados para probar las erróneas investigaciones que expone.

La exposición pública que ha tenido la ministra ha sido, principalmente, debido a sus constantes y desafortunadas declaraciones respecto a la suspensión de contratos de exploración de gas y petróleo para dar paso a la producción y comercialización de energías limpias, propuesta que, como ella lo ratifica, ha sido un pilar fundamental del Gobierno Petro.

Yo no sé si es que la ministra Vélez es muy inocente o qué pero se ha convertido en el fusible a quemar del Gobierno, que lanza bombas al aire para ver cuál es el resultado mediático que ocasionan las propuestas en los gremios y en la ciudadanía en general. Dependiendo del resultado, el Gobierno sale a apoyar o a criticar la propuesta (como comúnmente está pasando) y sus no leales compañeros de gobierno, la desmienten y fusilan públicamente, incluyendo al mismo presidente.

Ninguna de las propuestas de la ministra Vélez ha sido aceptada, lo que ha hecho que, en el imaginario de todos, ella sea catalogada como una mujer incoherente e incapaz de ser la líder de uno de los ministerios más importantes y relevantes para el presente y futuro de la estabilidad económica del país.

Es tan poca la credibilidad que tiene hoy la ministra, que cuando dio sus primeras declaraciones sobre la suspensión de todo tipo de exploración y explotación de gas y petróleo, ustedes recordarán las consecuencias que tuvo en la tasa representativa del dólar, la cual llegó a estar por encima de los 5.000 pesos y lo que esto significó para la estabilidad económica del país.

Por fortuna para la economía colombiana, y no para ella, cada vez que da una declaración que pueda generar consecuencias como las ocurridas anteriormente, por ejemplo, la de Foro Mundial en Davos, Suiza, ya no genera ninguna consecuencia negativa y esto se debe a que sus declaraciones no producen ninguna credibilidad y si lo llegasen a hacer, inmediatamente son desmentidas, principalmente, por sus compañeros de Gobierno para evitar que produzcan efectos negativos en el país.

Esto para que no se vaya a pensar que las críticas a la ministra son consecuencia de una oposición irreflexiva que lo hace solo para desprestigiarla.

Voy a mencionarles algunas declaraciones que distintos funcionarios del actual Gobierno han dado en los últimos días que ratifican que son sus amigos y compañeros, desde el mismo presidente Petro, hasta sus más cercanos colaboradores, los que han visibilizado a la ministra Vélez como una persona absolutamente incompetente que hoy no debería estar liderando uno de los ejes fundamentales de nuestra economía.

El presidente Petro pidió a periodistas de esta revista “que se mencione cuándo él, o su ministra, dijeron que se suspendería la explotación en Colombia” y sus declaraciones en el Foro de Davos fueron literalmente “no vamos a conceder nuevos contratos de exploración de gas y de petróleo”.

Salir a defender a Vélez es entendible al ver la tormenta que estas declaraciones generaron. El presidente intentó hacer énfasis en la diferencia entre explotación y exploración, pero, lastimosamente, para su gobernabilidad, no es posible desmentir las palabras de la ministra en su totalidad y lo único que le queda es intentar mitigar los efectos negativos que estas producen.

Personas como el ministro Ocampo, después de las declaraciones de la ministra Vélez en Davos, dijo que “no se ha tomado ninguna decisión para no firmar más contratos de exploración y explotación de gas y petróleo”. De manera irónica, es el ministro Ocampo quien ha sido el polo a tierra del Gobierno Petro en tanto ha logrado calmar las tormentas por las declaraciones de la jefe de cartera de Minas y Energía.

De igual forma, el director nacional de Crédito Público y Tesoro Nacional, José Roberto Acosta, manifestó en una entrevista en la W que “seguramente no se va a acabar, es una necesidad del país, del planeta, pero, obviamente, es un tema absolutamente alineado con la necesidad de descarbonizar y despretrolizar las economías”, tema con el que estamos totalmente de acuerdo; sin embargo, esto solo podrá ocurrir cuando se garantice una estabilidad económica sin carbón y petróleo y se pueda garantizar el suministro de combustible limpios.

Pero, quizás más fatídico aún de lo que ocurrió con las incongruentes declaraciones de la ministra en Davos y que hizo entrar en errores graves a su jefe, el presidente Petro, fue cuando la señora Vélez presentó un informe totalmente falto a la verdad en el que justificó por qué Colombia no debía necesitar más contratos de exploración, argumentando que, con las reservas actuales de gas y petróleo, no solo se garantizaban los ingresos para seguir sosteniendo la economía, sino también el abastecimiento directo para las necesidades del país mientras se efectuará satisfactoriamente la transición energética.

Dicho informe fue desmentido en su totalidad por la misma viceministra de Minas y Energía, Belizza Ruiz, quien hoy ya no detenta el cargo tras sus declaraciones. Incluso, la Procuradora General de la Nación, abrió investigación disciplinaria por este hecho gravísimo que puede poner en jaque nuestra economía.

Como ven ustedes, las críticas a la ministra no son solo por sus actitudes personales, sino por su poco conocimiento en la materia del ministerio que lidera en el actual gobierno; todo esto hace que sea absolutamente cuestionada por su incompetencia y su terquedad, queriendo sobreponer sus intereses filosóficos a las realidades del país. En este caso en particular, no es solo la oposición la que la está cuestionando, sino sus propios compañeros de gobierno, que le han demostrado lo errada que está.

Como dice el refrán, en el gobierno actual “ESTÁN MÁS ENCARTADOS QUE GALLINA CRIANDO PATOS”.

Presidente Petro: defender una política de descarbonización y despetrolización de la economía del país no solo debe ser su objetivo, sino el de todos los colombianos; usted tiene que entender que esto no comenzó en su Gobierno, sino que se ha venido gestando desde hace varios años, tal cual lo expresó magistralmente en el mismo Foro de Davos el hoy renunciado presidente de Ecopetrol Felipe Bayón

Siga adelante con sus políticas, eso sí, siempre cuidando el abastecimiento energético del país y rodeado de gente capaz y diligente para que Colombia no se vaya al abismo en este sentido.

Por estos hechos de la ministra y sus nefastas declaraciones, que le quede claro al país, que no todos los Vélez somos así.