Hace un par de días el presidente Duque y el gobierno de Colombia ratificaron el Convenio de Minamata para la reducción del mercurio en la minería, el cual ha quedado debidamente suscrito y depositado ante la ONU. Este importante hecho no debe pasarse por alto en un momento de trascendencia vital para sumar esfuerzos colectivos por el bien de la humanidad y del planeta. El oro ha estado presente en nuestras vidas de diversas formas, desde los regalos para los dioses hasta teléfonos inteligentes y computadores. Pero la mayoría de nosotros desconocemos la fuente de ese oro y su costo real. Cada año, más de 2.700 toneladas de oro se extraen en todo el mundo, de las cuales el 20% (más de 500 toneladas anuales) es producido por mineros artesanales y de pequeña escala. Muchos de estos trabajadores dependen de métodos de extracción tóxicos basados en el mercurio, lo que ha convertido al sector del oro en la mayor fuente de emisiones de mercurio a nivel mundial, con un aproximado de 1.000 toneladas (casi 40% del total global) liberadas en el medio ambiente cada año. Lea también:
La exposición al mercurio en los mineros artesanales y de pequeña escala representa un problema global para la salud, lo cual pone a los mineros y sus comunidades en riesgo de sufrir daño cerebral, convulsiones, pérdida de visión y audición o retraso en el desarrollo infantil, sin olvidar los graves daños ambientales causados a los ecosistemas y ríos de donde se extrae. Colombia es el país que más mercurio libera por persona en el mundo: en promedio 1.6 gramos de mercurio cada año, y cerca del 55% del mercurio usado en el territorio nacional se destina a la minería de oro. La ratificación del Convenio de Minamata le permite al país obtener ayuda financiera y técnica internacional, así como acompañamiento y monitoreo constante para facilitar el cumplimiento de sus compromisos de eliminación del mercurio. Un primer paso para la implementación de este Convenio es el proyecto GEF-GOLD, implementado por el Ministerio de Minas, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el PNUD, con el apoyo del Ministerio de Salud, es una iniciativa que beneficiará directamente a 2.000 mineros e indirectamente a casi 300.000 personas al evitar el uso de al menos 20 toneladas de mercurio en los próximos cuatro años en municipios tradicionalmente mineros del Cauca, Antioquia y sur de Bolívar. La introducción de tecnologías seguras y libres de mercurio, el fortalecimiento de las capacidades institucionales, la inclusión financiera y el aumento de la legalidad en el sector, acciones centrales de este proyecto, ayudarán a proporcionar una transición segura a la formalidad laboral y al trabajo digno de miles de personas, a la vez que disminuirá los impactos ambientales. También le puede interesar: Mercurio, el veneno de la minería artesanal en Colombia Esta experiencia puede allanar el camino hacia la producción sostenible de oro asegurando el bienestar de las poblaciones rurales que dependen de esta actividad para su sustento, así como la protección de los ecosistemas y del planeta. La ratificación del Convenio de Minamata es fundamental en la transición de Colombia a una economía más sostenible y es la mejor herramienta para lograr en el 2023 un país libre de mercurio.