Las recientes decisiones del uso de impuestos para recaudar ingresos para la nación que ha propuesto el presidente Petro tienen a todos hablando del tema todos los días. Algunos a favor de la reforma tributaria sugieren que “los ricos” llevan mucho tiempo beneficiándose y deben pagar más impuestos, al igual que le sirve a la economía colombiana no tener una estructura tributaria uniforme.
Por el contrario, las personas que están en contra dicen que el Gobierno nacional está concentrando un riesgo muy grande al gravar a una porción pequeña de la población, en lugar de ampliar la base gravable, aun cuando los que ganan poco paguen poco. Adicionalmente, los incentivos tributarios que una vez sirvieron para incentivar la inversión en sectores de la economía que no existían, como el turismo, podrían dejar de ser atractivos sin los beneficios tributarios que se esperan equilibrar.
Pero lo más impactante es el nuevo objetivo sobre el uso del efectivo en Colombia, el cual, acorde al director de la Dian, Luis Carlos Reyes, prohibir transacciones en efectivo mayores a 10 millones, las cuales deben ser registradas vía transacciones electrónicas, podría parar la evasión y generar un impacto positivo para la economía, al aumentar el recaudo en un 1 % del PIB.
Dos canales que hoy se unen para presionar el aumento en el recaudo de impuestos que no se tenían en mente por ningún analista, pero que pueden aumentar el recaudo de impuestos de forma importante, aumentando la sostenibilidad financiera de la nación.
Por un lado, justa o no, equitativa o no, la reforma tributaria que plantea el actual ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, tiene la bondad de generar recursos para la nación de manera inmediata, aumentando el recaudo.
Desafortunadamente, tiene el riesgo de mediano plazo que los verdaderos “ricos” de la economía Colombiana realicen movimientos en sus estructuras impositivas y de negocios para que los ingresos que perciben sean destinados a otras jurisdicciones y, por ende, otros países se beneficien por el efecto colateral de las políticas del actual Gobierno.
Una de las personas entrevistadas para este artículo comenta que la reforma tributaria es excesiva porque grava patrimonio, ingresos y rentas, lo cual es inusual en muchos países que tienen altos impuestos en ingresos, porque si se graba el ingreso a niveles del 40 % o más, los gobiernos de otros países procuran que los impuestos de patrimonio y otras rentas sean menores o viceversa.
Por otro lado, la posición sobre el efectivo es diferente, se ve con buenos ojos, dado que es considerada una política más equitativa y justa. No solo ayuda a evitar la evasión de impuestos de “los ricos”, sino de todas las personas que manejan hoy sus negocios sin pasar estar registrados en la Dian, los cuales no usan medios de pago electrónico.
En este respecto, creo que las medidas de la reforma tributaria sí son excesivas e inequitativas, dos principios fundamentales para construir una sociedad Colombiana que olvide los odios y busque finalmente lograr la paz, porque hoy el Gobierno nacional no tiene la capacidad de brindar una calidad de vida (educación, seguridad y salud) al nivel de los impuestos que espera recaudar.
Por el contrario, prohibir el efectivo, y he escrito ya al respecto, es una de las mejores medidas que el Gobierno nacional puede implementar, no solo porque la Dian puede tener mayor y mejor información sobre las transacciones de toda la población, sino que, además, evita un riesgo de la vida al poder ser robado y agredido en la calle, lo cual si tiene consecuencia con el discurso de posesión del presidente en el cual quiere dejar un legado de mayor seguridad.
Pero se queda corto el director de la Dian, el volumen de evasión de impuestos que presenta el señor Reyes es relevante, pero solo contempla las grandes transacciones que se conocen. Por otro lado, si se prohíbe la consignación en efectivo de cualquier monto en las cuentas de terceros, se aumenta el uso de la transaccionalidad de bajo valor y por ende toda la evasión de IVA y el lavado de activos por ‘pitufeo’ se reduciría significativamente.
En mi artículo ¡Voluntad, Colaboración y Fintech!, herramientas para retornar al grado de inversión, publicado en el mes de agosto 2021 en la revista SEMANA, evalúo cuanto puede generar para la nación en recaudo de IVA los vendedores ambulantes y este monto alcanza los $ 20 billones de pesos, un valor similar al que espera el ministro Ocampo con la actual reforma tributaria y el doble de lo esperado por el director de la Dian con esta medida.
En conclusión, si el presidente quiere dejar un legado de armonía, perdón y paz en una Colombia para vivir “sabroso”, es fundamental ser equitativo con toda la población, por lo cual, si bien es justo que los que más ganan, paguen más, también es equitativo que los que menos ganan, paguen lo que puedan, porque de lo contrario se crea una sociedad dividida y segmentada.
Por último, hay muchas formas de recaudar impuestos que aún no han sido evaluadas y el gran problema de la evasión de impuestos debe también ser equitativo, tanto para las grandes transacciones, como para las pequeñas.