Casi nueve horas después de haber llegado a la Corte Suprema de Justicia para rendir indagatoria, el expresidente Álvaro Uribe pronunció una frase que retrata su estado de ánimo al final de la diligencia: “Oyéndolo a usted ahora, (que) está cumpliendo su deber de notificarme todas esas imputaciones, quedo todavía más preocupado y angustiado, honorable magistrado”. En poder de la Corte Suprema hay una interceptación que demuestra que Uribe sí fue informado por Diego Cadena. Inmediatamente antes, el magistrado César Augusto Reyes le había dicho que la imputación había sido desagregada en medios de prueba sobre los cuales le preguntó y que la sala de instrucción debía calificar si existió “un concurso homogéneo sucesivo del presunto punible de soborno en la actuación penal, esto en la medida que de acuerdo a la intervención fáctica fueron posiblemente varios los testigos a quienes a través de la promesa remuneratoria de cualquier dádiva o utilidad, directa o indirectamente, se les abordó para qué, o faltaran a la verdad, se abstuvieran de declarar o la callaran total o parcialmente, usted ha hecho una explicación aquí en cada uno de ellos”. Uno de esos testigos es Juan Guillermo Monsalve: PREGUNTADO: ¿El abogado Diego Cadena estaba autorizado o no por usted para realizar algún tipo de ofrecimiento al señor Juan Guillermo Monsalve con ocasión de la pretendida retractación? CONTESTÓ: Nunca, ni en ese caso ni en los demás, ni en los que se han sabido recientemente. Poco después el magistrado instructor insistió: PREGUNTADO: ¿Tuvo conocimiento o no que el abogado Cadena le ofreció algún tipo de asistencia jurídica profesional a Juan Guillermo Monsalve en dado caso de que terminara involucrado adicionalmente ahora en delito de falso testimonio, le comentó algo Cadena?

CONTESTÓ: No, de esa parte no me comentó. La única es lo que está en la interceptación, seguridad y que él se sentía facultado para estudiar, estudiar, no presentar, estudiar la posibilidad de una acción de revisión, a lo cual yo no le asigné importancia porque me dijo, yo como abogado tengo la facultad, y por otra razón, porque mi obsesión era la verdad, no alterar testimonios. La llamada interceptada documenta una autorización expresa de Uribe al abogado Cadena para adelantar el recurso jurídico: –Pero presidente –dice Cadena– yo tengo algo en mente pero quiero consultarlo con usted, y es un tema que me faculta para poder ayudar a este señor. Es una acción de revisión ante la corte porque el señor tiene una condena de 44 años por secuestro. Yo lo que puedo hacer es un re… –Ah, sí, no… –anota Uribe interrumpiendo– un recurso jurídico hay que adelantarlo… –Claro… –responde Cadena. –El recurso jurídico está bien, por supuesto y la… y la ayuda para que le protejan la familia, pedírsela a las autoridades competentes y además públicamente –afirma Uribe. –Correcto, quería su autorización, presidente, para estar ciento por ciento claros –solicita Cadena.

–Proceda, doctor Diego, que usted hace las cosas bien hechas.

Este no fue el único olvido de Uribe durante la indagatoria. PREGUNTADO: Usted tuvo conocimiento que el abogado Diego Cadena le haya hecho ofrecimientos de carácter jurídico, técnicos, de apoyo a Carlos Enrique Vélez Ramírez? CONTESTÓ: El único conocimiento sobre esos temas, es el conocimiento que tuve hace pocas semanas, de que le había dado un dinero a título humanitario, ya le referí en detalle. Inclusive mi reacción no fue buena, porque le dije, hombre Diego, ¿cómo se te ocurre eso? Si me hubieras consultado te digo, terminantemente que no. Espero que aquí se lo hubieran preguntado al doctor Diego Cadena y él lo hubiera dicho. PREGUNTADO: Lo interrumpo. La pregunta es sobre si Diego Cadena le comentó, o usted se enteró, de si Diego Cadena le hizo ofrecimientos de asistencias jurídicas y profesionales al testigo Carlos Enrique Vélez Ramírez. CONTESTÓ: No, señor magistrado.

En poder de la Corte Suprema hay una interceptación que demuestra que el senador Uribe sí fue informado por Diego Cadena en estos términos: “Presidente, a ponerlo al día. Al señor Carlos Enrique Vélez cuando yo lo entrevisté inicialmente me dijo que si le podía ayudar con unos trámites judiciales porque es gente que es pobre. Yo le puse a uno de los abogados de la oficina, entonces él habla con frecuencia con él”.

En un receso de la indagatoria, Uribe fue advertido sobre la discrepancia y al retomar la diligencia se apresuró a afirmar: “En este receso permítame honorable magistrado, el doctor Juan Felipe Amaya me dice que en una llamada entre mi persona y Diego Cadena él dijo que le había, que un abogado de la oficina de él, me dice a mí le había ayudado en algunos trámites a Carlos Enrique Vélez. Quiero aclarar eso porque nunca me dijo Diego Cadena que él hubiera recibido un poder de Carlos Enrique Vélez pero por lo que veo sí me dijo en una llamada que un abogado, no sé si Juan José Salazar u otro le estaba, le ayudaba a Carlos Enrique Vélez en unos trámites y no quiero sabiendo la hora, no quiero pasar eso por alto honorable magistrado”.

La indagatoria contiene otras revelaciones que no caben en una columna y explican bien el estado de ánimo del indagado.