El único medio de defensa de que disponen los niños y adolescentes para defenderse del abuso sexual y demás obscenidades muy propias de los tiempos actuales, es que conozcan plenamente el funcionamiento de sus órganos sexuales, mantenerlos engañados con teorías que no corresponden a la realidad, es sembrarles la cizaña y suspicacia para que acudan a reuniones clandestinas de sexo, sin ninguna orientación de sus padres y mayores, que pululan disfrazados: en centros comerciales, culturales, deportivos o de diversión, entre otros.La primeras luces de educación sexual indudablemente que deben ser recibidas en primera instancia desde el seno de los hogares cuando la madre entra en estado de embarazo, con asistencia desde luego de instituciones expertas en el tema, mediante talleres y formas didácticas  siempre y cuando los padres  sean conscientes de que sus hijos las requieren como medida de prevención, para hacer frente a futuras situaciones que se les puedan presentar en su vida diaria estudiantil o medio social al cual pertenecen. A la ministra de educación doctora Gina Parody, le asiste toda la razón en haber pedido que el decreto 1146/2007, se extendiera a los jardines infantiles, y  establecimientos educativos de primaria.Considero que el señor procurador general de la Nación, doctor Alejandro Ordoñez, junto con la Corte Constitucional, se han equivocado más que todo en la forma de  prevenir los abusos sexuales a muy temprana edad, con la consecuente ola de embarazos indeseados y las consecuencias de  miles y miles de abortos que se practican clandestinamente, que con frecuencia terminan llevando a niñas menores de edad a los cementerios.Una buena fuente para conocer hasta donde el problema tiene ribetes catastróficos, es acudir a los datos estadísticos de las clínicas de abortos y demás centros de salud, que, tienen que ver diariamente con problema tan delicado, que últimamente se ha convertido en todo un drama social.Pero, si queremos ir más allá de la problemática, otra fuente de información bastante confiable, son los establecimientos educativos de enseñanza mixta, donde se presentan casos tan aberrantes, cuando dos adolescentes menores de edad resuelven tener sexo simplemente por mera curiosidad y cuando se dan cuenta que la niña queda en embarazo, entran en un estado de frustración y postración tal, que se fugan de sus hogares, posteriormente ingresan a las pandillas juveniles para poder sobrevivir o se convierten en campaneros de  bandas criminales, pero está comprobado que el microtráfico es la solución inmediata.  Por eso, continuamos insistiendo que la cátedra de educación sexual no debe tener límites de edad, puesto que, el desconocimiento de la funcionalidad del órgano sexual, es lo que está llevando a que nuestros niños y adolescentes,- de ambos sexos-, no dispongan de los medios de defensa frente a situaciones embarazosas que a diario se les presenta, cuando hay propuestas sorpresivas de incitación al sexo a muy temprana edad; si no han recibido medidas preventivas, muy seguramente que acuden a estas citas más por curiosidad que por conocimiento de causa.  Debido a este desconocimiento, es cuando se presentan los embarazos no deseados, los abortos clandestinos, el abandono de recién nacidos,  y en fin, toda una cadena de delitos, que por querer tratarlos con mojigaterías y cuentos de cigüeñas, se oculta la realidad de lo que desde hace varias décadas viene sucediendo en nuestro medio.  Como consecuencia de todo este panorama, se ha hecho un estudio de cuáles son los municipios con mayor número de embarazos infantiles, llegándose a la conclusión que es preocupación muy sentida y generalizada en  todos los departamentos y municipios, tanto de las áreas urbanas como rurales.En Colombia nuestros jóvenes empiezan su vida sexual desde antes de los 14 años, pero existe un periodo preocupante: es el de la curiosidad, cuando no encuentran una orientación de personas responsables que les expliquen cuando hacerlo y cómo hacerlo, con el fin de evitar embarazos prematuros y las consecuentes problemáticas sociales ya mencionadas.Un caso bien aberrante, es el de  niñas menores de edad  embarazadas, que son abandonadas por su pareja, ignoran el estado en que se encuentran, cuando llega la hora del parto sencillamente acuden al medio más fácil y rudimentario como son los servicios de las llamadas comadronas, que si bien las sacan de apuros, quedan con la creatura en sus brazos, puesto que la madre adolescente emprende las de Villadiego.Hay otro aspecto que se debe tocar con urgencia y es el de la educación sexual para los niños y adolescentes gay, - de ambos sexos-, que muchas veces ante las primeras manifestaciones de lo que son y los hace diferentes a sus contemporáneos de colegio y de barrio, se vuelven huidizos y huraños con fácil tendencia al suicidio, puesto que son muy proclives a las prácticas del matoneo entre sus compañeros.Sobre estos casos se han presentado hechos bastante dolorosos, puesto que estos niños además de ser discriminados por sus compañeros, reciben  muchas veces el rechazo desde sus hogares, hermanos y demás familiares.En conclusión repetimos, la cátedra de orientación sexual, no debe tener límites de edad, siempre y cuando sea dictada por personas expertas en la materia, y cada caso en particular manejado con verdadero profesionalismo.  Con lo que acaba de ocurrir frente a las manifestaciones del señor procurador y del fallo del Consejo de Estado, hemos llegado a la conclusión que en Colombia respecto a este tema estamos en pañales, por consiguiente se requiere que el Congreso de la República haga su trabajo, convocando audiencias públicas con expertos en el tema, con el fin de que se estructure un proyecto de Ley, sobre la cátedra de educación sexual en Colombia, para así evitar pronunciamientos fuera de contexto.Considero que llegaron los tiempos para que en los jardines infantiles, escuelas, colegios y universidades, organicen módulos de orientación sexual, con presencia de padres de familia y profesores.urielos@telmex.net.co