A finales de 2017 el porcentaje de personas a favor del Brexit había caído al 28%, y los dos puntos más relevantes para la intención de voto, tales como una menor inmigración y una economía más independiente de la UE, hoy son de vital importancia para que el Reino Unido implemente y desarrolle una política fiscal expansionista como la definida por el actual primer ministro, Boris Johnson, quien participó activamente en la campaña del Brexit, aun siendo alcalde de Londres. Desafortunadamente, durante las negociaciones del acuerdo comercial con la UE, no contentos con las negociaciones alcanzadas por la entonces primera ministra, Theresa May,  los miembros del parlamento exigieron mejores términos, rechazando hasta por tres veces un posible acuerdo, al punto de tener que prorrogar la fecha en la cual el Reino Unido debía salir de la Unión Europea. Lea también: Un cierre perfecto, sistema de pagos de bajo valor en Colombia  Toda esta incertidumbre fue considerada por los mercados de capitales como un evento negativo para la Economía del Reino Unido, y como consecuencia, este país ha visto su moneda devaluada significativamente, desde niveles de 1,71 hasta 1,21 en un periodo de solo dos años (2014-2016). Un movimiento en magnitud similar al visto durante la Gran Recesión del 2008.

Desde 2018 vivo en este país, y al seguir el desarrollo del Brexit he visto cómo la falta de toma de decisiones en el momento adecuado por parte de los miembros del Parlamento ha generado en algunos momentos situaciones extremas como la posibilidad de tener un hard Brexit, que se refiere al evento de salir de la UE, sin firmar ningún acuerdo o tratado comercial con la Unión Europea. Si bien, la caída en el PIB del Reino Unido a raíz de un hard Brexit, fue estimada por el Financial Times en 7% y por The Economist en 5%, la cifra más impactante fue revelada por el Instituto para el Gobierno del Reino Unido en 18% (un impacto similar al recientemente experimentado en la Economía a raíz de la covid-19), al considerar el periodo de 10 años (2020-2030) y evidenciando la negativa opinión del público sobre este evento.

Al llegar al poder Boris Johnsonon con el cambio de primer ministro el 24 de julio de 2019, el Reino Unido esperaba contar con más suerte al no solo conseguir el cierre y aprobación de un acuerdo comercial con la UE, sino también que este acuerdo fuera en mejores condiciones y que demostrara la posición y relevancia del Reino Unido en el mundo.  Lea también: Socialfinance: compartir públicamente nuestra situación financiera es tendencia  De esta manera, el actual primer ministro comenzó su periodo de gobierno con la esperanza de desarrollar un plan de inversiones sin precedentes que permitiera no solamente modernizar la hoy desgastada y desactualizada infraestructura de transporte y de comunicaciones del Reino Unido, sino que también permitiera a la ciudad de Londres retornar a su liderazgo mundial en el sector financiero, apalancando la inmejorable capacidad intelectual, eficiencia y especialidad de la fuerza laboral del país, buscando la tan anhelada productividad que se ha convertido en el santo grial de las economías desarrolladas. Un ejemplo de esto es la alianza con China denominada Green Finance, por medio de la cual se podrían hacer emisiones de deuda y acciones de empresas con compromisos claros y fuertes para lograr un estado neutro de emisiones de carbono, que podrían listar estos instrumentos en la bolsa de Londres y realizar una emisión espejo en la bolsa de Shanghai, o viceversa. Adicionalmente y teniendo en cuenta que el comercio internacional de este país se concentra en 49% con la UE y 40% con otros países, el Reino Unido comenzó una carrera contrarreloj para firmar más tratados de libre comercio y fortalecer sus actuales relaciones comerciales. Un ejemplo de esto es la renovación o continuidad del tratado de libre comercio firmado entre la Región Andina y el Reino Unido en el verano de 2019, que es interesante para Colombia porque nuestro país ha disminuido sus exportaciones significativamente en la última década, casi a una tercera parte del máximo visto en 2011.

Si bien la embajada del Reino Unido en nuestro país, desde hace casi 100 años, ha contribuido activamente al desarrollo de nuestra economía, ha fomentado una relación comercial entre los países y dado un importante apoyo a todos los colombianos que hemos estudiado en las universidades de este país, sólo recientemente su actitud en tener a Colombia como una contraparte de alta importancia para su economía se ha elevado, detonando el interés de firmar un acuerdo de doble tributación y soportar con más fuerza la inversión del Reino Unido en Colombia y la exportación de productos colombianos hacia este país. Pero en 2020 las necesidades de capital a raíz del covid-19 hicieron que parte de estos planes y sus presupuestos cambiaran de rumbo, además la atención del primer ministro en la negociación del Brexit fue acaparada por algo más importante: cómo salvar la vida de sus ciudadanos, que incluyó salvar la suya. Lea también: Una herramienta para el Banco de la República De esta manera, a una semana de 31 de Diciembre de 2020 el Reino Unido no contaba con el cierre definitivo de un acuerdo comercial con la UE, y si bien 15 billones de libras en artículos del Reino Unido que se exportan anualmente a la Unión Europea estaban en riesgo para el 2021, otros 30 billones de libras en productos de la canasta familiar también estaban en riesgo de no ingresar al Reino Unido durante 2021 provenientes de la Unión Europea, generando una potencial inflación sin precedentes en este país. Hace pocos días, estas dos economías llegaron a un acuerdo que si bien no es perfecto, evita un riesgo inminente de inflación y escasez inmediato, pero a un costo importante. Tanto los nuevos procesos de importación como los nuevos impuestos de esta misma actividad generarán un aumento en los precios de la canasta familiar, resaltando la importancia para el Reino Unido que tienen los acuerdos comerciales con países como el nuestro. Si bien este acuerdo entre Colombia y el Reino Unido únicamente representa el 0,79% del total del comercio internacional de este último, la posibilidad de que el primero le provea productos de la canasta familiar al segundo es importante ya que permite disminuir la dependencia que actualmente tienen las importaciones del Reino Unido de productos europeos. No cabe duda que los residentes del Reino Unido durante el 2021 vivirán una situación de estrés económico que generará un incentivo para ser más selectivo en los productos que se compran y permitiendo una apertura a los productos sustitutos que presenten mejores precios, abriendo la puerta a nuevos proveedores y variedades de producto. Adicionalmente, a raíz de la pandemia, existe un cambio en el ámbito de las personas a consumir productos más saludables que pueden ser producidos en nuestro país. Más importante aún, el sector financiero que representa el 6,9% de la economía del Reino Unido, equivalente a 132 millones de libras anuales (cifra similar al total de comercio internacional), se verá afectado por el actual acuerdo con la UE dado que las entidades financieras basadas en el Reino Unido que operaban en la Unión Europea con una licencia denominada “Derecho de Pasaporte” no podrán operar el 1o. de enero de 2021, obligándolos a comenzar un proceso de solicitud de licencia para operar en la Unión Europea. Adicionalmente, en este sector las relaciones con China se han desmejorado a raíz del incidente de la licitación del despliegue de infraestructura 5G que el Reino Unido, en el que no se permitió la participación de Huawei, alegando un conflicto de intereses soberanos y potencial espionaje intelectual del primero sobre el segundo, que se espera que impacte negativamente el flujo de servicios financieros e inversión entre los países. De esta manera, el Reino Unido comienza una nueva década de retos y con la urgencia de reconstruir su matriz comercial, buscando nuevos activos y servicios financieros que generen mayores rentabilidades y buscando la reducción de su dependencia a la UE. Por ello, debemos leer entre líneas y ver las oportunidades que los ajustes económicos que vivirá el Reino Unido durante los próximos años, son una oportunidad para muchos emprendedores, compañías y gobiernos no solo porque vender productos y servicios a este país será más fácil, sino que también la posibilidad de encontrar financiación e inversión de capital por parte de instituciones financieras y fondos de inversión será mayor, sin contar las alianzas que se puedan dar durante la reunión COP26 de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, en la cual, el primer ministro Boris Johnson estará esperando al presidente Ivan Duque con los brazos abiertos.