Este año, el Grupo Aval dio a conocer que el 2018 había sido el más prolijo en su historia: obtuvo utilidades por más de $2,91 billones, 48,4% más que en 2017 siendo el mejor año de desempeño de la compañía en su historia. Una de las principales claves de crecimiento fue Corficolombiana, que le dio cerca de un 20% de las utilidades al Grupo Aval en 2018. Corficolombiana está encargada de gestionar buena parte de las 4G del país, entre ellas la vía al Llano, una trocha que cuenta con los peajes más caros de América Latina. En la historia de la concesión, Coviandes ha recaudado casi 3 billones de pesos en peajes, la mayoría mal invertidos, pues la vía es intransitable. Le puede interesar: La red 5G la nueva bomba atómica Las condiciones geológicas no pueden ser una excusa. Que la naturaleza es inmanejable es algo que sabemos. Por eso el Gobierno nacional dio en concesión la vía, para que los privados que la gestionaran garantizaran unas condiciones mínimas a los viajeros a pesar de los posibles embates de la naturaleza, lo cual no ha ocurrido hasta hoy. La tragedia del puente de Chirajara fue apenas un abrebocas de lo que estamos viviendo. Mi pregunta es, ¿dónde está la interventoría? Luego de lo ocurrido en Chirajara, era claro que esa no debía ser la única falla que presentaba la vía, entonces, ¿por qué esto no se previó? ¿Donde están los responsables de la muerte de los jóvenes trabajadores que estaban en el puente? ¿Ya fueron judicializados? José Elías Melo, expresidente de Corficolombiana, fue condenado a 12 años por los delitos de cohecho e interés indebido en la celebración de contratos por cuenta del escándalo de Odebretch. Al igual que la Ruta del Sol, la vía al Llano también depende de Corficolombiana. ¿Se habrán extendido las malas prácticas de esta empresa también en la vía al Llano? Le sugerimos: Las scooters eléctricas peligro o ayuda para la movilidad “Su seguridad es nuestra prioridad” Ese es el lema del concesionario. Nada más lejano para los viajeros, y menos para los trabajadores, que incluso han perdido la vida. Desde hace años es un suplicio viajar a Villavicencio. Por estos días se cumplen los 45 años de la tragedia de Quebradablanca que dejó más de 500 muertos. Los derrumbes y la mala planeación con el paso de los años han aumentado esta cifra, sin que hasta ahora se observen cambios significativos, pues sigue intransitable. La vía al Llano es una trocha que además se convirtió en oleoducto. Más del 70 % de los barriles de crudo que se extraen diariamente provienen de esta región del país. Si bien uno de los objetivos de la vía es disminuir los tiempos de viaje, esto ha sido y será por siempre un imposible, pues las tractomulas que llevan el petróleo van una tras otra en fila india, haciendo que para la mayoría de los usuarios de la carretera, el viaje no tarde menos de 5 horas en un tramo de 90 kilómetros. Vea también: Proteger el ambiente o destruir empleos Cuál fórmula es mejor Todas y cada una de las tractomulas pagan peaje, por lo que para los intereses del concesionario es claramente inconveniente la construcción de la refinería en el Llano. ¿Además de los presuntos actos delictivos del exgobernador Alan Jara (hasta los gringos le quitaron la visa, solo que a él no se la devolvieron), habrá sido este interés determinante para que la refinería no se haya construido? Ese es un interrogante que está por resolverse. Corficolombiana está en entredicho actualmente por cuenta de las coimas de Odebrecht; ¿habrá pasado algo similar con la refinería del Meta?; ¿la interventoría de la vía es inepta porque sí o hay algo más de fondo? Estas y muchas otras dudas están por resolverse. Muy seguramente, el peso de las tractomulas y el alto flujo de las mismas, han fomentado la inestabilidad del suelo, razón por la cual debería repensarse la creación de un oleoducto para el transporte del petróleo. Si bien el Gobierno nacional negó la licencia para la construcción del mismo, este es un buen momento para replantearse esa posibilidad, por supuesto, si se cumple con los requisitos ambientales para ello. De acuerdo con registros de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, el 73 % de barriles de crudo que se extraen diariamente en el país provienen de los Llanos Orientales. El 7% del PIB nacional lo genera esta región, que además de ser despensa alimentaria lo es también petrolera. Los deslizamientos de la vía ya se están viendo en la economía nacional. Puede leer: Mermelada para Godzilla el nuevo confite del Congreso Muchos culpan al actual gobierno de la situación de la vía, sin embargo en este caso, vale la pena hacer uso del espejo retrovisor, y que así quede clara ante la opinión pública la responsabilidad de administraciones anteriores. Que cada cual asuma su responsabilidad. Posibles soluciones Valioso el aporte de Juan Lozano ayer en su columna de ‘El Tiempo‘, al solicitar que se designara un gerente nacional para el Llano, que se encargue de diseñar e implementar una estrategia que sea funcional en el corto, mediano y largo plazo. Asimismo, lo es el considerar declarar el estado de emergencia, pues ni la región, ni los comerciantes, ni los viajeros, aguantan más. En situaciones como esta debe incrementarse el tráfico aéreo a unas tarifas adecuadas. La mayoría de las aerolíneas se están aprovechando de la situación pues han llegado a cobrar 800.000 pesos por trayecto de apenas 20 minutos. La estabilización de tarifas debería ser una de las primeras medidas que tome el gobierno. Renovar y aumentar la flota de Satena es otra opción. En una emergencia como esta, la utilidad de la empresa es incalculable, pudiendo ayudar a cientos de personas. Las vías alternas tampoco sirven, por lo que la solución para muchos viajeros está en el aire. Le puede interesar: La Facebookización de la democracia usted andaría usted desnudo por la calle Hace años, frente al paso crítico de Chirajara, alcaldes de cinco municipios del Meta (Acacias, Guamal, San Martín, Castilla la Nueva y Cubarral), plantearon hacer una carretera que conectara a Acacías (que queda poco más de 20 kilómetros de Villavicencio) con Guayabetal. Esta carretera sería una excelente alternativa, pues evitaría el paso por el peligroso kilómetro 58, haciendo posible llegar al Llano.