En el mundo laboral, es común la creciente necesidad de contar con habilidades creativas bien desarrolladas que permitan adaptarse al cambio, ser flexibles, tener una mente en constante búsqueda de soluciones y por supuesto innovar.Sin embargo, muchos desconfiamos de nuestra creatividad porque esta habilidad innata ha sido víctima de unos sistemas educativos y sociales que enfatizan la necesidad de seguir estrictos parámetros, que premian el resultado por encima del proceso y que resaltan el valor de encontrar la respuesta correcta como un único camino de acción.Gracias a esto, se ha demostrado que la creatividad comienza a decrecer en cuarto de primaria. Sin embargo, existen una gran variedad de cosas que se pueden hacer para asegurar que los niños mantengan viva esta habilidad porque como dice Úrsula K. Le Guin, “Un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido”.Por eso, presento a continuación una serie de consejos para mantener viva la creatividad.También le puede interesar: Aprenda a gestionar la resistencia frente al cambio 1. Confíe en el poder del aburrimientoMuchos padres hoy en día sienten una angustia existencial al pensar que sus hijos puedan llegar a aburrirse. Por tal motivo, les planean agendas cargadas al mejor estilo de un gerente general con el fin de ocupar su tiempo.Cuando esto no es posible, aún queda el iPad, celular o televisión. Sin embargo, en cuanto a la creatividad, esto puede ser contraproducente, pues cuando no se da espacio para el uso de la imaginación, esta habilidad no se usa y por tanto tiende a desaparecer.Un niño aburrido busca recursos, explora el mundo que lo rodea y comienza a generar ideas de cosas que puede hacer. No deslegitime el poder que una caja puede tener para desarrollar el potencial de un niño. Por tanto, motívelos a hacer sus propias creaciones: pídales que inventen sus propios juegos, que planeen actividades para el fin de semana o que creen sus propios dibujos en vez de usar libros para colorear.Lea también: Este 2017, ¡Que no lo ataque la parálisis por análisis!2. Celebre el proceso por encima del resultadoCreatividad es pasión, imaginación y auto expresión. La habilidad creativa no se trata del producto o de crear una obra maestra. Si la creatividad es entendida como un medio para expresar los sentimientos, entonces la acción creativa requiere espontaneidad y libertad.A menudo, los niños se siente presionados por crear grandes obras de arte y la ansiedad que esto conlleva no permite que disfruten el proceso. Al ofrecer a los niños un contexto positivo para crear, les estamos ayudando a encontrar la fuente de su creatividad. Para lograrlo, evite usar palabras de crítica como “bueno, malo, bonito, o feo” con los niños.No permita que destruyan sus creaciones; explore con ellos las partes que se pueden mejorar o modificar y motívelos a continuar hasta terminar sus creaciones. Enfatice el disfrute del proceso utilizando expresiones como: “Puedo ver que te divertiste pintando este dibujo”, “¿No se siente increíble haber pintado esa pintura?" “¿Verdad que fue divertido?” Una frase a tiempo puede marcar una gran diferencia.3. Motívelos a ser originalesLos niños tienen una naturaleza innata para crear. Sin embargo, muchas veces dejamos al azar su potencial y creemos que por ser talentosos de niños, también lo serán de adultos, lo cual no es del todo cierto.De hecho, las investigaciones han demostrado que muchos niños prodigio pierden su potencial al crecer por dificultades para relacionarse y no poder encajar en patrones establecidos por considerados raros, y por eso guardan sus ideas y comienzan a seguir a la masa.Para evitar que esto suceda, motive a los niños a ser excelentes en lo que hacen, pero sobretodo a que encuentren felicidad en el proceso; permítales explorar una gran diversidad de intereses y a recoger aprendizajes cuando cometen errores.Pero sobretodo muestre su apoyo cuando los niños demuestran estos intereses o pasiones, pues si bien se ha demostrado que el talento se forja con la práctica, el impulso que mueve a practicar por horas y horas viene del corazón.También le sugerimos leer: El cambio comienza por mí