Con esta columna llegamos al final del especial de 10 entregas sobre el modelo Capitalismo Consciente que deseo cerrar reiterando la importancia de considerar nuestras organizaciones como un sistema conformado por personas con un propósito común, en el cual todos somos interdependientes. Es decir  necesitamos a los empleados, a los clientes, al Estado, a los proveedores, a los accionistas, un medio ambiente para poder operar, incluso necesitamos hasta de la competencia.Hago un recuento de cómo llegamos a este concepto, porque si bien tener en cuenta a todos los partícipes de la organización es algo lógico e irrefutable, durante siglos el sistema capitalista no lo vio de esta manera porque las empresas eran concebidas con el objetivo de generar dinero a sus accionistas.Luego de varios colapsos, los más importantes economistas del mundo comenzaron a darse cuenta que el sistema estaba descuidando muchos frentes. Empezó a pensar más en las personas que conforman la organización, pero se olvidó casi por completo del medio ambiente, de ahí parten las consecuencias nefastas del calentamiento global y de todos los problemas ambientales que tenemos hoy.Así se empezaron a crear nuevos modelos de gestión empresarial  y surge la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) con mucha fuerza, con la idea de que el empresario tenía muchas más responsabilidades que la generación de dinero, lo que sin duda cambió sustancialmente el actuar de los empresarios. Sin embargo ese modelo no ha sido suficiente porque muchas compañías con  intención mercantilista empezaron a sacarle provecho al tema con lo cual el modelo está agotado principalmente porque en la operatividad de la responsabilidad social los empresarios siguen dividiendo a los actores empresariales.Luego se empezó a hablar de la matriz de materialidad que no es más que una clasificación de los partícipes bajo el concepto de más importante, menos importante. En mi criterio es un modelo perverso porque si por ejemplo, para un empresario lo  más importante es la rentabilidad seguramente la relación con el cliente estará en último lugar, o quizás si poco le interesa el medio ambiente este aspecto tampoco tendrá ninguna importancia para él, con lo cual se está apoyando la tendencia a simplificar la realidad al máximo, los que nos impide crecer como seres humanos.Quienes empezaron a hablar no sólo de incluir en la empresa a todos sus partícipes, sino del papel preponderante de cada uno de ellos fueron los creadores del modelo Capitalismo Consciente, ninguno puede ser más importante que el otro. Sus aportes, su ejemplo y los resultados que John Mackey ha tenido con su empresa a nivel económico y social, son tan exitosos, como los de otras compañías a las que nos referimos a lo largo de este especial, logrando así  convencer a muchos que mientras el capitalismo salvaje fue el pasado, el capitalismo consciente es el futuro de las organizaciones. Finalizo este especial con el credo de los coautores del libro Capitalism Concientien, John Mackey y Raj Sisodia.Nosotros creemos que las empresas son buenas porque crean valor, son éticas porque se basan en un intercambio voluntario entre las partes, son nobles porque pueden elevar nuestra existencia, y son heroicas porque sacan a las personas de la pobreza y crean prosperidad.El sistema de la libre empresa del capitalismo es la herramienta más poderosa jamás concebida para la cooperación social y el progreso de la humanidad. Es una de las ideas más irresistibles que los humanos hubiéramos tenido.... pero podemos aspirar a hacer algo mejor.El capitalismo consciente es una manera de pensar sobre el capitalismo y sus empresas que mejor refleja donde estamos en el quehacer humano, en el estado de nuestro mundo actual, y el potencial positivo innato que las empresas pueden tener en el mundo. El capitalismo consciente está direccionado por un propósito mayor que sirve para alinear e integrar los intereses de todos los stakeholders. Su alto grado de consciencia permite observar la interdependencia que existe entre los stakeholders, y esto a su vez, permite descubrir y tener las sinergias de situaciones que de otra manera estarían cargados de problemas.El capitalismo consciente tiene lideres conscientes que están motivados fuertemente por el propósito de la empresa, por todas las personas sobre las cuales las firmas influyen, y por el bienestar de la tierra que todos compartimos. El capitalismo consciente fomenta una cultura confiable, autentica, innovadora y de cuidado por los demás que hace que trabajar en una empresa, sea una fuente no sólo de desarrollo profesional y sino de crecimiento personal. Esta cultura hace generar riqueza económica, intelectual, social, cultural, emocional, espiritual, física y ecológica para todos sus stakeholders.Las empresas conscientes pueden ayudar a evolucionar nuestro mundo de tal manera que miles de millones de personas pueden florecer, liderar vidas imbuidas de pasión, propósito, amor, creatividad en un mundo de libertad, armonía, prosperidad y compasión.