El 20 de septiembre se ha citado a una huelga climática global, la cual busca de nuevo, como sus versiones anteriores, visibilizar aún más el problema, pues para el 2050 se considera la Tierra podría colapsar. A esta conclusión ha llegado un reciente estudio publicado por miembros del Club de Roma, el cual pueden observar en este link. En este documento, Ian Dunlop y David Spratt afirman que el riesgo es inminente y que “el cambio climático es un riesgo de seguridad nacional actual y existencial que amenaza la extinción prematura de la vida inteligente”. De igual modo sostienen que estamos en un punto de no retorno, y que hemos roto todos los límites posibles. Lea también: La red 5G: la nueva bomba atómica El escrito sugiere la creación de un Plan Marshall (para los que no lo sepan, mediante este plan Estados Unidos dio importantes ayudas económicas a Europa para su reconstrucción luego de la Segunda Guerra Mundial), con el fin de construir una estrategia industrial de carbono cero, así como la descarbonización de la matriz energética a una más limpia, con el fin de limitar el calentamiento global de modo que la vida humana pueda transcurrir al menos como hasta ahora. Como respuesta a lo anterior, se ha dado progresivamente el aumento de inversiones en materia ambiental y la promoción de acciones que buscan contrarrestar el cambio climático como parte importante de la filosofía empresarial vigente. La Responsabilidad Social Ambiental (RSA) es fundamental para muchas empresas alrededor del mundo. Algunas lo hacen plenamente convencidas, pues han adquirido compromisos internacionales en esta materia; también están aquellas que lo hacen por mejorar su imagen en un mundo cada vez más comprometido con el medioambiente; otras encuentran en la sostenibilidad una oportunidad de oro para acrecentar sus utilidades. Los promotores de la huelga climática global planean que ese día cientos de trabajadores salgan a las calles, y que los que no puedan hacerlo como consecuencia de sus obligaciones o reglamento laboral organicen al interior de sus empresas reuniones en las que se hable del cambio climático y de qué estrategia planea su empresa a futuro para mitigar esta amenaza. Lea también: Las scooters eléctricas: ¿peligro o ayuda para la movilidad? Muchas compañías se han hecho parte del Índice de Sostenibilidad Dow Jones, así como de otros afines. En Colombia empresas como Team Foods, Natura y Bancos como Davivienda, el de Colombia y Bancoldex se han mostrado seriamente comprometidos, al igual que Celsia o el grupo Bavaria. A nivel global Google, Facebook, Goldman Sachs y Exxon Mobil han hecho fuertes apuestas, respaldando de manera frontal diálogos climáticos. Habría entonces que ver qué opinan de la protesta del 20 de septiembre y qué medidas piensan tomar al respecto. Con este pretexto, Pilita Clark, periodista del ‘Financial Times‘, envió más de una docena de correos electrónicos a algunas empresas emblemáticas para conocer qué planes tienen para sus empleados ese día, si les van a permitir participar en la marcha o si por el contrario no se lo van a permitir. Las respuestas fueron variadas. El Banco ético GLS de Alemania, que financia actividades relacionadas con el ambiente e insta a inversiones socialmente responsables, dijo que ese día cerraría sus puertas para que sus empleados asistieran si así lo deseaban a la marcha. Otra empresa algo más extremista, como Patagonia, la cual se dedica a la venta de equipos para actividades al aire libre y que fuera fundada por un ecologista, Yvon Chouinard, alienta abiertamente a sus empleados para que asistan a las protestas e incluso ofrece pagar la fianza de aquellos que sean arrestados como consecuencia de estas. Lea también: Sofisticaciones modernas: la historia del hombre que quiere ser perro Ecomultimillonarios como Michael Bloomberg o Richard Branson, propietarios de Bloomberg y del grupo Virgin respectivamente, no hicieron ningún comentario (rescato que sus empresas hacen importantes aportes en contra del calentamiento global, pero en esta ocasión no se pronunciaron). Facebook también declinó de hacer comentarios. Bp, Exxon Mobile o Blackrock tampoco dieron respuesta alguna. Google, Apple y Amazon hicieron énfasis en que estaban desarrollando acciones importantes contra el cambio climático, pero en absoluto se refirieron al día de la huelga. Más de 8.000 empleados de Amazon reclamaron a su empresa mediante una carta mayor compromiso, así como el repensar la venta de algunos productos y servicios que implicaran el uso de combustibles fósiles. Amazon aún no se ha pronunciado oficialmente. Hasta aquí el panorama mundial. Habría que ver qué opinan las empresas en Colombia sobre la huelga que va a realizarse este día. En todo caso, si alguno de sus empleados falta este día, ya saben posiblemente dónde se encuentren. Y su empresa, ¿hace algo por cambiar el planeta?