Pese a los cambios, Duque ha mantenido las promesas de promover un gabinete con orientación técnica y con equilibrio de género. Para el Gobierno será fundamental traducir la bienvenida de los nuevos integrantes al gabinete en su capacidad de pasar legislación en el Congreso, pues la agenda legislativa del Presidente depende, en gran medida, de los votos de los partidos independientes Cambio Radical, el Partido de la U, y el Partido Liberal. 

La aprobación de la agenda legislativa no será fácil. El Gobierno pretende incluir, a partir del 16 de marzo, los debates frente a la reforma a la justicia, la ley de coordinación y concurrencia, la reforma electoral, una reforma política, la reforma pensional y la reforma laboral. Desde el inicio del mandato del Presidente Duque los partidos independientes han acompañado al Gobierno en sus reformas económicas, como lo fueron la ley de financiamiento, la ley TIC, la reforma al sistema general de regalías, el plan nacional de desarrollo y la ley de crecimiento económico. No se puede decir lo mismo de las reformas que tienen que ver con asuntos políticos, como la reforma judicial, la reforma política y, en particular, la implementación del acuerdo de paz. Esto se debe a que el Gobierno y el partido Centro Democrático han mostrado flexibilidad para incluir propuestas de otros partidos en materia económica, pero se han mostrado reacios a ceder en sus principales ideas políticas. Para tener una legislatura exitosa, el Gobierno deberá mostrar que puede llegar a acuerdos en lo económico y en lo político con partidos distintos a los de la coalición de Gobierno, evitar hacer reformas al acuerdo de paz y encontrar puntos de consenso que la oposición apoye como la lucha contra la corrupción, un enfoque en la población joven, promover la educación y mostrar resultados en la lucha contra la desigualdad.  Sin embargo, los bajos índices de aprobación del Gobierno, las tensiones dentro de su partido, y, paradójicamente, los resultados en la lucha anticorrupción podrían truncar la agenda legislativa del Gobierno. De acuerdo a nuestro Índice Agregado de Favorabilidad Presidencial (IAFP), la aprobación de Duque se encuentra en 29.0%; la recientes introducción de las reformas laboral y pensional, la captura de Aída Merlano, y el escándalo tras el uso del avión presidencial para cuestiones personales de la familia presidencial, no han contribuido a mejorar la imagen del Presidente. El partido de Gobierno también ha manifestado una inconformidad con la gestión del Presidente, que, si bien no es una amenaza a la agenda legislativa, si le resta apoyo al Gobierno cuando más lo necesita. Finalmente, la entrada al Gobierno de Cambio Radical, partido que ha sido mencionado ampliamente en el testimonio de Aída Merlano sobre corrupción política en Colombia, pone a la institucionalidad en una situación delicada. La opinión pública espera el rápido avance en las investigaciones de corrupción política, mientras que el establecimiento político tradicional, que está volcándose a favor del Gobierno, espera lo contrario. Pronóstico El Presidente Duque, como lo ha mencionado desde el principio de su mandato, busca eliminar las dádivas, prebendas y acuerdos burocráticos en el legislativo. El nombramiento de nuevos ministros da participación política a distintos sectores, algo que no constituye mermelada estrictamente hablando. Será importante que las propuestas de reforma que presentará el Gobierno el 16 de marzo tengan un delicado balance ideológico que demuestre que el cambio de gabinete ha logrado que Duque modere sus posiciones. Si el Gobierno no modifica sus posiciones y las políticas propuestas, el público podrá interpretar el cambio de gabinete como el regreso de la temida mermelada.   Al Gobierno le quedan poco menos de dos años antes del inicio de las campañas presidenciales de 2022, algunas de las cuales han iniciado de forma prematura. El desgaste del Presidente Iván Duque ante la opinión pública es notorio y, a menos de que el Gobierno logre replantear algunas de sus propuestas más radicales en el corto plazo, Duque quedará aún más aislado cuando miembros de la coalición de Gobierno decidan lanzar sus propias aspiraciones presidenciales. Si bien es probable que el Gobierno logre tramitar exitosamente en el Congreso la mayoría de sus iniciativas económicas, también es probable que estas fortalezcan a sectores adversos al Gobierno durante la próxima contienda presidencial. 

Por desgracia para Iván Duque, el partido de Gobierno demostró que hacerle oposición al Gobierno de turno y cerrar los espacios de colaboración es políticamente rentable de cara a las siguientes elecciones. Es muy probable que, aunque el Gobierno modere algunas de sus propuestas, no encuentre muchos espacios de colaboración en el Congreso con independientes y de miembros de la oposición.   *Director de Colombia Risk Analysis