Cuando pensamos en las grandes cualidades de los líderes, las primeras cosas que se nos vienen a la cabeza son rasgos como el carisma, la valentía y la visión. No solemos pensar en la humildad, pero deberíamos. Los estudios demuestran la efectividad de los líderes humildes: tienen más influencia, atraen a mejores personas y ganan más confianza, respeto y lealtad que aquéllos que confían en el ego y en el poder. Según Lolly Daskal, deberíamos desarrollar las habilidades claves de quienes poseen liderazgo humilde: - Lideran para servir: desvían la atención de sí mismos y se centran en las contribuciones y necesidades de quienes los rodean. Le puede interesar: Democracia: ¿por qué las elecciones te perjudican? - Tienen reservas de fuerza interior: ser un líder humilde no es un signo de mansedumbre o impotencia, sino de una gran fuerza interior. Los mejores líderes son humildes en el exterior y confiados en el interior. - Admiten sus errores: todos los líderes son humanos, lo que significa que todos cometen errores de vez en cuando. Cuando estás dispuesto a compartir tus propios errores, permites a otros conectarse contigo de una manera más profunda. La humildad es una cualidad que permite que otros vean tu humanidad. - Buscan el aporte de los demás: el primer paso para dirigirte a otros en busca de comentarios es ser lo suficientemente vulnerable como para admitir que necesitas la ayuda y la comprensión de los demás, lo que es un signo de gran carácter por sí mismo. - Se conocen a sí mismos: los líderes humildes saben quiénes son y se comportan de una manera consistente con ese conocimiento. También reconocen dónde hay margen de mejora. - Son genuinos: saben la importancia de ser auténticos. Son la misma persona en privado, en público, en la vida personal, en cada situación y con todo tipo de personas. - Invitan a la confianza: los líderes humildes saben que la confianza, ganándola, dándola y construyéndola, es la base de un gran liderazgo. Le sugerimos: Rompe las reglas - Tratan a los demás con respeto: son consistentes y disciplinados en su trato hacia los demás. Atienden a todos con consideración, independientemente de su posición, cargo o título. - Entienden sus limitaciones: los líderes humildes tienen la confianza de reconocer sus propias debilidades. En lugar de ver sus límites como una amenaza o un signo de fragilidad, se rodean de otros que tienen habilidades complementarias. - Modelan el camino y lideran con el ejemplo: su liderazgo no se expresa con autoridad "porque soy el jefe", sino en cada una de sus acciones y palabras. Siempre hay espacio para ser una mejor persona y líder. Si puedes cultivar la humanidad como una habilidad, serás fuerte cuando te sientas débil y valiente cuando tengas miedo. Le puede interesar:El falso sueño americano